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Encuentran 229 fugas en instalaciones subterráneas de almacenaje de gas del estado

Equipos trabajan en una fuga de gas en las instalaciones de Aliso Canyon, en diciembre pasado.

Equipos trabajan en una fuga de gas en las instalaciones de Aliso Canyon, en diciembre pasado.

(Dean Musgrove / Associated Press)
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Las fugas son comunes en los campos de almacenaje de gas natural de California y a menudo son dejadas sin tratar durante meses, según una encuesta tomada después de la fuga masiva en Aliso Canyon.

El estudio de los 12 campos de almacenaje del estado encontró 229 válvulas defectuosas, rebordes y cabezas de pozo dañadas, y la fuga número 230 en un pozo abandonado. La mayoría de las fugas eran menores; ocho fueron consideradas peligrosas.

La Comisión estatal de Servicios Públicos (PUC, por sus siglas en inglés) ordenó el estudio en todo el estado después de la gran fuga cerca de Porter Ranch el otoño pasado, que desplazó a miles de familias y liberó aproximadamente 5,400 millones de pies cúbicos de gas natural.

Las conclusiones incluyeron fugas que empresas de gas dijeron que estaban conscientes de su existencia, pero aún no las habían arreglado. La mayoría han sido tapadas ya que la revisión fue conducida a mediados de febrero, dijo la PUC, que regula los campos de almacenaje de gas.

“Como consecuencia de ese estudio y las medidas correctivas obligatorias que se tomaron, no hay ningún peligro inmediato o en el futuro cercano, relacionado con fugas de gas en California”, dijo la PUC en un comunicado subido a su sitio de internet. La agencia no proporcionaría detalles sobre las fugas.

Un total de 66 fugas se reportaron con Southern California Gas Co. en su campo de almacenaje de Aliso Canyon, donde la explosión de un pozo en octubre forzó a residentes cercanos a dejar sus casas por hasta cuatro meses. El pozo no fue sellado sino hasta el 18 de febrero.

Representantes de Southern California Gas no respondieron inmediatamente a preguntas el miércoles.

Gas natural también fue encontrado fugándose de un pozo abandonado en Aliso Canyon. Ni los reguladores estatales de gas ni de servicios respondieron el miércoles a solicitudes de información sobre el estado de esa fuga, pero un funcionario estatal confirmó la identidad del pozo.

Registros revisados por el L.A. Times mostraron que el pozo es Porter 50A, perforado en 1983. Archivos estatales muestran que esa fuga existe desde 2008.

Southern California Gas ha tratado repetidamente de sellar las fugas, pero al pozo se le encontró otra a principios de 2015, cuando pruebas mostraron una corrosión significativa de las cubiertas del pozo. Archivos estatales muestran que la empresa trató de tapar el pozo en mayo de 2015, pero para febrero ya tenía otra fuga.

En una revisión separada, el Departamento de Calidad del Aire de la Costa Sur revisó el campo de Aliso Canyon con cámaras infrarrojas en diciembre, detectando 15 pozos a los que se les ha denominado como fugas menores.

El distrito regional de aire divulgó que todas esas fugas más tarde fueron reparadas. La agencia no reveló los detalles de las conclusiones solicitadas en enero por el Times conforme a la ley de registros públicos del estado.

El estudio de la Comisión estatal de Servicios Públicos levanta preguntas sobre la capacidad de la industria de gas natural de cumplir con las regulaciones estatales propuestas que requerirían monitoreo diario de fugas de gas. Es una práctica de la industria dejar de atender fugas menores hasta por 15 meses sin que se les repare.

El gas natural contiene metano, que de ser liberado al aire contribuye al calentamiento de la atmósfera. Organizaciones ambientales dicen que las fugas no son aceptables.

Una orden ejecutiva del gobernador Jerry Brown en enero, requería a la División de Petróleo, Gas y Recursos Geotérmicos realizar inspecciones diarias de almacenaje de gas con detectores como las imágenes infrarrojas.

Por su parte, el Consejo de Recursos de Aire estatal está planeando implementar regulaciones que requerirían cierto equipamiento en campos de gas, donde la mayor parte de las fugas en el estudio de febrero fueron reportadas, como parte de la supervisión de fugas de cada tres meses.

Ocho de las fugas reportadas en febrero fueron clasificadas como peligrosas. Fueron encontradas en campos de almacenaje manejados por Pacific Gas & Electric. La empresa de servicios dijo que seis de ellas fueron reparadas para cuando el reporte se había hecho público, y las dos restantes, ambas sobre cabezas de pozo, estaban esperando para ser reparadas, pero ya no emitían gas.

Algunas de las 84 fugas encontrados en los tres campos de almacenaje de PG&E habían sido identificadas antes y su reparación estaba incluida en listas de mantenimiento existentes, dijo el vocero de PG&E, Nick Stimmel.

Con las inspecciones diarias que ahora se requieren, dijo Stimmel, “Nosotros habríamos encontrado esas fugas como parte de nuestro trabajo regular de seguridad”.

Sólo un campo de almacenaje en el estado no reportó tener ningúna fuga: Lodi Gas Storage, cerca de Acampo.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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