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Hundimientos cercanos a la falla de San Andrés, la nueva preocupacion de los científicos

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Por primera vez, los científicos han producido una imagen por computadora que muestra enormes secciones de California, elevadas y hundidas alrededor de la falla de San Andrés. El movimiento vertical es el resultado de la tensión sísmica que, en última instancia, será liberada con un terremoto de gran magnitud.

La falla de San Andrés es la más grande de California y una de las más peligrosas. Los científicos saben hace mucho tiempo que partes de California se elevan -y otras se hunden- alrededor de la falla de una forma continua, muy sutil y extremadamente lenta.

Tal movimiento vertical tiene mucho sentido. California se asienta en el límite de dos gigantes placas tectónicas -la del Pacífico y la de América del Norte- que están en constante ficción una sobre otra.

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Pero en realidad, la observación de cómo el paisaje de California asciende y se hunde por la presión sísmica ha sido un objetivo difícil de lograr, hasta ahora.

En un estudio publicado en la revista Nature Geoscience este lunes, los científicos hallaron que gran parte de la cuenca de Los Ángeles, de los condados de Orange y San Diego y el área de Bakersfield se están hundiendo entre 2 y 3 milímetros (el grosor de dos monedas de 1 centavo) por año. Por contraste, los condados de Santa Bárbara y San Luis Obispo, y una gran porción del condado de San Bernardino, se elevan en la misma proporción.

En esta imagen del sur de California, las áreas rojas se están elevando a un ritmo de 2-3 milímetros por año, mientras que las azules se hunden. La zona más cercana a la falla de San Andrés -vista en blanco- no presenta movimiento y permanecerá bloqueada hasta que ocurra un gran terremoto (Sam Howell / Universidad de Hawái).

En tanto, las zonas más cercanas a la falla de San Andrés permanecen sin movimiento. Cuando ocurra el próximo gran terremoto, diferentes partes del sur de California se sacudirán al mismo nivel. “Cuando ocurre un evento importante, toda esa energía se libera”, señaló Sam Howell, estudiante de doctorado en geofísica de la Universidad de Hawái en Manoa y autor principal del informe.

Mediante el uso de nuevas técnicas, los científicos han confirmado que hay un movimiento significativo a lo largo de la falla de San Andrés.

La porción de la falla comprendida entre el condado de Monterey y el condado Imperial no se ha movido de forma significativa en más de 150 años, y otras zonas de la falla han acumulado tensión desde hace más de 300.

El último gran terremoto en el sur de la falla de San Andrés, un temblor de magnitud 7.9, causó grandes daños desde el condado de Monterrey hasta el de Los Ángeles, en 1857. Más al sur, la porción de la falla entre los condados San Bernardino e Imperial, no se ha movido significativamente desde 1690.

Howell afirmó que el lapso para que ocurra una gran ruptura en la porción sur de la falla es, en promedio, cada 150 años aproximadamente. Pero el intervalo real puede variar a lo largo de los siglos, y por ello es tan difícil decir con exactitud cuándo ocurrirá el próximo.

El experto señaló que una mejor comprensión de cómo California se está deformando como resultado de la acumulación de esta tensión sísmica ayuda actualmente a los científicos a “entender más acerca del comportamiento de la falla y el efecto que tendrá en la región circundante”. Sin embargo, no es espera que el estudio ayude a predecir el lugar y momento exacto del próximo terremoto devastador. “Es prácticamente imposible decir cuándo ocurrirá”, señaló Howell.

Datos de GPS proporcionaron la información en bruto de cómo la tierra se mueve sutilmente en la actualidad, debido a la presión sísmica. Howell afirmó que ha sido sencillo para los científicos ver cómo California se mueve hacia el norte, sur, este y oeste, pero que es mucho más complejo mostrar cómo el estado se mueve verticalmente por estas mismas fuerzas.

El mayor problema es que hay otros factores que pueden influir en el hundimiento o ascenso de la tierra, tales como los cambios en los niveles del agua subterráneas. Algunas partes de California también se están hundiendo debido al bombeo de las aguas subterráneas para riego.

El avance logrado por Howell y su equipo involucró escribir un código de computación que filtró cómo la tierra asciende o desciende por factores no-sísmicos. “Creamos un código de computadora que podía encontrar la señal a gran escala”, dijo. “Se trata de hallar la tendencia sutil”.

Además de Howell, los otros coautores del estudio son

Bridget Smith-Konter y Neil Frazer, también de la Universidad de Hawái; Xiaopeng Tong, de la Universidad de Washington y David Sandwell, del Instituto Scripps de Oceanografía, de UC San Diego.

El estudio fue financiado por National Science Foundation.

Si desea leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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