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Fuertes críticas a UC Irvine por rescindir 500 ofertas de admisión, a dos meses del inicio de clases

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Durante cuatro años, Ashley González escatimó en sueño, salidas familiares y con sus amigos, para sobresalir en la escuela John Marshall High School, en Los Ángeles. Su esfuerzo valió la pena cuando alcanzó su sueño de toda la vida: obtener su ingreso en la Universidad de California.

Pero entonces, UC Irvine (UCI), su campus elegido, rescindió repentinamente su aceptación, apenas dos meses antes del comienzo del trimestre de otoño.
“Sentí que iba a desmayarme. No podía dejar de llorar”, afirmó llorando la joven de 18 años, mientras relataba su historia en esta entrevista.

La razón de la revocación que dio la UCI, narró González, fue que el campus no había recibido a tiempo uno de los dos expedientes requeridos, a pesar de que ella y su madre afirman que enviaron ambos documentos en el mismo sobre, dos semanas antes de la fecha límite del 1º de julio.

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González, quien ha presentado una apelación, es una de 499 estudiantes de la UCI cuyas ofertas de admisión han sido rescindidas para este otoño, 290 de ellos por cuestiones de expedientes y el resto por bajas calificaciones en el último año escolar, según datos del campus.

Las revocaciones han levantado una oleada de protestas en los medios sociales, donde decenas de estudiantes expresaron su indignación y suplicaron ayuda en Twitter, Reddit y en la página de Facebook de la Clase de 2021 de UC Irvine. Muchos insisten en que los avisos de rescisión citaron razones menores o falsas, o no dieron ningún motivo en absoluto, y especularon que el campus simplemente busco excusas para resolver un problema después de que más alumnos de lo esperado planearan asistir.

“La UCI sobrematriculó a estudiantes de primer año, por lo cual podrían estar rescindiendo las admisiones a propósito para expulsar a muchos”, sentenció Emily Roche, de 18 años, a quien se le informó que su admisión fue cancelada porque su expediente no había llegado a tiempo.

El viernes pasado, el portavoz del campus, Tom Vasich, reconoció que la oficina de admisiones estaba más estricta de lo habitual acerca de la verificación de los requisitos, “como resultado de que más alumnos aceptaron admisiones a la UCI de lo que se esperaba”.

Thomas A. Parham, vicerrector de asuntos estudiantiles, el viernes escribió una carta a los estudiantes afectados para disculparse por la angustia causada e instó a aquellos que consideren que han sido tratados injustamente a presentar apelaciones. Remarcó también que a todos los alumnos aceptados que cumplían con las condiciones de admisión se les permitiría asistir y que la UCI no retiraría las ofertas debido a la sobreinscripción.

Reconozco que hemos tomado una línea más dura en los términos y condiciones de este año y podríamos haber manejado ese proceso con mayor cuidado, sensibilidad y claridad sobre las opciones disponibles”, expresó en su mensaje. “Con aquellos que se sintieron ignorados o maltratados me disculpo sinceramente”.

Brent Yunek, vicerrector adjunto de servicios de inscripción, confirmó que un mayor número de estudiantes del esperado confirmaron su registro, la proporción de alumnos de primer año residentes de California ,por ejemplo, aumentó a 26.4%, del 24.6% confirmado el año pasado, detalló.

En general, cerca de 7,100 de los 31,103 estudiantes de primer año a quienes se le ofreció admisión a la UC Irvine para este otoño aceptaron a partir de mayo, según la Oficina del Presidente de la UC. Eso equivale a 850 alumnos más que la clase prevista -de 6,250 estudiantes-, aunque se espera que este otoño algunos decidan inscribirse en otro lugar en lo que se conoce como el “summer melt” (el desvanecimiento del verano). Sin embargo, en los últimos dos años, la disminución veraniega sólo ha sido de alrededor de 250 personas.

Yunek expresó que la UCI sólo había revocado las aceptaciones de los estudiantes que no habían cumplido con las condiciones de sus contratos de admisión. Estas condiciones incluyen recibir un diploma de preparatoria, mantener un promedio ponderado de calificaciones del último año sin puntuaciones de D o F en los cursos aprobados por la UC y cumplir con los plazos para la presentación de todos los expedientes oficiales de la preparatoria y universidad, así como de las calificaciones de exámenes.

Yunek señaló además que los datos de años anteriores no estaban disponibles inmediatamente, por lo cual no podía afirmar si las revocaciones de este año eran inusualmente altas. Todos los colegios y universidades establecen condiciones que los estudiantes admitidos deben cumplir o enfrentarse a rescisiones -una razón por la que las escuelas advierten contra la “crisis de último año”- y los campus de la UC varían ampliamente en sus cancelaciones. Este año, la UCLA revocó siete ofertas de estudiantes de primer año y UC San Diego nueve. La UC Davis todavía debe enviar los avisos de rescisión, pero ha promediado en alrededor de 150 los últimos dos años, precisó una portavoz.

