En esta esquina del sur de Los Ángeles nadie está a salvo

En la intersección de las avenidas Vernon y Western, al sur de Los Ángeles, hay una licorería y una pequeña tienda de abarrotes. En el último año hubo varios asesinatos, entre ellos uno producto de una balacera desde un carro en movimiento. Los vecinos también se quejan de que por el lugar se pasean prostitutas y traficantes de droga.

En una audiencia reciente en el Ayuntamiento, miembros de la comunidad y activistas argumentaron que no era el lugar adecuado para la gente que busca dejar atrás su pasado criminal. Ahí se anunció el proyecto de una compañía que quiere abrir una unidad residencial en Vernon Avenue, que proporcionaría servicios a muchos antiguos reclusos.

“Si quieren poner a gente en libertad condicional en un ambiente donde hay drogas, prostitución, y una guerra entre pandillas… y lo que quieren es mandarlos de regreso a la cárcel, creo que este es el lugar correcto”, dijo Karim Zaman, un empresario que dice haber escuchado disparos en la calle desde su oficina en Vernon Avenue.

Pero otros argumentan que las instalaciones son exactamente lo que los exreclusos necesitan.

“La gente que está siendo liberada de la prisión de todos modos viene a nuestra comunidad”, dijo Leonard Delpit, representante en el área de Empowerment Congress Central Area Neighborhood Development Council, que respalda el plan. Él agradece que la compañía, Geo Reentry Services, tenga el “deseo de ayudar a esa gente”.

Después de una acalorada audiencia este mes, el comité del Concejo de la Ciudad de Los Ángeles votó en contra de la propuesta de Vernon Avenue, mandándola al concejo entero para tomar una decisión final. Un reporte dice que las instalaciones “no promueven un sector comercial fuerte y compatible”, y que empeorarían los problemas del vecindario.

“Cualquier persona razonable que se quede cinco minutos en la esquina de Vernon y Western, sabe que esto no tiene sentido”, dijo durante la audiencia el concejero Marqueece Harris-Dawson.

Su vocera Chanelle Brown, después dijo que el concejero también está preocupado de que los ex convictos se vean afectados negativamente por las actividades ilegales que ocurren en la zona.

Geo argumenta que el lugar no es peor que muchas otras áreas que han desarrollado exitosamente este tipo de programas y tienen mayores ventajas sobre lugares más aislados, incluido su fácil acceso al transporte público. Dicen querer proveer de distintos servicios a quienes salen de la cárcel, como entrenamiento laboral, manejo del enojo, educación básica y tratamiento contra las drogas.

“Sin programas de reincorporación, esas personas se enfrentarían a esas tentaciones todos los días”, dijo Rachel Kienzler, director regional de desarrollo de negocios para Geo. “Nuestro trabajo es prepararlos para que puedan lidiar con eso”.

Representantes de la compañía apuntaron que el edificio de la Vernon Avenue, hoy deshabitado, en el pasado ha sido aprobado y utilizado para programas similares. Los residents solo podrían irse bajo circunstancias previamente acordadas, como ir a trabajar o visitar a su familia, dijeron representantes de Geo, que los estaría supervisando aleatoriamente.

El año pasado, la ciudad apoyó el plan para las instalaciones que albergarían hasta 140 hombres, considerándolo apropiado para el área. El concejero local del vecindario también respaldó la propuesta, argumentando a las autoridades de la ciudad que las nuevas instalaciones ayudarían con “programas vitales para ayudar a que los hombres pongan en orden su vida”.

Pero la propuesta incomodó a algunos activistas y otros miembros de la comunidad, que urgieron a los legisladores locales a rechazarla. Cheryl Branch, líder comunitaria, argumenta que el área ha sido golpeada por crímenes violentos y no ayudaría a quienes acaban de salir de prisión.

Expertos dicen que investigaron si la peligrosidad del vecindario podría influir en el éxito o fracaso de programas para este vulnerable grupo. Muchos dicen que otros factores, como la oportunidad de encontrar trabajo, es mucho más importante.

Sin embargo, al final “pienso que lo que determinará el éxito del lugar es la forma en que sea operado”, explicó Stefan LoBuglio, director de correccionales y reincorporación del Council of State Governments Justice Center. “Las comunidades tienen un legítimo derecho de preguntar, ‘¿será esto algo benéfico para mi comunidad’?”.

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