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Los adolescentes de EE.UU. toman menos riesgos con su salud, aunque el consumo de alcohol y el sexo inseguro todavía son comunes

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El año escolar ha terminado, y los funcionarios de salud pública emitieron un boletín de calificaciones para los estudiantes de preparatoria del país.

En general, las notas son buenas. Menos adolescentes de EE.UU. tienen relaciones sexuales o consumen drogas ilícitas (el rock-and-roll no fue tomado en cuenta). También es menos probable que beban y conduzcan, fumen cigarrillos o beban alcohol con regularidad.

“La prevalencia general de la mayoría de las conductas de riesgo para la salud ha avanzado en la dirección deseada”, escribió un equipo de la División de Salud Adolescente y Escolar de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

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Sin embargo, agregaron, “muchos estudiantes de secundaria se involucran en comportamientos de riesgo para la salud asociados con las principales causas de muerte” para su grupo de edad.

La evaluación se basa en datos de la Encuesta Nacional de Conducta de Riesgo Juvenil de 2017. El CDC realiza el sondeo cada dos años con un grupo de estudiantes elegidos al azar, que son representativos a nivel nacional y cursan entre noveno y doceavo grado. Los estudiantes, tanto de escuelas públicas como privadas, respondieron hasta 99 preguntas que cubrían una amplia gama de temas. Un total de 14,765 cuestionarios se emplearon para compilar este informe.

Aquí hay un vistazo a la boleta de calificaciones, que aparece en el Informe semanal de morbilidad y mortalidad de los CDC, publicado el 15 de junio.

Comportamiento sexual

Poco menos de cuatro de cada 10 estudiantes de preparatoria dijeron haber tenido relaciones sexuales al menos una vez; los varones (41%) tuvieron una probabilidad levemente mayor que las niñas (38%) de haber perdido la virginidad. La cifra total permaneció esencialmente sin cambios desde la última encuesta, en 2015, pero fue significativamente menor que el 54% de los alumnos que informaron haber tenido relaciones, en la encuesta de 1991.

Casi el 30% de los estudiantes afirmaron que habían sido sexualmente activos en los últimos tres meses, y el 10% de ellos declaró haber tenido relaciones con cuatro o más personas. En 1991, el 19% de los estudiantes dijeron que habían tenido cuatro o más parejas sexuales.

Entre los jóvenes sexualmente activos, el 29% indicó que ellos o su pareja usaron algún tipo de control de natalidad reversible y de acción prolongada, como un DIU, implantes o píldoras anticonceptivas. Solo el 54% señaló el uso de condón la última vez que tuvieron relaciones sexuales. En 2005, esa cifra llegó al 63%.

Ataque sexual

Aproximadamente el 7% de los estudiantes afirmaron haber sido forzados a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad, siendo las niñas (11%) mucho más propensas a experimentar esto que los varones (4%). Se observó una disparidad aún mayor en función de la orientación sexual: el 5% de los estudiantes heterosexuales y el 22% de los estudiantes homosexuales, lesbianas y bisexuales dijeron que los obligaron a tener relaciones sexuales cuando no lo deseaban.

Casi el 70% de los estudiantes de preparatoria afirmaron que habían salido con alguien en el año anterior, y entre estos estudiantes, el 7% informó que durante ese tiempo se vieron obligados a hacer “cosas sexuales” que no deseaban, como besarse, tocarse o tener relaciones. Es un descenso en comparación con 2015, cuando casi el 11% de los estudiantes informaron casos de “violencia sexual en las citas”.

Tabaquismo

A nivel nacional, el 29% de los estudiantes dieron al menos una bocanada a un cigarrillo en algún momento de sus vidas, y 9% habían fumado al menos una vez durante los 30 días anteriores, incluido el 2% que fuma a diario. Todas estas cifras bajaron bruscamente desde 1991, cuando el 70% de los estudiantes habían probado al menos un cigarrillo, el 28% de ellos habían fumado en el último mes y el 10% lo habían hecho todos los días.

