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Para adaptarse a las tendencias de alimentos saludables, Cup Noodles cambia su receta por primera vez en 45 años

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Cup Noodles se convirtió en un elemento clave de los dormitorios universitarios gracias a su bajo costo y conveniencia. Si uno tenía apenas algo de cambio, agua hirviente y tres minutos, podía comer ramen japonés -o algo parecido- directamente de un práctico recipiente descartable.

Pero en los 45 años desde que Cup Noodles apareció por primera vez en los supermercados, los estadounidenses se han inclinado cada vez más a leer las etiquetas nutricionales, incluso entre los snacks. Ahora, las compañías de alimentos luchan para ponerse al día con los cambios de gusto, con productos como Gatorade orgánico y patatas Kettle sin sal, para atraer a los consumidores más conscientes de la salud.

Este jueves, Nissin Foods USA -la sede en Gardena del gigante japonés Nissin Foods Group- informó que, también para ellos, los tiempos han cambiado. Por primera vez, Cup Noodles revisará su receta. Sus ocho sabores -que contienen fideos fritos (noodles), condimentos e ingredientes disecados, como vegetales-, serán recreados mediante la reducción de sodio y la exclusión del glutamato monosódico (MSG, por sus siglas en inglés) y otros sabores artificiales. Las nuevas versiones sólo estarán disponibles en los EE.UU.

También por primera vez se pondrá en marcha una campaña publicitaria a nivel nacional, para presentar los cambios de Cup Noodles, producto que ayudó a la compañía a acumular $3.6 mil millones en ventas mundiales durante su año fiscal 2015.

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Antes del cambio, el sabor más popular de Cup Noodles, pollo, contenía 1,430 mg. de sodio, cerca del 60% de la dosis recomendada por día. La nueva versión, que ya comienza a verse en las tiendas, contiene 1.070 mg., cerca del 45% de la ingesta recomendada. La proteína vegetal hidrolizada ha reemplazado el MSG artificial.

Además, se agregó jugo de col verde para aumentar el sabor.Al Multari, presidente ejecutivo de Nissin Foods EE.UU., afirmó que los cambios en las recetas fueron en respuesta directa a los comentarios de los consumidores, quienes querían disfrutar del mismo sabor pero con un perfil nutricional mejorado. “Nos decían: ‘Nos encanta su producto, pero realmente nos gustaría ver estos cambios en él’”, aseguró Multari.

Los ajustes de Cup Noodles coinciden con una carrera generalizada entre las marcas tradicionales de alimentos, para mantenerse al día con el paladar estadounidense en rápida evolución, que además ahora comienza a favorecer las ensaladas por sobre las hamburguesas y las patatas fritas.

Las cadenas de comida rápida como McDonald’s, que no están en sus mejores años, promocionan cambios destinados a atraer a una nueva generación de comensales, como Egg McMuffins preparados con huevos de corral. Taco Bell, Pizza Hut y el fabricante de dulces Nestlé USA informaron también un recorte en sus ingredientes artificiales. Kraft ha lanzado una versión menos pesada de sus clásicos macarrones con queso, sin colorantes sintéticos.

Otros fabricantes de noodles ya han hecho ajustes similares. Toyo Suisan Kaisha, que elabora la popular marca Maruchan y acumuló $3.2 mil millones de dólares en ventas globales durante su año fiscal 2015, ha lanzado productos con un 35% menos de sodio. Su sabor pollo de Instant Lunch, que viene en un contenedor descartable, contiene 660 mg de sal -28% de la ingesta diaria-. La marca Shin, de Nongshim, también ofrece ahora un producto sin el agregado de MSG.

Multari, que el año pasado se convirtió en el primer director sin origen japonés del brazo estadounidense de la empresa, afirmó que Nissin espera que estos cambios ayuden a impulsar las ventas de Cup Noodles, que permanecieron estancadas durante los últimos años (aunque con un aumento durante la Gran Recesión).

El mismo pobre rendimiento se puede advertir en la industria en general. Las ventas en los EE.UU. de fideos instantáneos alcanzaron los $1.06 mil millones de dólares el año pasado, apenas un 4.1% más que las registradas en 2010 ($1.02 mil millones), según datos de la firma Euromonitor.

Los estadounidenses ocupan el quinto lugar de la demanda a nivel mundial, detrás de China, Indonesia, Japón y Vietnam, según la Asociación Mundial de Fideos Instantáneos. Sin embargo, el consumo en el país ha decaído ligeramente. El año pasado, los estadounidenses ingirieron 4.2 mil millones de porciones de estos productos, comparado con los 4.4 mil millones consumidos en 2013, conforme datos de la entidad.

La desaceleración de los fideos instantáneos ocurre en medio del éxito del ramen en el país. Luego de que el cocinero David Chang abriera su Momofuku Noodle Bar en Nueva York, más restaurantes de esta especialidad han surgido en el país. En Los Ángeles, la conocida tienda Tsujita abrirá una sucursal en The Americana at Brand, de Glendale. En el centro de L.A. habrá varias inauguraciones, entre ellas las de Tokyo Strike y Ramen Hood.

