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Los Lakers hacen todo lo posible para poder atraer a LeBron James

El presidente de operaciones deportivas de los Lakers, Magic Johnson (i), y el gerente general, Rob Pelinka (d), hicieron movimientos audaces con la esperanza de regresar al equipo a la gloria pronto.

El presidente de operaciones deportivas de los Lakers, Magic Johnson (i), y el gerente general, Rob Pelinka (d), hicieron movimientos audaces con la esperanza de regresar al equipo a la gloria pronto.

(Wally Skalij / Los Angeles Times)
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Cerca de la fecha límite para trasferencias, parecía que los Lakers se iban a conformar con la base de jugadores jóvenes que tienen, que iban a quedarse con la inmensa y sofocante cantidad de salarios que deben y que iban a olvidarse de su gran plan de tratar de convencer a LeBron James y Paul George, dos potenciales agentes libres, a que se unieran al equipo este verano.

Y luego, de la nada, asombraron al mundo del básquetbol con un trato que puede tener consecuencias extraordinarias.

Los Lakers mandaron a los Cavaliers de Cleveland al anotador Jordan Clarkson y al favorito de los aficionados Larry Nsnce Jr., y a cambio recibieron a los preocupantes Isaiah Thomas y Channing Frye junto con una selección en la parte tardía de la primera ronda del draft de la NBA.

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Pero cabe de mencionar que Clarkson y Nance Jr. tienen contratos que los Lakers querían dejar ir, y que Thomas y Frye muy probablemente solo estarán con el equipo temporalmente porque sus contratos se expiran este verano.

Los Lakers ahora se perfilan para tener mucho espacio dentro del tope salarial, el cual puede ser más si dejan ir a Julius Randle y ajustan el contrato de Luol Deng. Todo le abre el camino a… bueno ya saben a quiénes.

Con 70 millones de dólares libres, los suficientes para dos contratos máximos, los Lakers ya podrían ser el destino ideal para James y George.

“Este fue un paso esencial para tener un equipo de playoffs o de campeonato nuevamente”, dijo Rob Pelinka, el gerente general de los Lakers.

El verano pasado, él y el presidente de operaciones deportivas de la franquicia, Magic Johnson, le dijeron a los aficionados que tuvieran la paciencia para tolerar una quinta campaña sin llegar a los playoffs – su sequia más larga en 40 años – pues serian compensados con un equipo contendiente para la temporada 2018-2019.

Ahora tienen una oportunidad verdadera para cumplir con esa promesa.

“Esto fue lo que vine a hacer…crear flexibilidad para nuestra organización”, expresó Johnson.

Y por supuesto, ahora empieza lo más difícil. Tendrán que convencer a James y George que juntos pueden pelear en una feroz Conferencia del Oeste con una base de jugadores jovenes que cuenta con Brandon Ingram, Lonzo Ball, Kyle Kuzma y Josh Hart.

Los Lakers tendrán que terminar la temporada en buena forma. Los chicos tendrán que seguir mostrándose. Y la franquicia tendrá que dejar en claro que han construido un ambiente para ser contendientes una vez más.

Luego Magic tendrá que juntar a James y George en un cuarto y hacer su magia.

Por mucho tiempo esta temporada, todo esto sonaba como un sueño guajiro. El equipo no andaba jugando bien, parecía que James y George habían perdido el interés de venir aquí, y otro potencial agente libre de alto calibre, DeMarcus Cousins, se había roto el talón de Aquiles para perderse el resto de la campaña. Las limitaciones financieras también hacían ver imposible un cambio.

Con jugadores como Jimmy Butler, Kawhi Leonard y Klay Thompson posiblemente disponibles en el verano de 2019, los Lakers estaban preparándose para darse por vencidos y pedirle a su afición otro año.

Eso hubiera sido un mal negocio. Hubiera dejado a los aficionados dudando de Magic y Pelinka. Cinco años sin playoffs son suficientes.

Pero la NBA es maravillosamente muy volátil y las cosas cambiaron rápidamente.

Ha quedado claro que James y el dueño de los Cavs, Dan Gilbert, no se quieren, y esto significa que la superestrella va a irse de Cleveland pese a que el equipo hizo cambios al mayoreo el jueves con la esperanza de salvar esta temporada.

Isaiah Thomas y su contrato expirante se hicieron disponibles por su molestia de estar con los Cavs. Y el Thunder de Oklahoma City, que ha andado bien últimamente, aún ha decepcionado y podría quedar fuera en la segunda ronda de los playoffs. Esto no haría mucho para convencer a George para que se olvide de regresar a casa en Los Ángeles.

Algunos aficionados de seguro no estarán felices con el movimiento audaz que hicieron los Lakers.

Ellos han disfrutado ver a Clarkson y Nance. Preguntarán porque simplemente no pudieron dejar intacta a esta base de jugadores jóvenes.

Sin embargo, pese a estar yendo hacia adelante, estos chicos no van a lograr nada. Aunque han brindado momentos sorpresivos de emoción esta temporada, los Lakers todavía cuentan con una marca de 23-31 y de seguro no podrán recortar una distancia de seis juegos para obtener el último boleto a los playoffs en el Oeste.

Hay que ser honestos, son divertidos, pero sin superestrellas, este equipo nunca va a ser un contendiente. Clarkson y Nance no son nada más que buenos jugadores; Randle probablemente ya llegó a su tope. En cuanto a los jóvenes que se quedaron, ninguno ha mostrado que puede cargarse el equipo al hombro. El ver como Lonzo Ball no ha podido lidiar físicamente con su primera temporada en la NBA, ha sido una decepción.

“No quiero quedarme en el puesto 11”, expresó Johnson. “Y no quiero que esta organización se quede ahí”.

Los Lakers necesitan ayuda, y la necesitan este verano. El jueves, empezaron a crear espacio para acomodar a uno de los más grandes de la NBA y a un compañero de talla.

Puede ser que James y George nunca jueguen con los Lakers juntos, pero puede ser que sí.

Y tras lo que sucedió el jueves, no hay ninguna razón que lo pueda impedir. Todo parece ser una jugada de mucho riesgo por parte de los Lakers, pero no hay duda de que son inteligentes por llevarla a cabo.

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