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El túnel por el que escapó “El Chapo” Guzmán es una obra maestra de ingeniería

Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa de México, es escoltado a un helicóptero en la ciudad de México después de ser capturado en febrero del 2014 en Mazatlán.

Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa de México, es escoltado a un helicóptero en la ciudad de México después de ser capturado en febrero del 2014 en Mazatlán.

(Eduardo Verdugo / Associated Press)
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El túnel se extendía una milla, desde la regadera de la cárcel a un edificio vacío localizado en un maizal, y era lo suficientemente profundo para que el capo de las drogas Joaquín “El Chapo” Guzmán se pudiera ponerse de pie mientras escapaba.

Una pequeña obra de arte de la ingeniería, algunos podrían decir, equipada con ventilación, iluminación, tanques de oxígeno, andamios y un artilugio de motocicleta para retirar las toneladas de tierra que eran excavadas.

Durante su última década a la fuga, El Chapo a menudo había utilizado túneles, así como sobornos y asesinato, para mantenerse varios pasos por delante de la ley. Sin embargo, después de su captura el año pasado, el presidente de México dijo que se fugara otra vez sería “imperdonable”.

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Es la segunda vez que Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, el traficante de heroína, cocaína y marihuana más grande y lucrativo de México, ha sido capaz de escaparse de la cárcel. La primera vez fue en el 2001, de una prisión diferente, cuando se escondió en un carro de lavandería, y permaneció fugitivo hasta su detención realizada el año pasado.

La fuga de Guzmán es una gran vergüenza para la administración del presidente Enrique Peña Nieto, la cual se había jactado de haber eliminado a varios altos líderes del cartel.

Las autoridades lanzaron una persecución masiva tras descubrir la desaparición de Guzmán de la cárcel del Altiplano localizada cerca de 50 millas al oeste de la capital. Los soldados ocuparon el aeropuerto internacional de la ciudad de México y se colocaron retenes en varios puntos de la zona.

La búsqueda se extendió a través de varios estados y más allá de las fronteras de México.

Más de 30 guardias y otros empleados de la cárcel fueron detenidos para ser interrogados.

Los funcionarios de Estados Unidos solicitaron la extradición de Guzmán, por temor de que tomara ventaja del débil y corrupto sistema de justicia mexicano para continuar su negocio de narcotráfico e incluso, eventualmente, escaparse.

El túnel que utilizó Guzmán para huir era sofisticado. Tenía casi una milla de largo y era lo suficientemente profundo para que pudiera ponerse de pie, dijeron las autoridades. Su abertura era un agujero rectangular localizado en la regadera del ex prisionero, midiendo 20 pulgadas por 20 pulgadas. Luego descendía 30 pies, recorría su longitud bajo tierra en gran parte despoblada y terminaba en una casa aislada en construcción en el indefinido vecindario de Santa Juanita, rodeado de campos vacíos.

Las autoridades, intentado explicar cómo era posible que una construcción tan elaborada pudiera haber sido realizada de forma desapercibida, dijeron que la regadera de Guzmán era el único lugar en su celda en donde no había cámaras de seguridad.

Monte Alejandro Rubido, el comisionado de seguridad de México, dijo que Guzmán fue visto por última vez a alrededor de las 8 p.m. cuando se reportó para recoger su medicina. Luego se dirigió a la regadera. Después de un tiempo, cuando nunca volvió a aparecer, sonó la alerta y no pudo ser encontrado.

“Esto es algo que se había estado tramando durante meses”, dijo Alejandro Hope, experto en seguridad y ex oficial de inteligencia del gobierno, en una entrevista de televisión. “Muestra la debilidad de toda la cadena del sistema judicial [de México]”.

Durante su temporada anterior como fugitivo, Guzmán se convirtió en uno de los capos del narcotráfico más poderosos en el mundo. La revista Forbes una vez estimó su fortuna en más de mil millones de dólares, y es una leyenda.

