Anuncio

Estudiante migrante recibió miles de dólares en donaciones, pero él sigue siendo el mismo

Share

Aunque los lectores le donaron más de $45,000 a Gaspar Marcos, el adolescente inmigrante sigue subiendo a diario al autobús 720 para cumplir con su empleo en Westwood, al que asiste después de la escuela.

Pese a que su futuro luce un poco más brillante, poco ha cambiado en realidad para Marcos desde que Los Angeles Times publicó un artículo y un video acerca de su vida, el 15 de julio pasado, que despertaron un enorme apoyo por parte de los lectores desde Sacramento hasta Corea del Sur.

Necesito estar más cerca de la escuela, porque eso es importante para mí, por mi futuro”.

— — Gaspar Marcos, estudiante.

Anuncio

El clip y la nota seguían 19 horas de su vida: un día completo de escuela preparatoria y una noche de trabajo hasta altas horas, en un restaurante. Marcos cruzó la frontera sudoeste hacia los EE.UU. por su cuenta a los 13 años de edad, después de quedar huérfano en un pueblo indígena de Guatemala, a los 5 años.

El joven, ahora con 18 años de edad, asiste al segundo año de Belmont High School, donde uno de cada cuatro alumnos (del total de 1,000 que asisten allí) provienen de América Central; muchos de ellos son menores no acompañados.

Su historia refleja la de muchos jóvenes inmigrantes que asisten a la escuela y pasan sus tardes y noches cosiendo prendas, cocinando en restaurantes, pintando casas y realizando otros trabajos en Los Ángeles y en todo el país. La mayoría de ellos son inmigrantes de América Central, parte de varias oleadas de más de 100,000 jóvenes que llegaron siendo niños en el último lustro, sin padres y a menudo después de peligrosos viajes.

El video de su historia se volvió viral y obtuvo más de 11 millones de visitas durante un par de semanas. Marcos afirma que el apoyo lo tomó por sorpresa.

Pocas horas después de que el artículo se publicó online, Marcos recibió cientos de solicitudes de amistad por Facebook. Los lectores le enviaron más de 100 emails al reportero, donde decían que querían donar algo de dinero al joven. Al adolescente incluso lo han interceptado extraños en el centro de L.A. para pedirle que se tome una foto con ellos.

Algunos lectores incluso ofrecieron una habitación sin costo en sus hogares. Marcos debió rechazar esas ofertas porque eran demasiado lejos de Belmont. Él no tiene coche y camina o toma el autobús para moverse. “Necesito estar más cerca de la escuela, porque eso es importante para mí, por mi futuro”, aseguró.

Todos los ofrecimientos lo han sorprendido. “Me siento muy bien y agradecido, especialmente, pero también es extraño que tanta gente sepa ahora acerca de mi situación”, aseguró.

Pese a todo el reconocimiento, Federico Bustamante, quien es una suerte de hermano mayor para Marcos, señala que el adolescente sigue siendo generoso y tiene los pies en la tierra. Bustamante abrió una cuenta gofundme para Marcos, con un objetivo de $100,000. Hasta ahora han alcanzado el 40%. Si lo logran, Marcos planea entregar la mitad del dinero para ayudar a algunos de sus compañeros en Belmont, quienes también llegaron solos a este país. Parte de los fondos se emplearán para obtener representación legal e intentar así buscar una solución inmigratoria para ellos.

Bustamante ayudó a Marcos a obtener un abogado pro bono a través de Kids in Need of Defense, una organización de defensa que trabaja para dar representación legal a los niños en las cortes de inmigración. Así, el joven pudo recibir una visa de inmigrante juvenil especial, que por lo general se otorga a chicos que ha sido abusados, descuidados o abandonados por uno o ambos padres. Esto lo hace elegible para la residencia legal que ahora solicita.

Sin embargo, eso significa que aún no tiene un número de Seguro Social, lo cual es inicialmente un obstáculo para obtener el dinero de la cuenta gofundme. Aún tiene algunos de los fondos por recibir, y esa es una de las razones por las cuales sigue trabajando a diario. Bustamante afirma que el tema se resolverá pronto y que Marcos tendrá acceso a una parte de los fondos.

De todas formas, el adolescente afirma que nunca dejará de trabajar por completo; planea hacerlo durante los fines de semana y enfocarse en la escuela de lunes a viernes. Parte del dinero la destinará a un tutor privado, que lo ayudará a ponerse al día con sus clases y lo preparará para la universidad. Otra parte servirá para pagar su renta mensual de $600, por un cuarto cerca de Belmont, y la mayor porción se destinará a ahorros para la universidad.

Todavía no queda claro con cuánto dinero deberá arreglarse finalmente. Pero sí hay algo cierto, afirman Marcos y Bustamante: el Tío Sam también le dará una reducción de impuestos.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

Anuncio