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Trump no puede acabar con el matrimonio del mismo sexo, pero podría acelerar las deportaciones

El candidato presidencial republicano Donald Trump habla durante un acto de campaña en Gettysburg, Pennsylvania, el sábado 22 de octubre de 2016.

El candidato presidencial republicano Donald Trump habla durante un acto de campaña en Gettysburg, Pennsylvania, el sábado 22 de octubre de 2016.

(Evan Vucci / AP)
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A partir de la noche del martes, cuando la victoria de Donald Trump comenzó a evidenciarse, angustiosas preguntas inundaron las redes sociales:

¿Podría Trump anular el fallo de la Corte Suprema Roe vs. Wade, que legalizó el aborto en todo el país?

¿Podría abolir el matrimonio de personas del mismo sexo?¿Podría aumentar las deportaciones?

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¿Y qué ocurrirá con el calentamiento global? ¿Podría Trump anular los acuerdos de los EE.UU. en referencia al cambio climático?

¿Qué ocurrirá con Obamacare?

El primer mandatario tiene mucha autoridad sobre el gobierno, como ha demostrado el presidente Obama. Pero, tal como el propio Obama ha descubierto, también enfrenta enormes limitaciones del Congreso, los tribunales y las leyes existentes.

Aquí hay algunas áreas en las cuales el presidente Trump podría actuar rápidamente, y otras donde no.

¿Podría derribar el fallo Roe vs. Wade?

No por su cuenta. La decisión de la Corte Suprema en 1973 anuló las leyes estatales en todo el país que prohibía el aborto. Desde entonces, los grupos opositores han pedido revertir el fallo. La decisión podría anularse de dos maneras: por un nuevo fallo de la Corte Suprema, o por una enmienda constitucional. La Corte Suprema ha reafirmado repetidamente este fallo, más recientemente por una votación de 5-3 en junio pasado que derogó una ley en Texas que limitaba los abortos.

En teoría, si surgen suficientes vacantes en el tribunal, Trump podría nombrar un número de jueces suficiente como para cambiar el fallo. En la práctica, la Corte Suprema ha tenido una mayoría de jueces nombrados por los republicanos desde que se emitió la decisión del caso Roe, excepto por los últimos meses, cuando surgió un empate de 4-4, algo que nunca antes había ocurrido.

En cuanto a la enmienda constitucional, el presidente no tiene ningún papel en ese proceso. Las enmiendas deben pasar por ambas cámaras del Congreso, ser aprobadas por dos tercios de los votos y ratificadas por las tres cuartas partes de los estados. Un estándar muy alto.

¿Qué podría hacer Trump acerca de la inmigración?

Mucho. La ley le otorga al presidente una amplia autoridad sobre la política inmigratoria. Trump podría acelerar las deportaciones, revocar el programa de protección a los Dreamers -aquellos que ingresaron al país ilegalmente cuando eran niños- y frenar ciertas categorías de visas para inmigrantes legales.

Pero, tal como descubrió Obama, hay límites. Los tribunales anularon su iniciativa para ampliar la protección de deportación para que cubra a millones de adultos.

Trump tampoco podría construir un muro en la frontera con México sin dinero del Congreso, aunque podría iniciar la construcción empleando fondos que ya se encuentran en el presupuesto federal.

¿Podría prohibirle a los musulmanes el ingreso a los EE.UU?

Expertos legales han dicho que es posible. Quienes no son ciudadanos e intentan ingresar al país no están contemplados por las garantías constitucionales de igual protección ante la ley.

El jueves por la mañana, la mención de la prohibición de ingreso a los musulmanes desapareció del sitio de campaña de Trump. Más tarde, volvió a publicarse. Sus asistentes insisten en que la desaparición del tema se debió a un fallo técnico.

Trump podría limitar la entrada de refugiados de Siria, Irak y otros países de Medio Oriente devastados por la guerra. Probablemente se enfrentaría a la presión de los aliados estadounidenses, pero podría pasar por alto este tema.

¿Están en riesgo los matrimonios del mismo sexo?

