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A partir de hoy liberarán a 6,000 presos por delitos contra la salud de prisiones federales

Los prisioneros serán liberados de prisiones federales a partir del viernes y continuando el lunes, esto como resultado de una decisión de la Comisión de sentencias de Estados Unidos del año pasado para reducir las sentencias hasta por dos años, como promedio, de los presos por delitos de drogas, también conocido como delitos contra la salud.

Los prisioneros serán liberados de prisiones federales a partir del viernes y continuando el lunes, esto como resultado de una decisión de la Comisión de sentencias de Estados Unidos del año pasado para reducir las sentencias hasta por dos años, como promedio, de los presos por delitos de drogas, también conocido como delitos contra la salud.

(Perry C. Riddle / Los Angeles Times)
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Unos 6,000 presos por delitos contra la salud (drogas) serán liberados de custodia federal en los próximos días, pero algunos expertos legales advierten que el gobierno ha hecho muy poco para ayudarles a muchos de ellos a reintegrarse con éxito a la sociedad.

Como resultado de una decisión de la Comisión de sentencias de Estados Unidos del año pasado para reducir las sentencias de los delincuentes de drogas por dos años como promedio, los prisioneros serán liberados de la custodia del Buró de prisiones federal el viernes y el lunes.

La gran mayoría han pasado poco tiempo en una casa de medio camino, no los seis meses a un año que normalmente se requieren por delitos relacionados con drogas, antes de ser trasladado a las restricciones mucho más relajadas de la reclusión domiciliaria.

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De los presos que serán liberados, 1,764 no son ciudadanos estadounidenses. Serán entregados a Inmigración y aduanas, y la mayoría de ellos serán deportados.

Casi el 80% del resto--o unos 3,400 - ya se han mudado a casas de mitad de camino del Buró de prisiones o fueron puestos en reclusión domiciliaria, pero serán liberados el martes, según el Departamento de justicia.

Los restantes 850, unos más unos menos, saldrán directamente de la cárcel a un oficial de libertad condicional.

Los presos incluyen 250 de California, 310 de la Florida, 260 de Illinois, 95 de Maryland, 100 de Pennsylvania, 163 de Virginia y 35 de Connecticut.

La decisión de no requerir que los presos pasen períodos largos de transición en casas de medio camino “es un motivo de preocupación”, dijo Malcolm C. Young, un abogado de Washington que trabaja como consultor en temas de Justicia penal.

“Hemos sabido durante años que reinsertar a las personas en la sociedad es un reto, y los resultados no han sido muy buenos”, indicó Young.

El problema es el hacinamiento. Cada mes, cerca de 6,000 presos federales normalmente son liberados bajo supervisión, y muchos de ellos ya llenan las 209 casas de medio camino del sistema.

“Las casas de medio camino están bastante cerca de agotar su capacidad”, dijo Young, quien ha estado estudiando el tema pero dijo que él no ha podido obtener información de los funcionarios federales.

Según un estudio de las casas de medio camino en Ohio, entre 2002 y 2007, el 36% de los presos que fueron liberados después de salir de una casa de camino fueron arrestados de nuevo, en comparación con el 49% de los presos que fueron liberados sin ninguna transición formal.

Edmund Ross, portavoz del Buró de prisiones, dijo que en circunstancias normales, la mayoría de los presos son enviados a casas de medio camino antes de hacer la transición a reclusión domiciliaria. Si un interno tiene una situación familiar estable, la estancia en la casa de medio camino puede ser de tan solo un día, dijo.

“Hemos sido capaces de utilizar óptimamente las casas de medio camino”, dijo, moviendo a la gente rápidamente a reclusión domiciliaria.

Sin embargo, eso no le pasará a la mayoría de los reclusos que están saliendo en libertad en los próximos días.

Un alto funcionario del Departamento de justicia, que habló bajo condición de anonimato, dijo que el Buró de prisiones se ha preparado para la liberación masiva durante más de un año y ha programado otras liberaciones para poner a tantos “como posible” en las casas de medio camino antes de este fin de semana.

La Comisión de sentencias, un organismo independiente del poder judicial, votó el año pasado por acortar, en un promedio de dos años, las sentencias por delitos contra la salud o drogas. Seguido de un voto para hacer retroactiva la reducción.

Hasta 46,000 presos podrían ser afectados por las reducciones de condena, según la Comisión. Entre los reclusos liberados se encuentran algunos que usaron la violencia mientras cometían un delito de drogas.

Adicionalmente, 8,500 prisioneros serán elegibles para ser liberados bajo la orden de reduccion de sentencias, según la Comisión.

Antes de soltar un preso, un juez federal debe determinar si él o ella no son una amenaza a la seguridad pública.

Alrededor del 25% que solicita la libertad anticipada bajo el programa han sido rechazados, según la Comisión de sentencias.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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