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Pandillas cambian de táctica, ya casi no disparan desde autos

En el 2007, Joey Pacheco de 6 años de edad, coloca una vela en un memorial mientras que una reportera de televisión graba un segmento en Westlake, en donde un bebe murió en un tiroteo realizado desde un vehículo.

En el 2007, Joey Pacheco de 6 años de edad, coloca una vela en un memorial mientras que una reportera de televisión graba un segmento en Westlake, en donde un bebe murió en un tiroteo realizado desde un vehículo.

(Richard Hartog / Los Angeles Times.)
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Ricardo Núñez estaba podando un árbol afuera de su casa en Echo Park un domingo por la mañana del mes pasado cuando una camioneta blanca se detuvo y una persona que iba en el interior abrió fuego, matando al padre de familia de 35 años de edad.

Ray Martínez, el detective de la LAPD que está investigando el caso, está observando un menor número de este tipo de tiroteos fatales realizados desde el interior de los vehículos. Cuando Martínez va detrás de la cinta amarilla de alguna escena de un asesinato, más comúnmente está trabajando en casos donde un pistolero ha caminado hasta la víctima y le dispara.

Mientras la cultura de las pandillas se ha vuelto menos evidente, los asesinatos se han enfocado en sus objetivos y al mismo tiempo se han hecho más escalofriantes.

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“Los asesinos llegan a ver toda la reacción”, dijo Martínez. “Parece ser más atrevido”.

Jorja Leap, una antropóloga de la UCLA que estudia la cultura de las pandillas, está de acuerdo. “En un tiroteo a pie, estás viendo a la persona que estás matando”, dijo Leap. “Vas a escuchar lo que dice mientras le está disparando”.

Las estadísticas de los tiroteos fatales realizados desde los vehículos no estaban disponibles al público por parte del LAPD, y no hay estadísticas nacionales recientes. Pero Leap ve un cambio en la forma en cómo operan las pandillas.

Las pandillas de los latinos y de los afroamericanos, una vez conocidas por su intimidación de la calle, los colores y por la violencia que se hizo famosa en la película “Boys n the Hood”, durante años han hecho treguas para detener los tiroteos realizados desde los vehículos. En 1993, la Mafia mexicana, conocida por la policía como “La Eme”, les ordenó a miles de pandilleros latinos a detener estos tiroteos.

En el siglo XXI las pandillas se han hecho más estratégicas y se enfocan más en la empresa de los negocios criminales, en donde se puede conseguir una mayor cantidad de dinero, dijo Leap.

“Los tiroteos realizados desde los vehículos simplemente no funcionan tan bien”, dijo Leap. “Cuando realizas un tiroteo desde un vehículo, ahí es cuando tienes el mayor sentido de inexactitud”.

“Las pandillas quieren sobrevivir”, agregó Leap, “y las pandillas quieren hacer su trabajo”.

Un tiroteo de alto perfil puede manchar sus acuerdos de negocios.

“Nadie les va a comprar drogas; todos el mundo se les va a alejar cuando la policía este sobre ellos”, dijo Martínez.

Martínez señaló un tiroteo realizado en el 2007 en el cual un bebito de 23 días de nacido fue impactado y asesinado después de que los miembros de una pandilla se fueron en contra de un vendedor ambulante que se negó a pagar una “renta” de $50 dólares cerca de MacArthur Park. Luis García se encontraba en su coche de bebe cuando le dispararon. El último de los siete miembros de la pandilla que fueron condenados por el crimen fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional en el 2013.

Ocho años más tarde, el área alrededor de donde fue asesinado Luis García permanece dominada por las pandillas latinas, las más grandes siendo la pandilla de la calle 18 y la Mara Salvatrucha, comúnmente conocida como la MS-13.

Pero las actividades de las pandillas se han alejado de las guerras violentas por el territorio y las drogas, dijo el sargento Frank Bañuelos, un supervisor de las pandillas que trabaja con la división Rampart, donde Núñez fue asesinado. Ahora venden documentos falsos del gobierno, realizan robos o cobran impuestos por las drogas o por las mercancías de los vendedores ambulantes.

El MS-13 opera lo que la policía llaman “casitas” - fiestas nocturnas donde los hombres van a comprar drogas y a tener sexo con prostitutas. Aun así, la violencia no es totalmente evitable: Dos personas fueron asesinadas afuera de una casita en el 2013.

Leap, la antropóloga, dice que los miembros de las pandillas quieren evitar las largas condenas de prisión, así que se concentran en asesinarse unos a otros.

“En última instancia es una declaración sobre el valor de sus vidas”, dijo Leap. “Las vidas externas a las pandillas tienen un mayor valor”.

Aun así, los días de los tiroteos realizados desde los vehículos no se han terminado. La semana pasada, dos hombres en un sedán dorado abrieron fuego sobre el South Rampart Boulevard, hiriendo a una mujer de 57 años de edad que estaba realizando sus compras de supermercado. El objetivo del tiroteo era un miembro de una pandilla. La mujer, que recibió un disparo en la pierna, se espera que sobreviva.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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