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Retiran viejo crucero en la Isla Catalina

Michael Armstrong ha sido capitán del Blanche W en el viaje “Flying Fish Voyage” de la Isla Catalina durante los últimos 12 de sus 91 años en servicio.

Michael Armstrong ha sido capitán del Blanche W en el viaje “Flying Fish Voyage” de la Isla Catalina durante los últimos 12 de sus 91 años en servicio.

(Rick Loomis / Los Angeles Times)
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El viejo barco salió del acogedor puerto de Avalon en una de sus últimas ocasiones y giró en dirección al sudeste para comenzar a merodear por las aguas de la noche a lo largo de la costa oriental de la Isla Santa Catalina.

Los 35 pasajeros a bordo el Blanche W se sentaron sobre relucientes bancas de caoba en este crucero para ver peces voladores. La marinera Maui Hernández examinó las olas con un reflector de arco de carbono con 40 millones de potencia lumínica proveniente de un buque de guerra de la I Guerra Mundial.

“¡Ahí hay algunos!” gritó.

Los pasajeros se dieron la vuelta para ver decenas de misiles de color negro y plata elevandose sobre el agua. Uno se levantó cerca de 7 pies, flotó como una mariposa y aterrizó con un chapoteo. Otro pasó como un torpedo al lado del costado del barco. Y otro se deslizó hacia el enorme pico de un pelícano hambriento.

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Más de 1 millón de clientes han abordado el Blanche en los últimos 91 años para presenciar escenas similares. Los pasajeros de esta noche estarán entre los últimos.

Su larga duración como anfitriona del viaje “Flying Fish Voyage” terminará a finales de septiembre.

“El Blanche no va a ser retirado del servicio comercial porque es viejo y lento”, dijo Collier Cook, un vicepresidente de Catalina Island Co., el cual es propietario de la embarcación. “Es porque ya no es comercialmente viable”.

La venta de los boletos de entrada no ha sido capaces de compensar los crecientes costos para mantener el barco de casco de madera de 64 pies de largo en forma para el océano abierto. Los boletos para adultos tienen un costo de $30 dólares cada uno.

El Blanche se inauguró hace nueve décadas como uno de los muchos servicios que William Wrigley Jr. añadió a la pequeña comunidad de puerto de Avalon, transformando a la isla en una escapada de cuentos para las estrellas del cine y los primeros agentes del poder de Los Angeles.

El nombre fue tomado de la primera nieta de Wrigley, Ada Blanche Wrigley, quien falleció en el 2010.

Hasta la década de 1960, cuando el desarrollo de Catalina se desaceleró mientras que los grandes gastadores y los turistas se inclinaron hacia las nuevas atracciones floreciendo en tierra firme -- Disneyland, Palm Springs, Lake Arrowhead – el Blanche fue una de las atracciones más emocionantes en la región.

Ahora, la embarcación vintage es un símbolo de los lazos a una época más sencilla, cuando la Catalina Island Co. dirigía una orgullosa flota de barcos de turismo que incluía al Cleopatra, el Phoenix y el Betty-O.

“En aquel entonces, entregábamos camisetas con grandes blancos de color rojos a los pasajeros que eran golpeados por los peces voladores”, dijo el capitán Michael Armstrong, quien ha estado al mando del Blanche durante 12 años.

Los peces voladores pasan la mayor parte de su tiempo en mar abierto pero se acercan a la costa por la noche para buscar comida y poner sus huevos en la protección de los lechos de algas marinas. Los peces voladores comúnmente visto alrededor de Catalina, los cuales los científicos conocen como Cheilopogon pinnatibarbatus californicus, tiene escamas grandes, una cola bifurcada y crecen hasta 18 pulgadas de largo.

Se deslizan sobre aletas pectorales extendidas que parecen alas y mantienen sus cuerpos suspendidos hasta que caen al agua con un chapoteo.

Hernández no se cansa de la escena. “El ver cómo se iluminan los rostros de los niños pequeños cuando pasan zumbando me recuerda qué tan asombroso es mi trabajo”, dijo.

“Tan increíble”, dijo el pasajero Chris Josef, de 40 años y de Studio City. “Son como aves o tal vez mariposas grandes.

Después de una hora en el océano abierto, el Blanche dio la vuelta de regreso a su morada en el puerto de Avalon, compartiendo el escenario con elegantes yates con camarotes, buques pesqueros comerciales y veleros.

A finales de este mes, el Blanche será enviado a un dique seco para que se le realice un servicio de mantenimiento, y luego será reasignado como un barco de tour privado de la Catalina Island Co.

“El Blanche significa muchísimo para nosotros”, dijo Cook. “Siempre lo trataremos con el mayor respeto”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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