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“¿Has escuchado el ruido de los balazos? es muy, muy aterrador”

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Al tiroteo masivo en un centro de servicios sociales en San Bernardino que resultó en 14 muertos la mañana del miércoles, le siguió una balacera y persecución a alta velocidad en Redlands, mientras que los transeúntes corrían en busca de cubierta.

Mahir Rahman, de 17 años, llegó de su escuela Citrus Valley High School en Redlands a su casa, justo a las 3:00 p.m. del miércoles. Pasó junto a su mamá de paso hacia la cocina por un vaso con agua; ella veía en televisión la cobertura del tiroteo en Inland Regional Center.

Un momento más tarde, escuchó el constante pop-pop-pop del tiroteo afuera de la casa de su familia en San Bernardino Avenue.

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“Oh... tenemos que irnos”, Rahman dijo. “¿Alguna vez ha escuchado disparos? Es muy, muy aterrador”.

Rahman agarró a su madre, la llevó hasta la habitación de él y ambos se deslizaron bajo la cama, la más grande de la casa. “Le dije a mi mamá que se metiera ella primero y luego me metí yo”, explicó él.

Bajo la cama, su teléfono celular empezó a encenderse con los mensajes de sus amigos: “Tu casa está en la TV”. Les pidió que lo mantuvieran al tanto de lo que sucedía, “ya que ellos sabían más que yo de lo que pasaba”. Entonces esperaron hasta que paró la balacera.

“Se sentía atemporal”, dijo Rahman. “Se sintió como una eternidad”.

Unos 10 minutos más tarde, relató Rahman, se colaron hasta la sala de estar y miraron por la ventana. Más de 20 patrullas de la policía estaban estacionadas en la calle, dijo, y oficiales del equipo táctico estaban en la calle. Él hizo una seña a un oficial de SWAT y abrió la puerta para preguntar qué estaba pasando. El oficial le dijo que se quedaran dentro.

Una hora más tarde, a las 4:15 p.m., dijo él, todavía no habían recibido de parte de las autoridades el aviso de que era seguro salir de su casa.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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