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Muy cerca de su aprobación la ley para la muerte asistida

Debbie Ziegler sostiene una foto de su hija--Brittany Maynard, la mujer de California con cáncer cerebral que se mudó a Oregon el otoño pasado para acabar legalmente con su vida, durante una conferencia de prensa para anunciar la reintroducción de la legislación en agosto.

Debbie Ziegler sostiene una foto de su hija--Brittany Maynard, la mujer de California con cáncer cerebral que se mudó a Oregon el otoño pasado para acabar legalmente con su vida, durante una conferencia de prensa para anunciar la reintroducción de la legislación en agosto.

(Rich Pedroncelli / Associated Press)
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La Asamblea estatal aprobó el miércoles una medida que permitiría a los médicos de California recetar medicamentos de fin de vida a pacientes desahuciados, enviando la propuesta al Senado, que previamente había aprobado una ley similar.

Basado en una ley de Oregón, la medida por la asambleísta Susan Talamantes Eggman (D-Stockton) provocó un debate emocional, donde republicanos dijeron que es inmoral ayudar en un suicidio, pero donde también los seguidores argumentaron que los californianos con enfermedades terminales deberían tener la opción de morir tranquilamente y sin dolor.

“Estoy comprometido con este tema de que la gente pueda morir en sus propios términos’’, dijo Eggman, una profesora universitaria con experiencia en cuidados de fin de vida.

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La legislación fue aprobada por una votación de 42-33 después de que los miembros de la Asamblea ofrecieron argumentos apasionados, a menudo profundamente personales, a favor y contra del proyecto de ley.

La asambleísta Cheryl Brown (D-Rialto) habló a los legisladores acerca de su hijo, que estaba próximo a morir. Los doctores la instaban a dejarlo ir. Diecinueve días más tarde, él pudo vivir sin la ayuda del soporte de vida. Él sobrevivió y ahora es un esposo y padre.

“Los médicos no lo saben todo”, dijo Brown.

La asambleísta Marie Waldron (R-Escondido) durante el debate dijo a los miembros que “el suicidio no debe ser la primera opción cuando el hospicio y los cuidados paliativos no han sido tratados”.

El asambleísta Bill Quirk (D-Hayward), sin embargo, dijo que el proyecto de ley daría a los californianos opciones sobre el tipo y calidad de vida que quieren tener.

“Una vida vivida en el dolor no es soportable para algunas personas”, dijo.

El asambleísta Luis Alejo (D-Watsonville) arguyó que el proyecto de ley le permitiría a aquellos que sufren de enfermedades terminales poder poner fin a su sufrimiento de manera pacífica y digna.

La vos de Alejo se le hizo nudo con la emoción, habló de su padre, que está en dolor porque sufre de cáncer terminal del hueso, y de cómo su padre quería hacer sus propias decisiones sobre el final de su vida.

“Respeto sus decisiones”, dijo Alejo.

La propuesta cobró impulso después de que la californiana Brittany Maynard se mudó a Oregon el año pasado porque así ella podría terminar su vida con medicamentos para evitar el sufrimiento y los efectos debilitantes del cáncer en el cerebro. En una apelación grabada antes de su muerte, Maynard instó a los legisladores de California a aprobar la legislación.

Sin embargo, una ley similar se empantanó en un panel de la Asamblea y la propuesta tuvo que ser revivida en un proyecto de ley separado, como parte de una sesión especial convocada por el gobernador Jerry Brown sobre la salud.

Al esposo y la madre de Maynard el miércoles se les unieron una docena de activistas que observaron la votación desde la galería de la Asamblea. Hubo aplausos, lágrimas y abrazos cuando se tomó el voto.

Dan Díaz, esposo de Maynard, fue emotivo en su respuesta.

“Hay un sentido de orgullo en la legislatura”, dijo Diaz. “Hoy se reafirmó la razón por la que Brittany habló de esto. La legislatura ya no abandonará a los enfermos cuando el hospicio y los cuidados paliativos no son una opción. Ellos pueden partir suavemente”.

Eggman recientemente modificó su proyecto de ley, AB 2 X-15, a la puesta de sol en 10 años, momento en el que los legisladores pudieran revisar cómo la ley trabaja y decide si otorgar una extensión.

El acta de opción de final de la vida requerirá que los pacientes presenten dos solicitudes orales, con un mínimo de 15 días entre una y otra, y una solicitud por escrito y que el médico tratante las reciba personalmente las tres peticiones.

La solicitud por escrito sería firmada ante dos testigos que deben dar fe de que el paciente es de mente sana y no se encuentra bajo coacción.

Los opositores del proyecto de ley, incluyendo a la iglesia católica y a los defensores de los discapacitados, expresaron su preocupación de que la legislación podría hacer que las personas con discapacidad fueran coaccionadas para acabar con su vida prematuramente.

No está claro si el proyecto de ley será firmada por Brown, quien es un ex estudiante del seminario jesuita.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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