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Solo en Texas: clientes con armas, reciben descuento en famoso restaurante

Brooks' Place, un restaurante de barbecue en Cypress, Texas, prometió un descuento a los clientes que aprovechen la ley estatal para portar armas abiertamente.

Brooks’ Place, un restaurante de barbecue en Cypress, Texas, prometió un descuento a los clientes que aprovechen la ley estatal para portar armas abiertamente.

(Molly Hennessy-Fiske / Los Angeles Times)
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La carne de Brooks’ Place tiene una corteza ahumada profunda, a la que el dueño se refiere con cariño como “oro negro”.

La línea a las afueras del restaurante de barbecue, un poco más grande que un remolque, con unas cuantas mesas de picnic estacionado a las afueras de una ferretería Ace en un suburbio de Houston, empieza a formarse a media mañana. Los clientes solo necesitan traer un buen apetito y un poco de tiempo.

Y una pistola, si quieren un descuento.

En la parte trasera, un generador trabaja de forma rítmica y pedazos de leña de roble se amontonan al lado de un hoyo de barbacoa, envuelto en humo con sabroso aroma. Hay letreros que prohiben mascotas, pantaloncillos muy cortos o pantalones caídos, y otro con la figura de una pistola. “Armas bienvenidas”, dice.

“Sentimos la necesidad de decirle a los dueños de armas que no deben preocuparse de ser criticados”, dijo en dueño y chef Trent Brooks, sentado junto a otra señal que dice “Gracias por portar su arma hoy”.

Brooks está tan en favor de las armas que llenó las paredes de su remolque con dibujos de blancos de pistola que dicen “No hay nada por lo que valga la pena morir” y “Si puedes leer esto, estás a distancia”. Él anuncia clases de pistola en el menú y sitio web del restaurante, y ha ofrecido varios descuentos a los propietarios de armas durante los siete años que ha manejado este restaurante, que el Texas Monthly Magazine, considera como uno de los 50 mejores lugares de barbecue en el mundo.

Después de que Texas se convirtió en el estado más poblado del país en permitir que los dueños de armas las puedan portar libremente, Brooks ofreció en un principio un 25% de descuento a quienes hicieran uso de la ley, que entró en efecto a principio de año. El descuento ahora es de solo el 10%.

Brooks, de 45 años, un hombre barbado que fue criado por un padre que tenía una pistola en casa por protección, tiene una licencia para portar armas y se convirtió en un defensor de los derechos para tener armas después de dos robos en su restaurante.

“En Texas tenemos un dicho: es mejor tenerla y no necesitarla que necesitarla y no tenerla”, dice Brooks mientras se sienta en una de las bancas, con una gorra de los Cowboys de Dallas (de los que es gran aficionado) y un delantal rojo de chef.

Brooks apoyó la ley para portar armas por razones prácticas: dice que proteje a los dueños de armas de ser acusados de un crimen si accidentalmente exponen sus pistolas.

Él rechaza las preocupaciones de que, como hombre afroamericano, el portar un arma abiertamente lo ponga en peligro, especialmente con la policía.

“He estado aquí frente a frente con la policía”, dice.

Aunque no planea portar su arma todos los días, Brooks dice que quería esa flexibilidad.

“Antes de que la ley entrara en efecto, si el aire soplaba y tu arma quedaba expuesta y alguien lo veía, se te acusaba de un crimen”, explica. “Ahora, si voy a Lowe’s y alcanzo algo en lo alto de un estante y se me sube la camisa, no se me acusa de un delito”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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