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Son prácticamente una reliquia, pero en California aún hay demanda de teléfonos públicos

Un teléfono público en Martin Luther King Boulevard y Crenshaw Boulevard, en Los Ángeles. A nivel estatal, el número de teléfonos públicos ha disminuido más de un 70% desde 2007. Sin embargo, aún hay miles.

Un teléfono público en Martin Luther King Boulevard y Crenshaw Boulevard, en Los Ángeles. A nivel estatal, el número de teléfonos públicos ha disminuido más de un 70% desde 2007. Sin embargo, aún hay miles.

(Katie Falkenberg/Los Angeles Times)
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Los teléfonos públicos, esas reliquias de un pasado no muy lejano, permanecen ocultos entre nosotros, aún cuando muchos de ellos todavía funcionan a la perfección. La imagen es cada vez menos habitual: en todo el estado, el número de teléfonos públicos ha disminuido más de un 70% desde 2007; de todos modos, aún hay miles de ellos en las calles.

En 2007, California contaba con cerca de 100,000 teléfonos públicos. Al día de hoy, la cifra es de 27,000.

Victor Rollo, presidente de la Asociación de Teléfonos Públicos de San Diego, afirmó que la decisión de mantener un teléfono público en funcionamiento se basa en la rentabilidad. Rollo opera cerca de 150 de estas unidades en San Diego.

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En algunos casos, las empresas pueden solicitar a Rollo u otro operador que provea un aparato como un servicio público. “Hay teléfonos en comunidades donde sé que se necesitan”, afirmó, “por eso los dejo allí”.

Rollo aseguró que los hispanohablantes son algunos de sus principales clientes, pero a medida que el costo de los celulares disminuye, muchos optan por un móvil.

Michael Zumbo, presidente de la firma de telecomunicaciones PTS, afirmó que los teléfonos públicos son una suerte de ‘última defensa’ cuando todas las otras formas de comunicación fallan. Un desastre natural o un ataque terrorista podría derrumbar las torres de telefonía celular, pero los teléfonos públicos seguramente seguirían funcionando. “Antiguamente eran una fuente de ingresos. Ahora son sólo una necesidad”, expresó Zumbo, cuya firma maneja cerca de 5,000 teléfonos en California.

Los teléfonos públicos no son muy rentables hoy en día. Los operadores pueden decidir cuánto quieren cobrar, pero el precio tiende a ser de 50 centavos para una llamada local. A ello se le agregan costos adicionales cuando una llamada se realiza desde fuera del código de área, aunque la desregulación en los últimos 30 años ha dejado esas decisiones al operador.

Zumbo estima que si se realizan tres llamadas diarias, a un costo de 50 centavos cada una, el teléfono genera lo suficiente para ser considerado rentable.

Los teléfonos públicos están sujetos a inspección por parte de la Comisión de Servicios Públicos del estado. Este ente regulador se asegura de que haya aparatos en áreas donde pueden ser más necesitados: aeropuertos, hospitales y zonas remotas.

El año último, los inspectores registraron 4,959 teléfonos públicos, y 2,151 de ellos tenían algún tipo de avería. Cuando se encuentra un teléfono deficiente, el propietario debe repararlo dentro de un período establecido, algo que la mayoría de los dueños cumple.

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