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¿Se está debilitando El Niño en el Sur de California? No precisamente

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Los Ángeles ha disfrutado de días soleados y agradables esta semana, incluso aunque El Niño mantiene su fuerza entre 1,000 y 2,000 millas al Sur de California. Es la tercera semana sin grandes tormentas en lo que va del mes. Pero El Niño no se está debilitando. Esto es lo que está pasando:

¿Por qué El Niño todavía no ha traído lluvia a Los Ángeles?

Sencillamente porque es muy pronto para que las lluvias provocadas por el fenómeno lleguen al Sur de California.

Durante los dos más recientes fenómenos de gran potencia de El Niño que se tienen registrados, las lluvias más fuertes sucedieron en febrero de 1998 y marzo de 1983, dice Bill Patzert, climatólogo de la NASA.

De hecho, a Los Ángeles le ha ido bien en cuanto a lluvia se refiere en enero. Hasta el lunes, el downtown llevaba el 109% del promedio calculado para enero, principalmente por las severas tormenas de inicios del mes, que sí estuvieron relacionadas con tal fenómeno.

¿Entonces por qué L.A. ha tenido un clima tan agradable esta semana, mientras que el norte del estado ha recibido bastante lluvia y nieve?

En este momento hay masas de alta presión sobre el Sur de California y Nevada.

“La alta presión literalmente significa que hay más aire en la atmósfera sobre nosotros. Esto empuja hacia abajo el aire, y cuando eso sucede lo comprime, lo que literalmente provoca un calentamiento por compresión”, explica Patzert. “Por eso es que en un sistema de alta presión hay olas de calor”.

La masa de alta presión “necesita asentarse y alejarse” para que las tormentas regresen, dice el meteorólogo del Servicio Nacional del Clima.

¿Entonces qué hay sobre la serie de tormenas de la que se habló?

Eso sucedió en la primera semana de enero, pero desde entonces no han regresado.

¿Por qué algunos expertos creen que las lluvias causadas por El Niño llegarán al sur del estado?

Los dos fenómenos de El Niños más fuertes de los que se tiene registro (en 1982-83 y 1997-98) trajeron el doble de lluvia y nieve a California, recuerda Patzert. Este El Niño está en la misma categoría de aquellos dos.

Lo que hace a este fenómeno muy impresionante es que es mucho más grande comparado con el de enero de 1998, dice Patzert.

Periodos de clima soleado y caliente son típicos incluso en los inviernos cuando El Niño es muy fuerte, agrega Bruno. “No hay necesidad de preocuparse de que será ‘un fracaso’”

¿Cómo es que el agua caliente del océano a 1,000 o 2,000 millas de distancia del Sur de California pueden provocar tormentas hasta aquí?

Pensemos en el Océano Pacífico occidental. La superficie del agua está caliente, y hay múltiples nubosidades, lluvia y tormentas.

Desde Japón, esas altas temperaturas intensifican la corriente de chorro subtropical —una delgada banda de fuertes vientos en la atmósfera que empuja las tormentas del oeste hacia el este—. Pero esa corriente de chorro por lo regular pierde fuerza enmedio del océano, alrededor de donde el agua empieza a enfriarse.

Pero durante El Niño, cuando el calor llega a la superficie del agua en el Pacífico central y del este, arrastra energía de tormentas, agrega Patzert. Es como un empujón a la corriente de chorro subtropical.

“Le da potencia a una corriente de chorro subtropical en el normalmente tranquilo este del Pacífico”, continúa Patzert.

Toda esa agua caliente “fortalece y alarga la corriente de chorro”, dice Patzert, y le da una segunda vida.

¿Entonces cuándo es que las fuertes tormentas llegarán?

No se sabe con certeza. Las predicciones en L.A. para el resto de la semana son de cielos soleados a parcialmente nublados, con temperaturas cercanas a los 80. Apenas hay un 40% de probabilidad de lluvia para el domingo.

Y los meteorólogos no saben si la lluvia será significativa. Un modelo de computadora sugiere una pulgada de lluvia para ese día; otro dice que podría ser tan poco como entre 0.1 y 0.25 de pulgada, explica Bruno.

En cuanto a la primera semana de febrero, había signos iniciales de que podría llegar una serie de grandes tormentas, pero parece que es poco probable. “En febrero, los modelos son muy inconsistentes”, agrega Bruno, quien está seguro que los estragos del fenómeno eventualmente llegarán.

El Centro de Predicciones del Servicio Nacional del Clima prevee precipitaciones por arriba de lo normal para California y el sur del país durante los meses de marzo, abril y mayo.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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