No. Tal como el aborto, el presidente no puede revocar una decisión de la Corte Suprema por sí mismo, aunque podría nombrar a jueces más conservadores. Incluso entonces, la posibilidad de que el alto tribunal revierta el fallo es muy pequeña. A diferencia de lo que ocurre con el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo ha ido ganando aprobación pública.

Trump podría intentar revertir algunas de las decisiones de la administración Obama que favorecen a las parejas del mismo sexo, tales como los beneficios federales, pero no lo ha sugerido. Si lo hiciera, sus decisiones podrían impugnarse en los tribunales.

¿Podría Trump revertir las políticas actuales sobre el cambio climático?

Podría, y probablemente lo haga. Trump ha prometido retirar a los EE.UU. de un acuerdo internacional firmado en París el año pasado, en el que se insta a los países a reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. También ha dicho que desechará las reglas del gobierno de Obama que pretenden cambiar la generación de electricidad a partir del carbón y el petróleo hacia fuentes más limpias.

Dado que las políticas fueron adoptadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), empleando su autoridad bajo la Ley de Aire Puro, podrían revertirse. Pero los grupos ambientalistas podrían acudir -y seguramente lo harían- a los tribunales para tratar de bloquear cualquier marcha atrás con el tema. Como mínimo, los grupos podrían bloquear al gobierno de Trump por muchos años.

¿Qué sucedería si Trump intenta revocar Obamacare?

Trump ha prometido pedirle al Congreso que derogue la Ley del Cuidado Asequible de Salud y reemplazarla por otra cosa.

La parte de la derogación es sencilla, ya que los republicanos controlan ambas cámaras. El reemplazo es mucho más difícil, tal como explicó en este medio Noam N. Levey.

Los republicanos nunca han podido ponerse de acuerdo con un plan para reemplazar la ley actual, y se enfrentarían a una tremenda presión si intentaran simplemente revocar la ley sin un plan de respaldo. Hacerlo implicaría que 20 millones de personas pierdan su cobertura de atención médica.

Por lo tanto, llevar a cabo la promesa de Trump puede tomar un tiempo y, finalmente, el partido republicano podría tener que contentarse con un cambio menos dramático que lo que podría suponer la retórica de su candidato.

¿Podría Trump anular la financiación federal para Planned Parenthood?

El Congreso debería actuar para lograr ese objetivo, que muchos conservadores han perseguido dado el rol que juega la agrupación en proveer servicios de aborto.

Si la prohibición pasaría ambas cámaras, especialmente el Senado, es al día de hoy una duda. El dinero federal destinado a financiar las actividades de Planned Parenthood no implica el aborto, sino otros servicios del grupo, como mamografías y otros cuidados preventivos para las mujeres.

Varios senadores republicanos han apoyado Planned Parenthood en el pasado, porque sus servicios son populares en sus estados.

Durante la campaña, Trump amenazó con nombrar un fiscal especial para investigar a Hillary Clinton. ¿Podría hacerlo?

El presidente, actuando a través del fiscal general, tiene amplias facultades para designar fiscales. Pero el nombramiento de un fiscal para perseguir a un rival de campaña derrotado sería un hecho sin precedentes, y los asistentes de Trump ya han comenzado a alejarse de esa idea.

¿Podría Trump ordenar a la policía que adopte políticas de ‘detención y registro’?

No. Durante la campaña, Trump defendió el uso de las tácticas llamadas ‘detención y registro’. Pero los departamentos de la policía no trabajan para el gobierno federal, sino para los gobiernos estatales y locales.

En algunas ciudades, los procedimientos de ‘detención y registro’ han sido limitados por decisiones judiciales; en otros sitios, directamente por los jefes de policía, quienes decidieron que la táctica no reduce los delitos lo suficiente como para justificar la tensión que crea en las comunidades de minorías.

Trump habló de cambiar la ley de difamación para que proteja menos a la prensa. ¿Podría?

No. No hay una ley federal de difamación; cada estado tiene la propia. Una decisión de la Corte Suprema dictada hace más de 40 años -New York Times vs. Sullivan- proporciona una amplia protección a la prensa en la cobertura de figuras públicas.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta historia en inglés haga clic aquí

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