“Es una categoría en crecimiento”, afirmó Jim Prevor, analista de alimentos de Perishable Pundit. “Todo el mundo está observándola e intentando encajar en ella”. Esto, en parte, se debe al cada vez mayor número de asiáticos que residen en el país -y que se han convertido en el grupo inmigrante de crecimiento más acelerado-, sostiene Prevor. Muchos platos que antes eran extraños para los estadounidenses, como el sushi y la pizza, ahora se han convertido en opciones comunes.

En Nissin, los ejecutivos esperan que las nuevas recetas expandan las características demográficas de los compradores de Cup Noodles, quienes se ubican mayormente entre dos campos: los millennials, como estudiantes universitarios, y las personas de bajos ingresos que dependen de la asequibilidad del producto.

El precio -45 centavos o menos por envase- seguirá igual, a pesar del costo extra de los nuevos ingredientes, aseguraron. “Tenemos una gran cantidad de usuarios que miden las cantidades de su ingesta porque saben que el producto es alto en sodio”, afirmó Leslie Mohr, vicepresidente de marketing. Al abordar esas preocupaciones, dijo, la compañía cree que muchos clientes se animarán a comprar Cup Noodles con mayor frecuencia y hasta a atraer a usuarios “caducos” para que intenten nuevamente el consumo. Cup Noodles es la segunda marca más vendedora de Nissin en los EE.UU. Top Ramen, la primera de la lista, no viene empaquetada en porciones individuales ni tampoco en envase.

En 1958, el fundador de Nissin, Momofuku Ando, presentó el ramen instantáneo en Japón, un brebaje que había inventado en un cobertizo de su patio trasero. Pero la idea de vender noodles en su propio contenedor -el pase de Nissin a la fama- se inspiró en el viaje de Ando, en 1966, a los EE.UU. En la travesía, fue testigo de cómo los trabajadores de oficinas repartían un paquete del producto, colocaban las porciones en vasos de papel y agregaban agua caliente.

Las nuevas recetas se desarrollaron en las amplias instalaciones, inauguradas en 1970 y ubicadas cerca de 13 millas al sudoeste de Los Ángeles. El lugar se extiende a lo largo de 17 acres y contiene espacios de oficinas, un almacén y una fábrica que produce en serie “cientos de millones” de Cup Noodles al año, afirmó Multari. En Lancaster, Pensilvania, hay una segunda planta de fabricación. La compañía emplea cerca de 400 trabajadores en todo el país.

Dentro de la cocina de prueba, unos diez empleados, equipados con cuatro microondas y tres refrigeradores, trabajaron durante un año para recrear la receta de Cup Noodles.

Monique Au-Yeung, una investigadora sénior y especialista en desarrollo, reconoció que el proceso fue, por momentos, frustrante. Por ejemplo, demandó 13 intentos sólo renovar la variedad de pollo. “Se requiere el equilibrio de todos los ingredientes para lograr el sabor”, precisó. La astucia llegaba, a menudo, hacia el final, “cuando se procede a afinar los sabores”.

Rachel Scherr, asistente de investigación científica del departamento de nutrición de UC Davis, aseguró que la mejora nutricional fue un paso en la dirección correcta. Pero Cup Noodles sigue conteniendo un alto nivel de sodio, indicó, y su reemplazante, el cloruro de potasio, no es necesariamente más saludable que la sal. “Diría que es un alimento eventual, no una comida para todos los días”, aclaró.

Algunos analistas cuestionaron que Nissin pueda realmente cambiar la reputación de su producto. “Es muy difícil modificar las percepciones de la gente acerca de las marcas”, estimó el analista Prevor. “Usualmente el intento falla, porque se atrae a nuevos consumidores pero se repele a otros, acostumbrados a la antigua versión”.

Para el especialista, los cambios de receta se promocionan como revolucionarios dentro de las compañías, pero a menudo “todo huele a un proceso de mercadotecnia más que a un brillante nuevo producto. Me sorprende que cambiaran la fórmula de su producto actual, en lugar de crear otra línea que tenga un precio más alto y sea más saludable”, sostuvo.

Teniendo en cuenta que los nuevos ingredientes cuestan más (un “aumento significativo”, según Multari), Nissin podía subir los precios cuando la nueva versión de Cup Noodles esté firmemente lanzada en el mercado, consideró Prevor.

Por su parte, Multari afirmó que la revisión del producto es sólo un primer paso, y adelantó que la compañía sondeará a los clientes respecto de otros productos de Nissin que podrían revisarse también. “Es un reto para todas las marcas que quieren permanecer actuales”, dijo, “y eso es exactamente lo que intentamos hacer”.

Siga a Shan en Twitter @ByShanLi

Traducción: Valeria Agis

Si desea leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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