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Nueve formas de reducir los riesgos de la enfermedad Alzheimer

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Las estadísticas sobre las mujeres y la enfermedad de Alzheimer son alarmantes. Cada 66 segundos, alguien en los EE.UU. desarrolla este mal. Dos tercios de ellos son mujeres, según la Asociación de Alzheimer.

Las mujeres de 60 años tienen más del doble de posibilidades de desarrollar el mal de Alzheimer durante el curso de sus vidas que de sufrir cáncer de mama.

Cuando las mujeres desarrollan un deterioro cognitivo leve, éste empeora dos veces más rápido que el de los hombres.

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Nadie sabe por qué las mujeres se ven afectadas tan desproporcionadamente por esta enfermedad.

María Shriver, exprimera dama de California y activista contra este mal, está desconcertada por la indiferencia que observa entre sus congéneres con respecto a su salud cognitiva. Tal vez es el miedo y la discriminación por la edad, sostiene, pero muchas mujeres son reacias a reconocer incluso la amenaza, y muy pocas consultan a sus médicos acerca de formas de prevenirla.

“Me pregunto todo el tiempo”, dice Shriver, “¿cómo no hay más gente interesada en esto? ¿Por qué no es de importancia nacional? Es la mayor crisis de salud en el mundo… Lleva a la bancarrota a las familias más rápido que cualquier otra enfermedad”.

Ello no sólo ocurre porque el Alzheimer no tiene cura conocida; las mujeres también representan una enorme proporción de los cuidadores.

En 2009, Shriver lanzó el movimiento Women’s Alzheimer’s Movement para la promoción, la recaudación de fondos y la educación, después de conocer una investigación que mostraba el desproporcionado efecto de esta enfermedad en las mujeres. Su segundo evento educativo y de recaudación, Move for Minds, se realizó este año el 4 de junio en ocho ciudades de todo el país, entre ellas Los Ángeles.

El evento se celebra pese a la escasa comprensión y la falta de conocimiento que rigen sobre la enfermedad, que es la sexta causa de muerte en el país -y la quinta entre mayores de 65 años-.

Los científicos solían pensar que las mujeres eran más propensas a este mal como consecuencia de su longevidad respecto de los hombres. Sin embargo, Heather Snyder, directora sénior de operaciones médicas y científicas de la Asociación de Alzheimer, sostiene que esto no es preciso.

Nuevos estudios, expuso Snyder, sugieren que hay más explicaciones acerca de las diferentes vías biológicas en los cerebros femeninos, el efecto de las hormonas o incluso la forma en que los cerebros de las mujeres metabolizan los alimentos de forma diferente.

Como el Alzheimer típicamente tarda dos décadas en desarrollarse antes de que ocurran cambios en la memoria, adoptar un estilo de vida saludable cuando se tiene 3o y 40 años puede crear una gran diferencia, resaltó Snyder.

Por su parte, Shriver comenzó a meditar “para cambiar la forma en que proceso el estrés”, toma clases de danza y aprendió a jugar al póquer, sostiene un patrón de sueño más regular, agregó más grasas saludables a su dieta y recortó el azúcar para reducir la inflamación de su cuerpo y cerebro.

A continuación, nueve consejos para reducir el riesgo de esta enfermedad, tal como recomienda la Asociación de Alzheimer:

  1. Sudar

El ejercicio cardiovascular regular, que eleva el ritmo cardíaco y aumenta el flujo de sangre al cerebro y cuerpo, está asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo.

  1. Desafíos mentales

La educación en cualquier etapa de la vida es beneficiosa para la salud del cerebro, desde un curso en línea hasta clases en un centro o colegio comunitario. Incluso desafíos mentales como un rompecabezas, juegos de cartas y clases de arte surten efecto.

  1. Dejar de fumar

Dejar de fumar puede reducir el riesgo a niveles comparables con los de aquellos que nunca han fumado.

  1. Exámenes varios

Creciente evidencia sugiere que muchos factores que aumentan el riesgo de enfermedades del corazón, desde la obesidad hasta el colesterol alto y la hipertensión, también podrían aumentar el riesgo de demencia. Es bueno realizar exámenes periódicos y evaluar los niveles de todo ello.

  1. Proteger el cerebro

Las lesiones cerebrales pueden aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, por lo tanto, es bueno usar un casco para practicar deportes, ajustar el cinturón de seguridad y evitar caídas.

  1. Dieta saludable

Ciertas dietas, como la mediterránea y la llamada ‘mediterránea DASH (por Dietary Approaches to Stop Hypertension, o ‘enfoque dietético para controlar la hipertensión’), pueden ayudar a reducir el riesgo.

  1. Dormir lo suficiente

La apnea del sueño y el insomnio pueden traer problemas con la memoria y el pensamiento.

  1. Llevar una vida social comprometida

El voluntariado, ayudar a un vecino, tomar una clase de ejercicios con un amigo o simplemente compartir más actividades con seres queridos son actividades que contribuyen.

  1. Menos estrés

Algunos estudios vinculan los antecedentes de depresión con un mayor riesgo de deterioro cognitivo, por lo tanto es imprescindible buscar ayuda profesional en caso de depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental. Esto también incluye encontrar formas de manejar el estrés.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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