Obama cobra $400,000 por discurso, pero la tarifa no es muy diferente de la de otros expresidentes
Después de un breve rato de sol y diversión, el expresidente Obama emergió el mes pasado de Chicago, su antigua ciudad natal, y de inmediato desató una polémica con su nueva etapa de ‘recolección’ de dólares, post-Casa Blanca.
Obama se presentó en un escenario ante estudiantes y pronunció una exhortación cívica al servicio público. Lo que levantó las cejas -o, mejor dicho, ciertas cejas- fue la noticia de que el expresidente pronunciaría un discurso pago, en septiembre próximo, en una conferencia de salud organizada por la firma de comercio e inversiones Cantor Fitzgerald. ¿Cuál sería el pago de Obama por un día? Unos interesantes $400,000 dólares.
Posteriormente, el New York Post informó que Obama había recibido $400,000 dólares adicionales por presentarse en un evento de A&E Networks el mes pasado, en Manhattan.
Aprovechar el circuito de los discursos se ha convertido en una tradición no siempre honrada por los últimos presidentes, empezando por Gerald Ford, un veterano miembro de la Cámara quien nunca planeó ser primer mandatario. Ford reemplazó a Spiro Agnew como vicepresidente cuando éste renunció en desgracia, y después asumió el cargo luego de que el presidente Nixon renunciara en lugar de enfrentarse a una destitución por el escándalo del Watergate.
La práctica tiende a generar una indignación selectiva (la presentación de Obama en Boston para aceptar un premio “Perfil de coraje” de la John F. Kennedy Library Foundation generó una nueva ronda de reprimendas).
Mientras que los defensores del buen gobernar, los expertos moralistas y algunos pioneros consejos editoriales cuestionan la práctica, muchos condonan las altas ganancias postpresidenciales siempre y cuando un miembro de su propio partido esté involucrado.
Por lo tanto, los demócratas horrorizados ante la paga diaria de $2 millones a Ronald Reagan por un par de discursos en Japón -que serían cerca de $4 millones de la actualidad, ajustados por inflación- se mostraron bastante menos molestos por la tarifa de $750,000 del expresidente Clinton -más de $800,000 de hoy- por un único discurso patrocinado por el gigante sueco de telecomunicaciones Ericsson.
A los republicanos horrorizados por el lucrativo discurso de Obama no pareció importarles cuando el expresidente George W. Bush le dijo francamente al biógrafo Robert Draper que planeaba “reponer las arcas” sumándose al lucrativo circuito de oradores cuando dejara la Casa Blanca.
Para ser justos, cabe señalar que algunos presidentes anteriores han tenido la práctica de donar al menos una parte de sus ganancias a organizaciones de caridad, y la mayoría renuncia a sus honorarios habituales para hablar con ciertas audiencias, como estudiantes o grupos sin fines de lucro.
A continuación un recuento de las tarifas que los presidentes pasados han cobrado por compartir su sabiduría después de años en el cargo, según se logró descifrar de varias informaciones (los expresidentes no están obligados a reportar sus fuentes de ingresos y, dada la probabilidad de la publicidad negativa, no tienen gran incentivo para hacerlo).
Las cifras reflejan la “tasa actual” estimada que cada expresidente recibió por discurso el año en que dejó el cargo, en contraposición con los honorarios por única vez -más lucrativos-, tal como la fortuna japonesa cobrada por Reagan o la aparición de Clinton en Ericsson.
Gerald Ford — 1977
$40,000
($165,000, ajustado por inflación)
Jimmy Carter — 1981
$50,000
($140,000, ajustado por inflación)
Ronald Reagan — 1989
$50,000
($100,000 ajustado por inflación)
George H.W. Bush — 1993
Hasta $75,000
($130,000, ajustado por inflación)
Bill Clinton — 2001
Hasta $500,000
($700,000, ajustado por inflación)
George W. Bush — 2009
Hasta $175,000
($200,000, ajustado por inflación)
Barack Obama — 2017
$400,000
(Se le conocen sólo dos discursos hasta el momento)
Copyright © 2017, Los Angeles Times
Traducción: Valeria Agis
