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El cartel de Sinaloa prosperó a pesar de que “El Chapo” estaba preso

El narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán después de que fue detenido en el 2014.

El narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán después de que fue detenido en el 2014.

(archivo/Los Angeles Times)
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Aun cuando las autoridades se desplegaron el lunes a través de México en busca de Joaquín Guzmán, el capo de la droga conocido como “El Chapo”, cuyo escape de fin de semana salió directo de un guión de Hollywood, el primo de Guzmán se encontraba a millas de distancia en New Hampshire, enfrentándose a la sentencia en un caso de distribución internacional de cocaína.

El primo, Jesús Manuel Gutiérrez Guzmán, presuntamente conspiró con el notorio líder del cártel de Sinaloa para establecer una cabeza de playa en Nueva Inglaterra, estableciendo un plan para distribuir 1,000 kilogramos de cocaína y otras drogas al noreste de los Estados Unidos.

El hecho de que “El Chapo” estuviera a la fuga después de un escape anterior en el 2001 parece no haber impedido el plan, el cual fue obstaculizado por los informantes federales y terminó finalmente cuando los primos Guzmán y varios colaboradores fueron acusados por un gran jurado federal en New Hampshire.

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Ni siquiera los años que “El Chapo” pasó detrás de las rejas, hasta su segunda fuga realizada este domingo, parecen haber disminuido el alcance de la organización de Sinaloa. Los investigadores dicen que el cártel de drogas más grande y más lucrativo de México ha permanecido activo en todo el mundo, desde Australia a Italia, incluso después de la última captura de Guzmán en el año 2014.

Ya sea a la fuga o en la cárcel, Guzmán continuó dirigiendo su poderoso cártel a través de una red de tentáculos de negocios que se extiende a algunos de los lugares más inesperados -- incluyendo la ciudad más oriental en New Hampshire.

Al igual que muchas otras figuras anteriores de la delincuencia organizada, El Chapo mantuvo un estrecho control del cártel a través de una burocracia de colaboradores de confianza y familiares, incluyendo a su primo, quien se declaró culpable en el caso de New Hampshire y quien se enfrenta con hasta 33 años en prisión.

Según el acuerdo de cooperación de Gutiérrez Guzmán, el plan de New Hampshire surgió para llevar a cabo el deseo del líder del cártel de Sinaloa de ampliar las operaciones de tráfico de drogas hacia Europa y el norte de Boston en los Estados Unidos.

Los fiscales dicen que El Chapo se reunió personalmente con varios colaboradores para trabajar en los detalles del acuerdo, aun cuando era prófugo tras su primera fuga de una prisión mexicana.

“El acuerdo se finalizado con una reunión cara a cara con El Chapo y varias llamadas telefónicas en las cuales él mismo discutió los detalles de los envíos previstos”, dijeron los fiscales de las llamadas realizadas en el 2009 sobre la apertura de la nueva red de distribución.

El lunes, Gutiérrez Guzmán estaba programado para ser sentenciado, pero el procedimiento se retrasó en Concord para permitir que las autoridades de libertad condicional respondan a las objeciones sobre las maneras en las que las directrices de sentencias federales estaban siendo aplicadas.

El caso de New Hampshire fue descrito previamente por el procurador interino Donald Feith, como el cártel tratando de establecer “un punto de apoyo” que podría ampliarse.

“No es sólo una cosa de los Estados Unidos”, dijo Rusty Payne, un portavoz de la Administración para el Control de Drogas en Washington, a Los Angeles Times el lunes. Los narcotraficantes de Sinaloa “operan alrededor del mundo”, dijo, con actividades que se pueden rastrear a África, Europa y Australia.

“Son muy diversas, un imperio global”, dijo Payne.

El líder fugitivo del cártel fue uno de los acusados en el caso de New Hampshire, así como lo ha sido en procedimientos en California, Texas, Arizona, Chicago y Nueva York.

Los cargos más recientes, presentados en Brooklyn en el mes de octubre, acusan al capo de la droga y a sus colaboradores de cientos de casos de asesinato, asalto, secuestro y tortura. Guzmán también se enfrenta a un posible caso de pena de muerte en Texas.

De acuerdo a ese estándar, el caso de New Hampshire es relativamente pequeño, llevando una condena de por lo menos 10 años a un cargo máximo de cadena perpetua. Pero de acuerdo a lo que dicen los fiscales, el caso proporciona un plan detallado de la forma en cómo opera el cártel.

El caso comenzó en julio del 2009, cuando las autoridades dijeron que descubrieron en Massachusetts “un vínculo” al cártel. Según los documentos judiciales, una fuente no identificada que trabajaba para el FBI se reunió con Gutiérrez Guzmán y otra persona, Samuel Zazueta Valenzuela, en México.

El par y otras dos personas estaban buscando nuevas rutas de distribución de cocaína desde Sudamérica a Europa, Canadá y los Estados Unidos, alegan los fiscales.

Meses después de los contactos iniciales, Gutiérrez Guzmán y otras personas volaron a una región montañosa localizada cerca de Culiacán, México, donde se reunieron con El Chapo, según los informes del acuerdo de cooperación firmado por el primo.

De principios del 2010 a agosto del 2012, los agentes encubiertos del FBI se hicieron pasar por miembros de un sindicato del crimen organizado europeo y se reunieron con los representantes del grupo, incluyendo al primo. Muchas de las reuniones fueron grabadas por audio y video, y porciones de estas grabaciones fueron presentadas en los tribunales, de acuerdo a los fiscales.

Las grabaciones describen las reuniones realizadas en Miami, Boston y Madrid. También se celebraron reuniones en las ciudades de Portsmouth y New Castle, una ciudad con cerca de 1,000 habitantes localizada íntegramente en islas en la parte más oriental del estado de New Hampshire.

En las reuniones, los miembros del grupo dijeron que podrían traer “miles de kilogramos” de cocaína de países como Bolivia, Panamá, Belice y Colombia a varios puertos de la costa noreste de los Estados Unidos, dijeron los fiscales.

El 27 de julio del 2012, el grupo supuestamente entregó un envío de prueba para la nueva red: 346 kilogramos de cocaína, valorado en millones de dólares, a un puerto en Algeciras, España. Las drogas estaban en cajas dentro de un contenedor de carga que supuestamente guardaba cristalería, de acuerdo a los fiscales.

El FBI incautó la cocaína y cuatro personas fueron detenidas en agosto del 2012. Además de Gutiérrez Guzmán, otros tres hombres -- Zazueta Valenzuela, Rafael Humberto Celaya-Valenzuela y Jesús Palazuelos-Soto -- fueron detenidos.

Los cuatro fueron extraditados a New Hampshire, donde junto con otras personas, incluyendo a Joaquín Guzmán, fueron nombrados en una acusación sustitutiva que los inculpa de conspirar para distribuir más de 1,000 kilogramos de cocaína y otras drogas.

Celaya-Valenzuela fue declarado culpable en octubre del 2014 después de un juicio de conspiración para distribuir sustancias controladas, incluyendo la cocaína, la heroína y la metanfetamina. A la fecha está esperando su sentencia.

Los otros, incluyendo al primo de El Chapo, se declararon culpables antes del juicio. Soto fue condenado a 108 meses en prisión y Zazueta Valenzuela fue condenado a 120 meses.

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