La historia fue diferente para los cigarrillos electrónicos. Según los resultados de la encuesta, el 42% de los estudiantes de preparatoria probó algún tipo de producto de vapeo al menos una vez, y el 13% lo había hecho en los últimos 30 días, una cifra significativamente más baja que el 24% que lo hacía en 2015. En 2017, los varones (16%) fueron más propensos que las niñas (11%) a decir que habían fumado recientemente, y el 3% de los alumnos en general reconocieron que habían vapeado frecuentemente (en al menos 20 de los 30 días previos).

Consumo de drogas

La marihuana fue la droga más popular entre los estudiantes de preparatoria; un 36% de los estudiantes reconocieron que la habían usado al menos una vez, y un 20% habían fumado en los 30 días anteriores a la encuesta. Ambas cifras han disminuido desde sus picos, a mediados y finales de 1990, cuando el 47% de los estudiantes la había probado y el 25% la había usado recientemente.

En 2017, los estudiantes afroamericanos (43%) y latinos (también 43%) tuvieron más probabilidades que los estudiantes blancos (32%) de probar marihuana.

El 5% de los estudiantes de secundaria dijeron haber probado alguna forma de cocaína en 2017; el 2% probó heroína, el 3% consumió metanfetaminas, el 4% reconoció haber consumido éxtasis y el 7% probó drogas alucinógenas, como el LSD o setas mágicas. Todas estas cifras también disminuyeron desde sus máximos, en 1999 o 2001.

Abuso de analgésicos

Aproximadamente uno de cada siete estudiantes indicaron que habían tomado un analgésico recetado, sin receta o sin la indicación de un médico. Estos analgésicos incluyeron OxyContin, Vicodin, Hydrocodone, Percocet y codeína.

El abuso de analgésicos recetados fue tan bajo como el 8% en algunos estados, y tan alto como el 19% en otros. Esta fue la primera vez que se consultó a los alumnos sobre estos medicamentos, por lo cual no hubo comparaciones con años anteriores.

Consumo de alcohol

Más de la mitad -el 60%- de los estudiantes tomaron un trago alcohólico al menos una vez en la vida. Las mujeres (63%) mostraron más probabilidades que los varones (58%) de haberlo probado, al igual que los latinos (65%) y los blancos (62%) en comparación con los estudiantes negros (51%). En 1991, el 82% de los estudiantes había intentado beber al menos una vez.

El consumo actual de alcohol -es decir, haberlo consumido al menos una vez en los últimos 30 días-, también descendió desde máximos históricos, cayó del 51% en 1991, al 30% en 2017.

Casi el 14% de los estudiantes señaló un episodio reciente de consumo excesivo de alcohol, que se define como haber consumido al menos cuatro bebidas seguidas para las niñas o al menos cinco para los chicos. Esta fue la primera vez que la encuesta preguntó sobre el consumo excesivo de alcohol, por lo cual no hubo comparaciones históricas.

Conducir arriesgadamente

Casi el 63% de los estudiantes que respondieron la encuesta están habilitados para conducir; entre ellos, el 6% dijo que había bebido alcohol y el 13% había usado marihuana antes de ponerse detrás del volante, al menos una vez en los últimos 30 días. Los varones (6.8%) tuvieron más probabilidades que las niñas (4.1%) de conducir después de beber. Apenas en 2013, el 10% de los conductores alumnos de preparatoria respondieron que habían usado recientemente un vehículo después de beber.

Aproximadamente uno de cada seis estudiantes señalaron que habían sido pasajeros en un automóvil conducido por alguien que había estado bebiendo, al menos una vez en los últimos 30 días. Ello es una mejora desde 2015, cuando uno de cada cinco estudiantes lo había hecho. En 1991, dos de cada cinco alumnos.

Entre los estudiantes habilitados para conducir, el 39% afirmó que recientemente habían enviado mensajes de texto o usado su correo electrónico mientras estaban al volante. Esta cifra es esencialmente la misma que la del 41% que lo había hecho en 2013.

Casi el 6% de los estudiantes de preparatoria dijeron que “rara vez” o “nunca” usaban el cinturón de seguridad cuando viajaban en un automóvil; los varones (6.6%) tenían más probabilidades de hacerlo que las niñas (5.1%). Esto solía ser mucho más común: en 1991, casi el 26% de los estudiantes de preparatoria no se abrochaban el cinturón habitualmente.

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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