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Mientras crece el alquiler de prendas, hasta las tiendas minoristas prueban el nuevo modelo

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La costumbre de la generación del Milenio de rentar en lugar de poseer se ha extendido mucho más allá de la vivienda y los viajes compartidos, e incluso algunos de los grandes minoristas tradicionales están tomando nota de ello.

Los servicios de suscripción en línea para alquiler de ropa y accesorios van en aumento, lo cual significa que los consumidores ahora pueden vestirse usando un armario giratorio virtual gracias a varias empresas nuevas. Le Tote, por ejemplo, renta prendas para el uso diario, Gwynnie Bee atiende a mujeres de talla grande y Ms. Collection envía usuarios artículos sorpresa basados en el estilo personal.

Normalmente, estas empresas nóveles cobran una tarifa mensual y permiten a los usuarios utilizar la ropa durante un mes, o algunas veces por una cantidad ilimitada de tiempo. Los clientes devuelven las prendas sin pagar el envío ni los costos de limpieza en seco.

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Es un modelo impulsado por Rent the Runway, que comenzó en 2009 como un servicio en línea donde los usuarios podían alquilar artículos de diseño de alta gama a una fracción del precio minorista, generalmente para un evento especial. Desde entonces, la compañía de Manhattan agregó dos niveles más económicos a su servicio: un guardarropas de diseñador, ilimitado, por $159 al mes, y una opción de bajo costo por $89 dólares mensuales.

Mediante el uso de servicios de alquiler por suscripción, los consumidores tienen acceso a miles de productos, más de lo que generalmente podrían pagar, a una tarifa mensual fija. Ello le da a los usuarios más valor y más opciones por un precio menor, señaló Jennifer Hyman, directora ejecutiva de Rent the Runway.

El presidente de Le Tote, Brett Northart, indicó que la renta de ropa se ha disparado porque los clientes quieren flexibilidad en su vestuario. Además, la recesión hizo que la gente estuviera menos enamorada de poseer cosas, expuso.

Los minoristas Ann Taylor y DSW Inc. han recibido comentarios similares de los clientes. Ann Taylor encuestó a sus consumidores para saber dónde, cuándo y cómo están comprando, y descubrió que la gente estaba interesada en alquilar prendas de todos los días, informó Julie Rosen, vicepresidenta y gerente general de la firma.

En respuesta a ello, la compañía lanzó Infinite Style en octubre, un servicio que permite a las mujeres alquilar tres artículos por un tiempo indeterminado, a $95 por mes. “Debemos innovar para competir”, remarcó. “Tenemos que encontrarnos con nuestro cliente allí donde está comprando, y con lo está haciendo de formas nuevas y diferentes”.

La investigación de consumidores de DSW, a principios de este año, logró que el minorista de calzado comenzara a probar un servicio de alquiler con un grupo de asociados, señaló Amy Stevenson, directora de marketing de la empresa, en un correo electrónico.

La nueva modalidad particularmente resuena con los milennials. Uno de cada diez compradores en línea alquiló un producto por esa vía en el último año, de acuerdo con el estudio Pulse of the Online Shopper (pulso del comprador en línea), de UPS, y los jóvenes de entre 18 y 36 años tienen tres veces más probabilidades de haber alquilado un producto en línea que sus pares de otras generaciones.

A Ronald Friedman, líder de la práctica minorista en Marcum, una firma de asesoría y contabilidad, no le sorprende que los comerciantes tradicionales prueben la renta como una forma de mejorar la experiencia de los clientes, la clave para mantenerse competitivos en medio de la creciente presión sobre el mercado minorista.

Las ventas de Ann Taylor para el año fiscal 2017 cayeron un 7% en las tiendas abiertas hace al menos un año, una medida minorista clave, y 18 establecimientos cerraron, de acuerdo con los documentos presentados por su matriz, Ascena Retail Group. Ascena -cuyas otras cadenas incluyen Lane Bryant, Dressbarn y Justice- precisó en junio que planeaba cerrar hasta 667 tiendas en dos años.

La compañía culpó por sus problemas a un mercado extremadamente competitivo y el movimiento acelerado de los compradores hacia los sitios de comercio electrónico, lo cual provocó que el minorista redujera los precios en un intento por impulsar el tráfico decreciente de la tienda.

Pero más allá del éxito en aumento de muchos minoristas on line, actualmente hay demasiadas tiendas físicas, afirmó también Friedman.

Los minoristas operan 24 pies cuadrados de espacio de venta por cada residente de los EE.UU., en comparación con aproximadamente seis pies cuadrados por persona en Europa y Japón. Se estima que miles de tiendas en todo el país habrán cerrado a finales de este año, por lo cual los minoristas deben competir creando experiencias más dinámicas, dijo.”Cualquiera a quien se le ocurra una nueva idea para las tiendas minoristas, está haciendo algo correcto”, manifestó.

Rent the Runway, por el contrario, ha abierto varios locales físicos en lugares como Woodland Hills y San Francisco.

Pero estas tiendas están lejos de las tradicionales, y en cambio actúan más como salas de exposición y extensión de los guardarropas de los suscriptores, precisó Hyman. Algunas mujeres acuden a las tiendas Rent the Runway casi a diario para vestirse para el trabajo, señaló, y los usuarios usan de 12 a 15 equipos alquilados por mes, un cambio completo en el comportamiento de las compras tradicionales.

“La gente no va a las tiendas físicas debido al crecimiento y la omnipresencia de compañías como Amazon, y la eficiencia de [esas] experiencias de compra”, afirmó Hyman.

Nicole Smith-Goldberg, usuaria de Rent the Runway desde 2011, probó el servicio por primera vez en el verano, cuando tenía siete bodas para asistir, principalmente dentro del mismo grupo de amigos. Como entrenadora personal y bailarina, comentó Smith-Goldberg, pasa mucho tiempo en pantalones de yoga, por lo cual gusta de usar vestidos modernos e interesantes en eventos y fiestas. Alquilar en lugar de comprar, expresó, es lo más conveniente. “Con las redes sociales, tu imagen aparece mucho”, afirmó la residente de Nueva York, de 38 años. “Se nota si usas el mismo atuendo todo el tiempo”.

Sumado a ello, también existe el potencial de alquilar más que únicamente ropa y accesorios.

Omni, una empresa novel con sede en San Francisco, es como el almacenamiento en la nube, pero para cosas. La firma brinda a los usuarios una plataforma para rentar una variedad de artículos que guardan con Omni, como maletas, equipos deportivos y otros objetos útiles que normalmente descansarían en los garajes de un hogar.

El fundador de Omni, Tom McLeod, afirmó que el servicio de alquiler desbloquea el valor de los artículos que las personas poseen y les da a los consumidores acceso a un conjunto de artículos que antes no tenían. Un reciente testimonio agradeció a Omni, que actualmente opera sólo en el Área de la Bahía, por entregar un purificador de aire durante los incendios de octubre que cubrieron la región de humo. “Ir a una boda, tener una cita por la noche, practicar kite surf en Kauai; no es necesario tener todo lo que necesitas para ello en el ínterin”, dijo McLeod.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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