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Mientras avanza hacia la nominación, Donald Trump se pregunta si debería bajar el tono

El favorito de los candidatos republicanos, Donald Trump, se dirige a la multitud durante un mitin en Indianápolis, este jueves.

El favorito de los candidatos republicanos, Donald Trump, se dirige a la multitud durante un mitin en Indianápolis, este jueves.

(John Sommers II/Getty Images)
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Después de unos minutos sumergido en un ruidoso mitin en el cual tildó a un rival de ‘vago’, le gritó a uno de los manifestantes que ‘se vaya a casa con mamá’ e imploró a sus seguidores que “saluden a los medios de comunicación deshonestos”, Donald Trump se detuvo un momento para reflexionar.

“Ellos quiere que sea ‘presidencial’”, le dijo Trump a la multitud reunida en un suburbio de Filadelfia. “Creo que luzco presidencial. ¿No les parece?”, preguntó, y rápidamente continuó: “Dejé afuera a 16 candidatos; un gobernador, un senador, otro gobernador, otro senador… Y luego dicen ‘Deberías ser más presidencial’. Pero, oigan amigos, creo que debo tener cuidado de no ser demasiado presidencial”.

Mientras avanza hacia la nominación republicana, Trump apareció esta semana en aparente lucha con la posibilidad de bajar el tono de su estilo descarado y de adoptar alguna parafernalia más propia de un candidato presidencial, consciente de que tal cambio podría alienar a los seguidores que están deslumbrados por su enfoque opuesto a la clase dirigente.

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Quienes participaron de sus mitines últimamente parecían divididos entre sus deseos de verlo sacudir la política, y abrazar las realidades de construir una coalición ganadora en la elección general. “Quiero que actúe como un presidente cuando sea necesario, y que sea directo cuando lo necesite”, explicó Susan Kelleher, de 73 años de edad, quien participó de un mitin esta semana en Hagerstown, Maryland.

Tal como dijo el propio Trump este martes, mientras celebraba sus victorias en cinco estados de la costa este: “¿Por qué debería cambiar? Si tienes un equipo de fútbol que está ganando y llega al Super Bowl, ¿para qué cambiarías al mariscal de campo?”.

Una de las respuestas a ello es que, aunque su personalidad exacerbada y suelta de lengua le ha deparado votantes en las primarias republicanas, podría decepcionar a una franja mucho más amplia de votantes en la elección general. Más del 65% de los estadounidenses tienen una opinión negativa de Trump, según el promedio de los últimos sondeos de Real Clear Politics, lo cual lo convierte en el político menos popular desde que los encuestadores comenzaron a hacer su trabajo.

“El Trump que vemos en la campaña electoral hasta la fecha tiene seguidores muy leales, pero con un techo muy duro”, afirmó Dan Schnur, director del Instituto de Políticas Jesse M. Unruh de USC. “El problema de Trump es que su base actual de seguidores no es lo suficientemente grande como para convertirlo en presidente. Si él desea ampliar esa base, deberá adoptar un enfoque diferente, pero por ahora no queda claro si él quiere hacer algo distinto, o si puede hacerlo”.

Como parte de un esfuerzo de su campaña por mostrarlo en entornos más formales y presidenciales, Trump pronunció un discurso acerca de política exterior en un laboratorio de ideas (think tank) de Washington, este miércoles. Pero el precandidato, quien tiene un don para hablar extemporáneamente, tuvo problemas con el apuntador electrónico y pronunció mal algunas palabras. En comparación con sus típicas actuaciones de campaña, Trump lució decididamente con ‘baja energía’, algo que él mismo le endilga frecuentemente a su exrival Jeb Bush.

Bien conocido más por su programa de TV que por la política, Trump parece sentirse más a gusto -y más convincente- en medio de grandes concentraciones, donde las masas esperan su imprevisibilidad, su indisciplina y su histrionismo.

En Hagerstown, en un hangar colmado de gente, el magnate neoyorquino hizo su entrada triunfal en helicóptero mientras sonaba a todo volumen el tema de la película “Air Force One”. Sin notas ni guía, Trump zigzagueó entre diversos temas, denunciando el ‘negocio falso’ de la política en un minuto, e incitando cánticos a favor del muro en la frontera con México en otro.

Trump animó a la multitud a expresar su desdén por una avalancha de periodistas que se encontraban en el lugar para cubrir el evento. “¡Todos ustedes son mentirosos!”, les gritó un hombre a los reporteros. Otro participante interrumpió al propio Trump y gritó: “¡Obama es un terrorista!”.

Fue una escena emocionante para Josh Valentine, de 20 años de edad, y Steve Eichelberger, de 27, dos amigos de Maryland que se conocieron trabajando en McDonald’s. Eichelberger afirmó que varios miembros de su familia se registraron para votar por primera vez gracias a Donald Trump, atraídos por su promesa de generar más puestos de trabajo dentro del país y su estilo “políticamente incorrecto”.

“Hemos tenido prédicas por los últimos 200 años”, expresó Valentine. Pero algunos de los partidarios de Trump reconocen que, si bajara su tono agresivo, el precandidato podría ganar nuevos sectores. “Tengo sentimientos encontrados al respecto”, aseguró Dana Stevenson, de 54 años de edad, quien asistió a un mitin en West Chester, Pensilvania, junto con su prometido, Don Mimm. “Me gusta que diga lo que piensa. pero a veces no sé por qué dice ciertas cosas. A muchos de mis amigos no les gusta debido a sus orígenes”, continuó Stevenson, quien trabaja en tecnología. “Mi padre no lo apoya por su manera de hablar”.

Mimm, propietario de un negocio, agregó: “No me gusta defenderlo. Sería bueno que, en lugar de defenderlo, pudiéramos hablar de sus políticas”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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