Nuevas leyes en dos estados podrían cambiar el mercado de la marihuana para uso recreativo

Cuando la industria legal de la marihuana comenzó su auge en Washington, los grandes inversores predijeron que el tráfico de cannabis en el noroeste sería pronto el favorito del sector corporativo de los EE.UU.

El expresidente de México Vicente Fox dio una conferencia de prensa en 2013, junto con el empresario de la marihuana Jamen Shively, quien expuso planes para crear la primera marca nacional de marihuana y prometió un gran crecimiento de ésta, similar al del tabaco. “Sí”, afirmó, “somos Big Marihuana”. Pero todo se evaporó y la marca nacional de Shively nunca logró materializarse. Ahora, eso está a punto de cambiar.

La Junta Estatal de Alcohol y Cannabis de Washington presentó esta semana una norma que permitirá a los inversores de todo el país ayudar a financiar el auge de la marihuana en ese estado. Oregón aprobó una práctica similar el año pasado, y se espera que Colorado haga lo mismo, eliminando su requisito de residencia de dos años para los inversionistas.

Si bien el cambio conlleva el riesgo de que el cannabis corporativo o los carteles delictivos ingresen a los mercados, los estados se están moviendo rápidamente para atraer a más inversores a la espera de que California, con un potencialmente vasto mercado, ingrese a la competencia si los votantes legalizan la venta de esta sustancia para usos recreativos este otoño.

Brian Smith, vocero de la Junta de Alcohol y Cannabis, afirmó que la nueva reglamentación de Washington tendrá efecto en junio próximo y eliminará un requisito de residencia de seis meses para los inversores que no sean del estado. Estos empresarios aún no podrán tener participación de propiedad en los negocios que respaldan, agregó. Pero de aprobarse un proyecto de ley en la Legislatura se permitirá que los no residentes puedan poseer hasta un máximo de un 49% de un negocio de marihuana.

A algunos les preocupa que eso “dé lugar a que los grandes negocios capturen el comercio de la marihuana en Washington”, afirmó Heather Wolf, abogada de Bellingham, Washington, quien representa a los empresarios del sector. La misma preocupación existió en 2013, cuando dicho estado se preparaba para lanzar la venta legal de la marihuana recreativa, aprobada un año antes.

El incipiente mercado de marihuana en el estado, concebido como una industria de bajo perfil y con tiendas de familia, podría convertirse en una enorme factoría, sienten algunos. Shively, director ejecutivo de una compañía llamada Diego Pellicer –el nombre de un héroe filipino y gran productor de cáñamo, quien fue también su tatarabuelo- predijo que él acuñaría más millonarios que Microsoft, donde alguna vez trabajó como director de estrategia corporativa.

Fox, que no participaba del emprendimiento de Shively, aseguró que apoyaba el plan basado en la creencia de que la marihuana legal era la solución para poner fin a la costosa guerra contra las drogas que afecta a México y los EE.UU.

Pero cuando ambos hombres fueron dejados fuera del tema y la amenaza de ‘Big Marijuana’ se calmó, el sistema del pequeño negocio se convirtió en un éxito.

Lo mismo ocurrió con Uncle Ike, una tienda de un barrio de Seattle que en un mes reciente alcanzó ventas por $1.4 millones. Es una de las 223 tiendas de marihuana de Washington que vendieron $260 millones en productos durante el último año fiscal, generando $65 millones en impuestos estatales y cientos de miles de clientes altamente satisfechos.

En este año fiscal, las ventas de marihuana en Washington se han disparado a $620 millones y han puesto $119 millones en las arcas de los impuestos estatales. Pero no todos los empresarios del sector están viendo beneficios. Para ayudarlos y expandir sus mercados, Washington y otros estados están revisando sus restricciones para las inversiones foráneas.

“Sólo hay un cierto número de personas dispuestas a invertir en esta industria, arriesgada y nueva”, dijo recientemente el senador Chris Holbert, un republicano de Colorado, a la Associated Press. “Por ello, permitirle a la gente de otros estados convertirse en inversionistas en este negocio... parece una buena idea”.

