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Reemplazamiento de doctores hombres por mujeres salvaría 32 mil vidas anualmente

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Los médicos de Harvard tienen una fascinante sugerencia para salvar 32,000 vidas al año: hay que asegurarse de que todos los ancianos que terminan en el hospital sean atendidos por especialistas mujeres.

Después de examinar los expedientes de pacientes de Medicare de todo el país, los investigadores de Harvard calcularon que el 10.82% de los tratados por médicas murieron dentro de los 30 días de comenzada su internación. En cambio, entre los pacientes tratados por médicos varones, la tasa de mortalidad a los 30 días fue del 11.49%, según un estudio publicado esta semana en JAMA Internal Medicine.

Esa brecha de género persistió incluso después de que los investigadores explicaran factores como la edad, el género y el ingreso de los pacientes; cuán enfermos estaban cuando habían ingresado en el hospital y la experiencia de los doctores. En ese análisis, el equipo de Harvard halló que el 11.07% de aquellos atendidos por mujeres murieron dentro de los 30 días de ser hospitalizados, comparado con el 11.49% de quienes fueron tratados por hombres.

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Los resultados se mantuvieron en una amplia gama de condiciones médicas, según el estudio. Entre los pacientes atendidos por insuficiencia renal aguda, aquellos asistidos por especialistas mujeres tuvieron una tasa de mortalidad a los 30 días del 12.54%, en comparación con el 13.3% de los atendidos por varones.

Los pacientes admitidos por ritmo cardíaco irregular tuvieron un 5.08% de probabilidad de morir en 30 días si su médico era mujer, y un 6.02% si era hombre. Los pacientes con neumonía tratados por mujeres también tuvieron una ventaja sobre los atendidos por hombres (10.11% versus 11.03%), y lo mismo ocurrió con los pacientes con sepsis (23.05% versus 25.09%).

Todas estas diferencias fueron demasiado grandes para deberse al azar, detalló el informe. La tendencia fue similar en los pacientes ingresados en hospitales con insuficiencia cardíaca congestiva, infecciones del tracto urinario y hemorragia gastrointestinal, aunque en estos casos la ventaja de ser tratada por una doctora fue menor y podría haberse tratado de una casualidad estadística, refirió el informe.

Cuando un paciente ingresa a un hospital, la muerte es la primera cuestión a evitar. También lo es dar el alta a alguien y tener que reingresarlo dentro de los 30 días. En ese sentido, los pacientes tratados por mujeres tuvieron mejores resultados que aquellos atendidos por hombres si las causas de la internación habían sido neumonía, insuficiencia cardíaca congestiva, hemorragia gastrointestinal, sepsis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o infecciones del tracto urinario. En todos estos casos, la ventaja de tener una mujer como médica fue lo suficientemente grande como para que sea significativa a nivel estadístico.

Los investigadores, dirigidos por el Dr. Yusuke Tsugawa, de la T.H. Chan School of Public Health de la Universidad de Harvard, se esforzó notablemente para asegurarse de que sus resultados eran válidos. Los expertos analizaron más de 1.5 millones de casos entre 2011 y 2014, y estos casos involucraron a 58322 internistas (18,751 de ellos mujeres, y 39,593 varones).

En general, las mujeres trataron menos pacientes hospitalizados por año que sus colegas masculinos (132 versus 181 por año), y una proporción mayor de sus pacientes fueron mujeres (62.1% versus 60.2%). También fueron más propensas a trabajar en hospitales grandes, sin fines de lucro o afiliados con una escuela de medicina.

Para hacer más que una comparación en la misma categoría, los autores del estudio repitieron su análisis empleando únicamente datos de médicos de hospitales. Estos doctores sólo tratan a pacientes internados, y dado que trabajan por turnos, sus enfermos son asignados al azar. Aun así, las médicas tuvieron mejores resultados (el 10.8% de sus pacientes fallecieron dentro de los 30 días de haber ingresado en el centro sanitario, y el 14.64% fueron readmitidos dentro de los 30 días) que los médicos varones (11.17% de sus pacientes murieron dentro de los 30 días y el 15.11% fueron readmitidos), según el estudio.

Los investigadores también reconsideraron las cifras empleando únicamente hospitales son unidades de cuidados intensivos (IUC, por sus siglas en inglés), ya que los médicos varones pueden ser más propensos a trabajar en ellas, donde los pacientes están más enfermos. Pero una vez más, las mujeres obtuvieron mejores resultados (11.16% de sus pacientes murieron dentro de los 30 días de internación, y 15.34% de ellos debieron ser internados nuevamente a los 30 días) que los varones (11.78% y 15.94%).

Incluso cuando los investigadores ampliaron su ventana de seguimiento de 30 a 60 días, las mujeres superaron a los hombres por un margen pequeño pero estadísticamente significativo, según el estudio.

En general, los pacientes de Medicare en hospitales fueron casi un 4% menos propensos a morir dentro de los 30 días de ser admitidos si su médico era mujer en lugar de varón. Considerando que más de 10 millones de pacientes de Medicare terminan en hospitales cada año, las vidas de cerca de 32,000 personas mayores podrían salvarse si fuesen tratados por mujeres.

La existencia de un cuerpo médico completamente femenino no es practicable, pero un objetivo más realista es que los médicos varones obtengan los mismos resultados con sus pacientes que las mujeres. Esto requerirá de más investigación, ya que no queda claro qué cuestiones de utilidad están realizando las médicas que sus contrapartes masculinas no hacen.

Estudios previos han encontrado que las médicas son más propensas a proporcionar atención preventiva que los hombres, a seguir los lineamientos oficiales clínicos, a practicar medicina basada en la experiencia y a ofrecer “asesoramiento psicosocial”, entre otras cosas. Pero los investigadores todavía tienen que vincular cualquier práctica específica de tratamiento con los resultados de los pacientes, observaron Tsugawa y sus colegas.

Aun así, los resultados contrarrestan la idea de que los médicos varones -que superan en número a las mujeres por un margen de 2 a 1- merecen el pago más alto que suelen recibir, según un editorial que acompaña el estudio. “Algunos han sugerido que la carga de responsabilidades domésticas, la licencia por maternidad o los horarios a tiempo parcial podrían socavar la calidad del trabajo de las mujeres y explicar por qué los hombres tienen salarios más elevados”, escribieron Rita Redberg, cardióloga de la UC en San Francisco, y Anna Parks, residente de medicina interna en la misma casa de estudios. “La evidencia demuestra lo contrario”

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