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Republicanos: Kevin McCarthy retira su candidatura como líder de la Cámara de Representantes

El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy de California, deja una reunión en el Capitolio.

El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy de California, deja una reunión en el Capitolio.

(Evan Vucci / Associated Press)
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La sorprendente decisión de Kevin McCarthy, el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, de abandonar la carrera para convertirse en el próximo Presidente de la Cámara, el jueves dejó a los republicanos en desconcierto, amenazando con profundizar las fracturas que hay en el partido, al mismo tiempo que el Congreso se enfrenta a una serie de plazos fiscales y legislativos.

El republicano de California, quien no pudo convencer a los miembros conservadores del partido republicano, dijo que se hizo a un lado tras concluir que sería incapaz de unir al partido después de que el actual presidente, John A. Boehner, se retire.

“Somos servidores públicos. Deberíamos anteponer esta conferencia”, dijo McCarthy el jueves. “Si nos vamos a unir y ser fuertes, necesitamos un rostro nuevo”.

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Los funcionarios del partido cancelaron repentinamente los planes para la votación de nominación del jueves, la cual, se esperaba que McCarthy ganara fácilmente. Una votación para presidente programada para el 29 de octubre – en donde las posibilidades de McCarthy eran mucho menos ciertas – permanecía en duda.

El jueves, los legisladores se acababan de instalar para llevar a cabo una sesión de almuerzo con sándwiches de barbacoa, cuando McCarthy se levantó y sorprendió a sus compañeros al anunciar que él no era el candidato adecuado en este momento para la función del Presidente.

“Simplemente dijo que no quería que esto fuera divisivo y cuando se trataba de postularse como Presidente, él no es el individuo”, dijo el representante John Fleming de Luisiana, miembro del influyente y conservador House Freedom Caucus.

La candidatura de McCarthy para el puesto fue lastimada por un tropiezo de alto perfil en televisión, en el cual parecía sugerir que la investigación realizada por la Cámara de Representantes y encabezada por el partido republicano sobre el ataque de Bengasi en el 2012, fue en parte dirigido a debilitar a Hillary Rodham Clinton, la candidata demócrata favorita a la presidencial. Los críticos se aprovecharon del comentario.

“Eso no fue útil”, dijo McCarthy el jueves en una conferencia de prensa. “Lo podría haber dicho mucho mejor”.

Dijo que su decisión no estaba relacionada con una carta enviada el martes por el representante Walter Jones (R-C.N.) a la presidencia de la Conferencia Republicana, pidiendo la retirada de cualquier candidato al liderazgo que haya realizado “actos” que podrían “avergonzarlo a sí mismo, al Congreso Republicano y a la Cámara de Representantes”. La carta no mención a McCarthy o especificó los actos a los que se refería.

En lugar de eso, McCarthy, quien en la reunión del jueves estuvo acompañado por su esposa y sus dos hijos, indicó que no quería ser elegido con dificultad para conseguir el puesto. Muchos miembros conservadores de la Cámara de Representantes han expresado su preocupación a la dificultad para explicarles a los votantes en sus distritos, por qué habían apoyado a McCarthy, quien era considerado como demasiado alineado con los actuales líderes del partido republicano.

“Nuestros votantes están diciendo que quieren a un recién llegado”, dijo el representante Curt Clawson (R-Florida.). “Esto no es un momento para la promoción interna”.

Durante el fin de semana, McCarthy mencionó la posibilidad de retirarse de la contienda con sus asesores cercanos y familiares, de acuerdo a personas familiares con las discusiones privadas. Sabía que el compensar el déficit para alcanzar los 218 votos de la mayoría necesarios para ganar el 29 de octubre probablemente resultaría en una lucha larga y divisiva en la Cámara de Representantes.

La escena en la reunión del jueves fue caótica, mientras que algunos legisladores gritaban y otros simplemente se apresuraron para salir, asombrados de encontrar a la mayoría de los republicanos de la Cámara de Representantes – la más grande en generaciones – atrapados por otra crisis interna. La cual llegó menos de dos semanas después del repentino anuncio de dimisión de Boehner.

El retiro de McCarthy evita una desagradable lucha de liderazgo, pero deja sin respuesta a la pregunta de quién podría intervenir para unir al partido. Sin ningún plan de acción a la vista y ningún aparente candidato favorito al liderazgo, Boehner dijo el jueves que seguiría siendo el presidente hasta que la Cámara de Representantes elija a su reemplazo.

“Estoy seguro de que elegiremos a un nuevo Presidente en las próximas semanas”, dijo Boehner.

Con el Congreso en receso la próxima semana, no se espera otra ronda de votación de nominación hasta la semana del 19 de octubre.

La caída de McCarthy remató su rápido ascenso en el liderazgo de la Cámara de Representantes del partido republicano. El ex dueño de una tienda de sándwiches de Bakersfield fue elegido por primera vez al puesto en la Cámara de Representantes en el 2006.

Pero también demostró el creciente poder de una nueva generación de republicanos conservadores -- muchos de los cuales McCarthy reclutó para el Congreso.

Ese poderoso bloque de republicanos conservadores se puso en contra de McCarthy, preocupados de que continuaría dirigiendo la Cámara de la misma manera que Boehner.

El miércoles por la tarde, el Freedom Caucus, el cual podría controlar con 40 a 50 votos, dio su apoyo al representante Daniel Webster de Florida, uno de sus propios miembros, quien a pesar de ello, tiene pocas posibilidades de éxito. El recién llegado ganó 12 votos cuando desafió a Boehner para el puesto de presidente este año.

El representante Jason Chaffetz de Utah, otro candidato que hizo un intento de última hora para postularse como una alternativa a McCarthy, sufrió un revés cuando su campaña fue rechazada por los conservadores, dejándolo sin una base de apoyo. El jueves, Chaffetz dijo que el partido necesita elegir a alguien que le haga frente al Presidente Obama. “Creo que es tiempo para un nuevo comienzo”, Chaffetz les dijo a los periodistas. “Eso es todo el principio de mi campaña”.

Si McCarthy se hubiera quedado en la contienda, los conservadores estaban preparando una lista de demandas que habría tenido que cumplir durante las próximas tres semanas a cambio de su apoyo. Entre otras cosas, los grupos alineados con el Tea Party querían que cambiara las reglas de la Cámara de Representantes para evitar que el siguiente Presidente de la Cámara llenara los comités con sus aliados. Algunos también estaban tratando de despejar el camino para que uno de sus propios miembros asumiera el puesto No. 2 como líder de la mayoría.

McCarthy pretende mantener su cargo actual como líder de la mayoría.

Frente a un vacío de liderazgo, algunos republicanos esperan reclutar al representante Paul Ryan de Wisconsin, el ex candidato del partido republicano a la vicepresidencia. Pero Ryan ha dicho repetidamente que no está interesado.

“Kevin McCarthy es la mejor persona para dirigir la Cámara de Representantes, y por lo tanto, estoy decepcionado por esta decisión”, dijo Ryan el jueves en una declaración. “Ahora es importante que nosotros, como conferencia, tomemos tiempo para deliberar y buscar a nuevos candidatos para la presidencia de la Cámara. Aunque estoy agradecido por el apoyo que he recibido, no seré un candidato. Sigo creyendo que puedo servir mejor al país y a esta conferencia como Presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios”.

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