Eso mismo piensa la antigua compañía de Jamen Shively, Diego Pellicer. Ex excorporativo ha regresado con bajas expectativas y planes de abrir su primera tienda el mes próximo. “Hemos estado analizando la postura de Washington respecto de los inversores foráneos”, señaló Ron Throgmartin, presidente ejecutivo de Diego Pellicer Worldwide (DPW), de Santa Mónica, propietaria de la filial de Washington, Diego Pellicer Inc. “Aplaudimos sus recientes cambios para permitir dicha inversión”.

Al parecer, la idea también es buena para la industria de Washington, alguna vez reacia a las inversiones forasteras. En varias audiencias públicas recientes, nadie se manifestó en contra de las propuestas para revocar los requisitos de residencia, y en cambio muchos hablaron a favor. “Este proyecto de ley sería una herramienta increíble para la industria, para ayudarla a conseguir más capitales, algo que necesita con desesperación”, afirmó Ezra Eichmeyer, un consultor especializado. “Toda esta industria debió relanzarse desde cero, en un muy corto período de tiempo, sin ningún tipo de préstamos bancarios; y está limitada al capital de inversión sólo de Washington”.

Hoy en día, “eso nos está estorbando”, dijo. Pese a los millones de ventas anuales y el promedio de $14 millones en ingresos fiscales mensuales, Eichmeyer señaló: “Hemos capturado sólo una fracción del mercado de drogas ilícitas”. Más inversores y más ventas significarán más millones en las arcas fiscales del estado y menos en el mercado negro, aseguró.

Wolf, la abogada de la industria, también apoya el cambio. “Creo que es algo bueno, ya que las tiendas de marihuana necesitan tener acceso a más capitales”, afirmó. Para la letrada, no hay que temer a los forasteros. En su blog de temas legales, Wolf menciona las regulaciones que limitan la cantidad de licencias y licenciatarios, e impiden “que una sola entidad domine el mercado de cannabis en Washington”. Los forasteros también tendrían que aprobar una revisión de sus antecedentes penales.

“El mercado de la marihuana legal en el estado de Washington es principalmente un negocio en efectivo”, precisó Wolf. “Hasta la fecha, sólo cuatro uniones de crédito en el estado aceptan cuentas de empresas vinculadas con esta industria”. Los productores de marihuana sólo pueden recurrir a amigos y familiares en busca de préstamos, y éstos deben vivir en Washington.

El abogado Patrick Moberg, de Ephrata, Washington, cuyo hermano es un productor licenciado de marihuana, comentó que la ley de residencia era prácticamente ilegal de todas formas, y que otras leyes evitarán que las corporaciones se apoderen de la industria. “Washington justificó el requisito de residencia alegando que éste impediría que la marihuana viaje a otros estados, pero este argumento es una tontería”, afirmó. “En realidad, lo que ha hecho es reprimir el desarrollo del mercado”.

Throgmartin, de Diego Pellicer, dijo que debido a que su compañía es pública, la corporación “cree que beneficiarse directamente de la venta de cannabis, si bien está permitido a nivel estatal, podría violar leyes federales de comercio interestatal, al pasar esas ganancias a accionistas que residan en estados donde el cannabis sigue siendo ilegal”. Pero comenzarán a vender marihuana en Washington a través de su sede local, Diego Pellicer Inc.

“La primera tienda de marca Diego Pellicer abrirá en Seattle el mes próximo, y nos entusiasma establecer un nuevo estándar para las tiendas minoristas de marihuana recreativa en los EE.UU.”, dijo Throgmartin, quien señaló además que el antiguo líder de la compañía, Shively, es socio de esta tienda.

Él y otros inversores pueden esperar un crecimiento, según un reporte de 200 páginas de ArcView Market Research, acerca de las ventas y tendencias de la marihuana. El informe predice que Washington será el mayor mercado para el año 2020, con $2.3 mil millones en ventas, seguido de cerca por Colorado, con $2 mil millones.

Casi una docena de estados están actualmente considerando cambiar sus leyes referidas a la marihuana, señala también el reporte. Se espera que California y Nevada aprueben su uso en adultos y, eventualmente, se conviertan en los principales mercados, convirtiendo así a la costa oeste en el reino del cannabis legal dentro de los EE.UU.

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