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LAPD manipuló durante años las cifras de delitos graves para que parecieran menos

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El Departamento de Policía de Los Ángeles clasificó incorrectamente aproximadamente 14,000 agresiones graves como delitos menores en un período de ocho años, bajando así artificialmente los niveles de delincuencia de la ciudad, según un análisis del Times.

Si los delitos son contados correctamente, el crimen violento en la ciudad era 7% más alto de lo que LAPD reportó en el periodo comprendido de 2005 al otoño de 2012, y el número de las agresiones graves era 16% más alto, según los hallazgos del análisis.

Cuando les fueron presentados los resultados, altos funcionarios de la policía de Los Ángeles reconocieron que el departamento comete errores y dijeron que estaban trabajando para mejorar la exactitud de los reportes de los datos de los crímenes.

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“Sabemos que esto puede tener un efecto cáustico sobre la confianza del público sobre nuestros reportes”, dijo el asistente de jefe Michel Moore, que supervisa el sistema que la policía de Los Ángeles usa para hacer la recopilación de datos sobre la delincuencia. “Por eso es que estamos comprometidos a... eliminar hasta donde sea posible los errores”

El Departamento de policía de Los Ángeles mal clasificó aproximadamente 14,000 agresiones graves desde 2005 al 2012. Incluso tomando los errores en cuenta, los delitos violentos y los asaltos graves mostraron que van en disminución.

Los casos erróneamente clasificados a menudo implicaron ataques que resultaron en lesiones graves, como un incidente de 2009 en el que April L. Taylor apuñaló a su novio en el estómago con un cuchillo de cocina de 6 pulgadas durante una disputa doméstica, según muestran los records policiales y de la corte.

La policía arrestó a Taylor, quien más tarde fue declarada culpable de asalto con un arma mortal. La base de datos de delincuencia de la policía de Los Ángeles, sin embargo, registró el ataque como un “asalto simple”. Debido a esto, el caso — como otros incidentes mal clasificados — quedó fuera del cómputo de LAPD de la violencia en la ciudad.

Los errores sucedieron durante el tiempo en que la policía informaba que el crimen en toda la ciudad estaba a la baja. El análisis de The Times reveló que los casos erróneamente clasificados no eran lo suficientemente numerosos como para alterar la tendencia descendente general.

Sin embargo, los resultados son una marca contra un departamento que durante mucho tiempo ha sido visto como un líder nacional en el uso de la información para ayudar a desplegar a sus oficiales y establecer metas de lucha contra el crimen. Cuando el alcalde Eric Garcetti asumió el cargo en 2013, sostuvo al sistema de seguimiento de datos de la policía de Los Ángeles como el modelo que el resto de la administración de la ciudad debería emular.

Los resultados dan seguimiento a una investigación de The Times del año pasado que examinó los datos de LAPD sobre los datos de delitos durante un período de 12 meses, terminando en el otoño de 2013 y encontró errores generalizados en la forma en que fueron clasificados los asaltos graves.

En respuesta a ese informe, el jefe de la policía Charlie Beck, reconoció públicamente que había problemas con la manera en que el departamento procesa el registro de delitos. Él presentó una serie de cambios destinados a mejorar la rendición interna de cuentas y los funcionarios recibieron capacitación sobre cómo clasificar crímenes.

La Comisión civil de policía, que supervisa a la policía de los Ángeles, también instruyó a su inspector general, Alex Bustamante, para llevar a cabo una amplia auditoría de los datos de delitos que produce el Departamento de policía. Los funcionarios dijeron que esperaban que Bustamante publicara sus conclusiones a finales de este año.

Las reformas implementadas el año pasado se centran alrededor de un equipo recién formado de detectives encargados de mejorar la calidad de clasificación y reporte de crímenes de DPLA. El equipo, llamado The Data Integrity Unit (Unidad de integridad de datos), ha reentrenado a cientos de oficiales que tienen algún papel en la clasificación de delitos.

La unidad también realiza inspecciones frecuentes a los reportes de crimen a través de las divisiones regionales del Departamento en busca de errores y señales de confusión entre los oficiales y sus supervisores, dijo John Neuman, analista senior de crimen.