En UC Irvine, los funcionarios de admisiones trabajaron arduamente para procesar las apelaciones con velocidad, explicó Yunek, y hasta ahora 63 de los 295 estudiantes que las presentaron han logrado su reintegro.

“En cualquier caso donde identificamos errores administrativos de nuestra parte, los estamos corrigiendo”, dijo Yunek. “El principio rector que estamos usando ahora es el de no responsabilizar a los estudiantes por situaciones fuera de su control”.

El gabinete ejecutivo de los Estudiantes Asociados de UC Irvine se ha alineado con estos alumnos, exigiendo que los funcionarios se disculpen por cualquier error de admisión, proporcionen explicaciones claras para cada rescisión, devuelvan todos los pagos relacionados y establezcan un proceso especial para quienes fueron aceptados formalmente y terminarán ahora en colegios comunitarios para transferirse a UC Irvine después de dos años.

Más de 640 estudiantes firmaron una petición en la que se manifiestan estas demandas, el jueves pasado por la tarde, junto con parientes, exalumnos y miembros de la comunidad. “Lamentamos que la administración de la UCI haya decidido arruinar las vidas de los estudiantes... Necesitan rendir cuentas por sus acciones, y deben saber que no nos quedaremos sentados y les permitiremos aprovecharse de los alumnos”, indicó una declaración por separado del cuerpo estudiantil.

En su disculpa del viernes, Parham afirmó que pidió al equipo de admisiones que intensifique el apoyo personal a todos los estudiantes notificados de rescisión, y que agregó personal para revisar las apelaciones y contestar llamadas, señalando además que el sistema telefónico anticuado de la entidad había contribuido a los retrasos. “Estamos comprometidos a corregir los errores rápidamente y a proporcionar la ayuda de una manera empática y comprensiva”, aseveró.

Roche, quien se graduó esta primavera de la escuela William S. Hart High School en Newhall con un promedio académico de 4.11, se enteró de su rescisión sólo después de ver el alboroto en Facebook y revisar el portal en línea de la UC Irvine, la semana pasada. Cuando un oficial de admisiones le dijo que el campus nunca había recibido su expediente de preparatoria, recibió una nota del secretario de su escuela confirmando que el expediente había sido enviado el 20 de junio. En base a ello, apeló la rescisión.

Otro estudiante explicó que un oficial del campus le dijo que había violado un requisito de admisión, pero no podía decirle cuál. El joven pidió ser identificado sólo por su nombre de pila, Carson, para evitar perjudicar sus futuras perspectivas de admisión. “Prácticamente nos están dejando en la oscuridad”, aseveró el muchacho de 22 años, quien había planeado especializarse en Neurobiología después de completar cuatro años en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. “Parecen una burocracia monolítica, y los estudiantes son completamente impotentes. Cuando hablo con ellos, es como hablarle a una pared”.

Carson rechazó una oferta de UC San Diego y una beca de $30,000 de UC Santa Cruz para estudiar en UC Irvine, y ahora esas opciones ya no están disponibles. El joven ha apelado su rescisión, pero también está haciendo planes para asistir a Irvine Valley College si eso falla.

Allen Chung es uno de los afortunados cuya apelación funcionó. El graduado de la escuela Loyola High School se sorprendió al recibir el aviso de rescisión cuando ya se había registrado para la orientación, solicitado vivienda estudiantil e incluso había comprado muebles para su residencia universitaria. Después de varias llamadas a la oficina de admisiones, grabaciones donde se le pedía que volviera a llamar más tarde y 90 minutos de espera en línea, finalmente le indicaron que a su expediente le faltaba la fecha de graduación.

Loyola le dio a Chung una copia del documento -que según él siempre incluyó la fecha de graduación- junto con evidencia de que ésta había sido enviada a tiempo, y una carta de apoyo del director. El joven condujo hasta Irvine la semana pasada para entregar los documentos en persona, y fue readmitido dos días después. “Fue como quitarse un enorme peso de mi espalda”, manifestó.

González, mientras tanto, todavía está a la espera de una decisión. Sus padres son inmigrantes guatemaltecos que nunca asistieron a la preparatoria y trabajan como técnico en mecánica automotriz y ama de llaves. Hace muchos años que la joven ve el sistema de la UC como su camino a una vida mejor y un hogar más grande para su familia.

Para llegar a UC Irvine obtuvo un promedio académico ponderado de más de 4.0 con honores y clases de Colocación Avanzada, asesoró a estudiantes más jóvenes y se ofreció como voluntaria en un refugio de animales y una fundación de bienestar. Algunas veces estudió hasta las 5 a.m. y se perdió todas las fiestas familiares durante su tercer año.

Cuando su aceptación fue revocada, “pensé que mi futuro se había terminado. Trabajé muy duro. Me pareció que no era justo”, afirmó.

Al preguntarle qué haría si su apelación fracasa, la joven se quedó en silencio, mientras sus ojos se llenaron de lágrimas.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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