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León de montaña P-22, sospechoso de matar a koala del zoológico de L.A.

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El 3 de marzo, uno de los koalas del zoológico de Los Ángeles se extravió. A poca distancia de su recinto se encontró parte de su pelo. Aproximadamente 300 metros más lejos se localizó su cuerpo destrozado.

En el mundo legal, se le hubiera llamado evidencia circunstancial.

Algo debe haber sido capaz de llevarlo tan lejos, supusieron los empleados del parque. Entonces examinaron las “cámaras de trampa” —dispositivos de vigilancia con sensores de movimiento— en un esfuerzo por encontrar al culpable. Aunque el ataque no quedó registrado, ellos encontraron fotos del probable perpetrador: P-22, el león de montaña más famoso del Griffith Park.

Los funcionarios del zoológico no saben cómo el león de montaña está entrando y saliendo del parque, pero dijeron que fue ubicado en las cámaras colocadas alrededor del lugar la noche que el koala fue atacado.

“La evidencia es circunstancial. No tenemos ningún video de él llevándose al Koala. No podemos asegurarlo al 100 %”, le dijo al L.A. Times John Lewis, director del zoológico.

Hace aproximadamente un mes, las cámaras colocadas alrededor del parque para registrar el comportamiento de los animales salvajes más pequeños, como linces y coyotes, apareció P-22 vagando por el parque de noche.

“Fue como ‘Whoa’”, dijo Lewis, cuando vieron la imagen del puma de 6 años en la cámara.

Desde entonces, P-22 ha sido visto en cámara algunas otras veces, y una vez dejó los restos de un mapache devorado. Algún día entre la noche del 2 de marzo y la mañana del 3 de marzo, el depredador visitó el sitio del Koala, supone Lewis.

“Ella era muy independiente”, dijo Lewis de la Koala, que no tenía ningún descendiente y llegó de Australia. “De noche, por cualquier razón, era típico para ella andar por ahí… los otros koalas andan arriba en los árboles”.

No había ningún rastro de sangre en el recinto para indicar un ataque violento, dijo. Los koalas se encuentran en un recinto abierto, rodeado por una pared de 8 pies de alto.

“Él tuvo que saltar hacia abajo dentro del recinto y saltar de regreso con el koala”, indicó Lewis. “Ésta es una hazaña bastante difícil.... Fue un moviemiento muy rápido”.

Los empleados notaron la mañana siguiente que algo andaba mal, cuando hicieron un conteo de los koalas. Había sólo 10, cuando debería haber 11.

Killarney pesaba 15 libras y llegó al zoológico en mayo de 2010. Ella nació el 17 de diciembre de 2001, recordó Lewis.

“Lamentablemente, este tipo de incidentes pasan cuando tenemos un zoológico tan cercano a uno de los parques urbanos más grandes del país”, dijo en un comunicado Barbara Romero, vicealcalde para Servicios de la Ciudad.

“Estamos investigamos las circunstancias de la desaparición del koala, pero mientras tanto, estamos tomando medidas para asegurar que todos nuestros animales estén a salvo. Los koalas han sido retirados de su hábitat público por ahora, y otros animales están siendo llevados a sus cuartos de noche cuando el zoológico cierra”, dijo Romero.

Si P-22 estuvo detrás del ataque, no sería una sorpresa, le dijo a NBC4 Kate Kuykendall, funcionaria del Servicio Nacional de Parques.

“Esto no sería un ejemplo de él comportándose agresivamente o de modo anormal”, agregó.

Pero el concejero de la ciudad Mitch O’Farrell tiene una perspectiva distinta. En un comunicado a la prensa local, él sugirió que es tiempo de que P-22 encuentre un nuevo hogar.

“Independientemente del depredador que mató al koala, esta tragedia solamente acentúa la necesidad de contemplar la reubicación de P-22 a un área más segura, más remota donde tenga el espacio adecuado para vagar sin la posibilidad de tener interacción humana”, dijo O’Farrell.

“P-22 está madurando, seguirá vagando y corre el riesgo de un cruce fatal en la autopista en su búsqueda de una compañera. Aunque amamos a P-22 en Griffith Park, sabemos que el parque no es un lugar conveniente para él. Deberíamos considerar llevarlo al entorno que necesita”, dijo.

P-22 se ha convertido en algo así como una mascota para Griffith Park, con su imagen majestuosa capturada frente al letrero de Hollywood por un fotógrafo de National Geographic.

El año pasado, el león de montaña causó una escena característica de Los Ángeles —con camionetas de noticias de TV y todo— cuando salió de Griffith Park y se refugió bajo una casa de Los Feliz. Eventualmente regresó al parque.

Expertos estatales y federales de vida salvaje están investigando un aumento de reportes durante el año pasado, de leones de montaña comiéndose animales domésticos y ganado alrededor del Área Nacional de Recreación de las Montañas de Santa Mónica.

Pruebas genéticas de UCLA y UC Davis mostraron que P-22 probablemente nació en las Montañas de Santa Mónica y luego cruzó los Freeways 405 y 101, para en el 2012 convertir al Griffith Park en su hogar.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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