Además, se crearon detallados diagramas de flujo, llamados “árboles de decisión”, para proporcionar instrucciones -paso por paso- para los supervisores de estación, que son los responsables de aprobar los informes de delitos de los oficiales y de decidir cómo se deben clasificar los incidentes.

Una auditoría interna de la policía publicada esta semana encontró que los problemas de clasificación de la delincuencia persistieron el año pasado; los auditores encontraron suficientes errores en los datos de 2014 que las agresiones agravadas habrían sido 23% más elevadas de lo que se reportó previamente. Los funcionarios de la policía de Los Ángeles destacaron que la nueva auditoría revisó los datos capturados antes de que las reformas entraran en vigor y dijeron que se espera que las tasas de error mejoren en el futuro.

El LAPD continúa buscando formas de eliminar tantos errores humanos como sea posible del proceso de información, dijo Moore.

Reemplazar los gravemente anticuados sistemas de gestión de records del Departamento con un nuevo sistema de gestión con tecnología más automatizada ayudaría. Sin embargo, los funcionarios de la ciudad negaron una solicitud de fondos del Departamento para realizar una evaluación de lo que costaría un nuevo sistema, hizo notar Moore.

Los esfuerzos para mejorar la exactitud de los datos dentro de LAPD se ha desplegado en medio de un fuerte aumento en los delitos violentos de la ciudad durante el último año. Moore y otros funcionarios de la policía han dicho que parte del aumento puede deberse a que la información es más precisa, pero que gran parte de ello refleja un aumento real en el crimen.

Por ejemplo, los homicidios y las balaceras, categorías menos susceptibles a errores de clasificación — se han incrementado hasta por dos dígitos este año.

Para analizar los datos, The Times utilizó un algoritmo de computadora. El programa utiliza datos de delincuencia desde los tiempos anteriores a la investigación para aprender palabras clave que identifican un delito ya sea como un ataque grave o como uno menor. El algoritmo analiza casi ocho años de datos de incidentes, y los resultados fueron muestreados y verificados manualmente por reporteros para comprobar su exactitud.

El análisis encontró que el número estimado de errores cometidos por LAPD fue más o menos constante de año en año, y a pesar de que la policía no pudo contar los casos erróneamente clasificados en su recuento anual de crímenes, la disminución relativa de un año a otro, fue todavía exacta.

Como en su anterior examen, The Times encontró ejemplos de delitos graves, como el del acuchillamiento cometido por Taylor, que fueron erróneamente clasificados como delitos menores.

Por ejemplo, en 2012, William Wisdom le sacó un arma a un hombre, de acuerdo a los registros policiales y judiciales. Aunque Wisdom fue arrestado y encontrado culpable de amenazar con un arma de fuego, la policía contó su crimen como un delito menor.

Como parte de sus reformas, el departamento ahora cuenta todos los casos de blandir armas como delitos graves.

Moore dijo que se sentía confiado de que los crímenes erróneamente clasificados todavía reciben la atención apropiada de parte de los detectives.

Algunos actuales oficiales de la policía de Los Ángeles y otros ya jubilados se han quejado acerca de lo que percibieron como la presión vertical de parte los capitanes de división para cumplir con las metas de reducción de la delincuencia lo cual, dijeron ellos, podría conducir a la manipulación de datos.

Moore dijo que responsabilizar a los capitanes de abordar las tendencias de la delincuencia en sus divisiones, es una herramienta que la policía de Los Ángeles y muchos otros departamentos de policía, encuentran útil.

Sin embargo, reconoció que algunos supervisores se quejaron del intenso aleccionamiento que los altos funcionarios imparten en las reuniones semanales sobre las tendencias del delito diciendo que eran “demasiado como ollas de vapor” y “condescendientes”. Moore dijo que ya había trabajado para cambiar el tono de las reuniones.

¿”Hay presión hoy? Si, absolutamente”, dijo Moore. “Esperamos de nuestra gente un alto nivel. Nuestro problema es hacerlo respetuosamente, y de una manera que le permita a las personas salir con su dignidad intacta”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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