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Los fabricantes de prendas para Forever 21 y Ross pagaban a sus empleados $4 la hora

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Es difícil de ignorar el atractivo de Forever 21, donde las chaquetas de otoño se consiguen a $18 y un vestido de noche puede costar $9.

Pero investigadores del Departamento de Trabajo de los EE.UU. afirman que esas ofertas son muy costosas para gente como Pedro Montiel, quien gana $4.50 la hora por poner etiquetas y dar otros toques finales a las blusas en uno de los proveedores del minorista.

Montiel no trabaja en una fábrica mexicana, ni en China; lo hace en una empresa ubicada en el sótano de un edificio en el centro de Los Ángeles. “No puedes comprar nada que necesites. Entre el alquiler y la comida, todo se ha ido; no queda dinero”, afirmó Montiel, quien vive con dos compañeros de habitación, en Boyle Heights.

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Forever 21 es una de varias compañías que venden productos de varias fábricas independientes del sur de California que pagan a los trabajadores mucho menos que el salario mínimo estatal, anunció el Departamento de Trabajo este miércoles.

Fuentes del departamento señalaron que, entre abril y julio pasados, se investigaron 77 compañías locales de prendas que fabrican para algunas de las mayores tiendas de ropa del país.

Los investigadores descubrieron violaciones laborales en el 85% de los casos, señaló el departamento, y encontraron que las compañías engañaban a los trabajadores por $1.1 millones. Los minoristas vinculados con estas empresas son Ross Dress for Less, Forever 21 y TJ Maxx. A algunos trabajadores se les pagaba apenas $4 por hora, y otros ganaban $7 por hora en promedio -$3 menos que el salario mínimo estatal-.

Este modelo de negocio los ha protegido de cualquier responsabilidad legal”.

— Rubén Rosalez, administrador regional del Departamento de Trabajo.

El departamento penalizó a las empresas de prendas y a algunos fabricantes que actúan como intermediarios entre las fábricas y los minoristas. A las compañías se les ordenó pagar $1.3 millones en salarios perdidos y daños a los trabajadores. Pero los minoristas no tendrán repercusiones por contratar fábricas que violan las leyes laborales.

El Departamento de Trabajo sólo puede penalizar a empresas que emplean directamente a los trabajadores. Los minoristas mantienen su distancia de las fábricas al trabajar con varias capas de proveedores, afirmaron los abogados del gobierno y los defensores de los trabajadores. “Este modelo de negocio los ha protegido de cualquier responsabilidad legal”, aseguró Rubén Rosalez, un administrador regional del Departamento de Trabajo. El problema, afirmó, es que los minoristas no han aumentado las tarifas que pagan a los fabricantes en años. “Los minoristas fijan los precios. Ellos dicen: ‘Hagamos esta camiseta por este dinero’, pero son los trabajadores al final de la cadena los que se perjudican”.

Grandes almacenes nacionales, tales como Macy’s y Nordstrom, tienen vínculos con fabricantes de prendas que tampoco pagaban el salario mínimo, informó el departamento. Pero la compañía que surge con mayor frecuencia en la investigación es Ross Dress for Less, un minorista de Dublin, California, con fuerte presencia en los centros comerciales de la región.

Funcionarios del Departamento de Trabajo señalaron que se reunieron con ejecutivos de Ross y de Forever 21, y les pidieron que intensifiquen el monitoreo y pagaran más a sus contratistas, para que éstos puedan a su vez pagar mejores salarios.

Connie Wong, vocera de Ross, señaló en un correo electrónico que la empresa está trabajando con el Departamento de Trabajo para asegurarse de que los proveedores comprendan la ley. “Las tiendas Ross toman muy en serio las cuestiones laborales; exigimos a nuestros proveedores que cumplan con nuestros estándares éticos”, afirmó Wong.

También por mail, una vocera de Forever 21 confirmó que la empresa se reunió con el Departamento de Trabajo y que está cooperando con la agencia. “Forever 21 toma estas cuestiones muy en serio y requiere que todos sus proveedores cumplan con las leyes”, aseguró.

Por su parte, los representantes de TJ Maxx no devolvieron los pedidos de comentarios por parte de este medio.

No está claro si los minoristas seguirán haciendo negocios con los fabricantes de prendas que pagaban menos a los trabajadores. Rosalez sostuvo que los minoristas contratan monitores para asegurarse de que sus proveedores extranjeros sigan las leyes, pero que no hacen el mismo nivel de inspección en los EE.UU.

Esto ha impulsado más maltrato salarial en el sur de California durante la última década, ya que los minoristas intentan mantener sus precios fijos a medida que el salario mínimo aumenta en todo el estado, aseguró Rosalez. “Las tiendas quieren satisfacer la demanda rápidamente. Es más barato hacerlo aquí, siempre y cuando nadie investigue”.

José García, de 35 años, señaló que pasa cerca de 55 horas cada semana cosiendo dobladillos de blusas, vestidos y pantalones de mujeres para una fábrica que provee a Ross. Por cada blusa que cose, García gana cerca de 22 centavos, afirmó. Al final de cada semana, deja su máquina de coser en un tercer piso de un edificio destartalado, en el centro de L.A., y obtiene un cheque por unos $320. Eso significa que el trabajador gana por hora cerca de $6, después de restar 30 minutos diarios para el almuerzo.

“Parece injusto”, afirmó García, quien emigró a California desde Puebla, México, en 2000. “Dicen que el mínimo será $15 por hora, pero seguimos ganando $6 o $7… Las tiendas no quieren pagar más por la ropa”.

García gasta alrededor de $1,060 cada mes en las necesidades básicas, como renta, comida, seguro de automóvil y combustible para su 2002 Ford Explorer. Eso le deja $200 cada mes para otros gastos. “Si quieres ir a comer algo, o al cine, o enviar dinero a tu familia, no te queda nada”, aseguró.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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