El cártel de Sinaloa expandió su alcance a través de gran parte de los Estados Unidos, Europa e incluso Australia. Más empresarial que algunos de los carteles mexicanos más sanguinarios, sin embargo ha estado profundamente involucrado en la violencia que ha cobrado decenas de miles de vidas en los últimos años.

Guzmán eludió la captura fácilmente. Tenía a los funcionarios locales e incluso a parte del órgano de seguridad en su nómina y en repetidas ocasiones fue alertado cuando se iniciaban operaciones para buscarlo. Finalmente fue localizó en un complejo de apartamentos localizados frente al mar en la ciudad turística de Mazatlán, Sinaloa. Estaba ahí con su última esposa, una ex reina de belleza, e hijas gemelas, nacidas cerca de Los Angeles en el 2011.

Cuando fue capturado el 22 de febrero del 2014, no puso ninguna resistencia, aunque -- al parecer estaba consciente de que las autoridades estaban siguiendo su pista — días antes había huido de la capital del estado, Culiacán, a través de una red de túneles y alcantarillas. Entonces, como ahora, su habilidad para hacer túneles resultó útil.

Estados Unidos había ofrecido más de $5 millones por su captura.

Su apodo, El Chapo, proviene de su pequeña estatura; Mide menos de 5 pies 5 pulgadas. Se cree que tiene 56 años, aunque existen discrepancias sobre su edad.

Peña Nieto y sus principales miembros del gabinete se encontraban en Francia realizando una visita oficial cuando llegaron las noticias sobre la fuga más reciente de Guzmán.

Poco después de la captura de Guzmán, en una entrevista realizada el año pasado con León Krauze, el periodista mexicano con sede en Los Angeles, Peña Nieto rechazó con vehemencia la idea de que podría escaparse otra vez.

“Sería más que lamentable, sería imperdonable que el Estado y el gobierno no tomen las medidas adecuadas para asegurar que lo que sucedió hace años no se repita”, dijo el presidente.

El gobierno de Estados Unidos también intervino.

“Compartimos la preocupación del gobierno de México con respecto a la fuga de Joaquín Guzmán Loera ‘El Chapo’ de una prisión mexicana”, dijo la fiscal general de Estados Unidos Loretta Lynch en un comunicado, señalando los numerosos cargos de tráfico de drogas y crimen organizado en contra de Guzmán en los Estados Unidos. “El gobierno de Estados Unidos está dispuesto a trabajar con nuestros socios mexicanos para proporcionar cualquier asistencia que pudiera ayudar a apoyar su rápida recapturación”.

Para muchas personas aquí, debilitó la credulidad que tal túnel tan bien equipado pueda ser construido sin que ninguna persona con autoridad pudiera darse cuenta.

“Fue sólo una cuestión de tiempo para que este señor se burlara de los gobiernos que lo retenían”, dijo Arturo Martínez Pérez, un maestro de 52 años de edad quien reflexionaba sobre la noticia. “¿Nunca se dieron cuenta de que estaba construyendo un túnel? Por favor. ¿Realmente quieren hacernos creer eso?

“Es admirable”, dijo Fabián López, un comerciante de 41 años de edad. “Te demuestra quien dirige realmente este país.”

El dentista Ernesto Figueroa, de 47, sugirió, con tono irónico, que Guzmán debería ser contratado para manejar algunos de los proyectos de construcción más problemáticos de México porque haría un mejor trabajo.

“¡Qué ducha!”, dijo bromeando Edgardo Buscaglia, quien estudia los problemas de seguridad global para las Naciones Unidas, en su cuenta de Twitter.

“Hubo un enorme acto de corrupción... y una incompetencia absoluta” involucrando a los funcionarios de la prisión, la comunidad de inteligencia y las agencia de aplicación de la ley, dijo Pablo Monzalvo, un investigador de seguridad nacional de la Universidad Iberoamericana en la ciudad de México.

Sin duda, dijo, Guzmán continuó dirigiendo las inmensas operaciones de su cartel desde dentro de la prisión y ahora podrá continuar donde nunca las dejó.

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