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Clinton pierde terreno, Trump continúa avanzando y Sanders con posibilidades: encuestas

El presunto candidato presidencial republicano, Donald Trump, y su rival demócrata, Hillary Clinton ().

El presunto candidato presidencial republicano, Donald Trump, y su rival demócrata, Hillary Clinton ().

(DSK/AFP/Getty Images)
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Una serie de encuestas en los últimos días ha mostrado una carrera presidencial ajustada, con el liderazgo de Hillary Clinton por sobre Donald Trump disminuido a apenas un par de puntos. Esas encuestas han generado una gran cantidad de preguntas: ¿Qué tan confiable es hacer sondeos con gran antelación a una elección? ¿Qué genera que las tendencias cambien? ¿Trump podría, realmente, ganar?

Aquí hay algunas preguntas y respuestas clave.

Aparecen nuevas encuestas que muestran que Trump está alcanzando a Clinton. ¿Son sólo puro ruido?

No. Las encuestas realizadas en mayo no pueden decir quién ganará en noviembre, pero sí responden una gran pregunta acerca de lo que está ocurriendo entre los votantes en este momento.

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¿Cuál es esa pregunta?

¿Será posible que los votantes republicanos se unifiquen con Trump? Hace un mes, cuando Trump todavía luchaba por la nominación contra el senador Ted Cruz, de Texas, y el gobernador John Kasich, de Ohio, y la mayor parte de los líderes republicanos lo mantenían a distancia, no sabíamos si el partido podría unificarse. Ahora sabemos que sí. Muchos de los votantes republicanos -no todos, pero la gran mayoría- se han alineado detrás de su presunto candidato.

¿Cuál es la evidencia de ello?

Varias encuestas han demostrado que el porcentaje de republicanos con opinión favorable de Trump se disparó hacia arriba desde que el magnate se convirtió en el presunto nominado. En las encuestas de Gallup, por ejemplo, la participación de los republicanos con opiniones favorables de Trump han pasado de apenas más de la mitad en abril, a dos tercios durante este mes. La porción de republicanos que votarán por Trump también se ha incrementado de forma similar.

Entonces, ¿qué impacto ha tenido esto en las encuestas cabeza-a-cabeza?

Hace un mes, si uno promediaba todos los sondeos recientes, se hubiera encontrado a Clinton por encima de Trump en unos 10 puntos porcentuales. Ahora, el liderazgo en la media de las encuestas se ha reducido a cerca de un punto y medio. El cambio se dio, mayormente, porque a Trump le está yendo mucho mejor entre los votantes que se reconocen como republicanos, o como republicanos independientes.

Si el final de las primarias republicanas impulsó a Trump, Clinton recibirá también más apoyo cuando terminen las primarias demócratas?

Esta podría convertirse en la pregunta más importante de la campaña.

¿Y entonces?

Al día de hoy no conocemos la respuesta. Si los demócratas se unen detrás de Clinton tal como los republicanos se han unido en pos de Trump, probablemente su ventaja se expanda nuevamente. De no ser así, la carrera podría seguir siendo muy apretada, y la victoria de Trump un panorama más fácil de imaginar.

Entonces, ¿las encuestas actuales dan una idea de las implicancias que tendría para Clinton un partido fracturado?

Exactamente.

¿Qué votantes demócratas son los más problemáticos para ella?

A la exsecretaria de Estado le va bien entre los votantes que se identifican como demócratas. Su mayor problema es entre quienes se identifican como independientes, quienes normalmente votan a los demócratas. Ese grupo incluye una parte significativa de los votantes más izquierdistas que la media de demócratas, quienes tienen a favorecer a Sanders, y muchos de ellos tienen una imagen muy negativa de Clinton.

¿Pueden cambiar este tipo de opiniones negativas?

Trump acaba de probar que sí, pueden cambiar.

Parecía que Trump era extremadamente poco popular entre los votantes…

Entre los votantes que no son republicanos, aún lo es. En el último sondeo de NBC/Wall Street Journal, por ejemplo, la calificación neta de su imagen -el porcentaje de votantes registrados que tienen una opinión positiva, menos el porcentaje de quienes ven lo contrario- se ubicó en -29. La cifra fue de varios puntos más arriba que su puntuación de abril, pero aún así peor que la de cualquier otro nominado.

Pero a Clinton tampoco le va muy bien, ¿cierto?

Cierto. Su calificación neta en el sondeo NBC/WSJ es -20.

¿En anteriores carreras presidenciales ha habido tantos altibajos?

Absolutamente. En 2008, por ejemplo, luego de que el senador John McCain asegurara la nominación por el partido republicano, lideró las encuestas por sobre Barack Obama -por entonces senador-, quien estaba aún encerrado en la pelea primaria con Clinton. Cuando los demócratas se unieron, Obama logró el liderazgo.

Hablando de Obama, ¿cómo están sus números en las encuestas?

En alza, podría decirse. La popularidad del presidente ha aumentado de forma constante desde el comienzo del año y ahora se sitúa aproximadamente en el nivel que tenía cuando ganó la reelección. Eso es una buena noticia para los demócratas, ya que la popularidad del presidente en ejercicio es un factor importante cuando los votantes deciden su sucesor.

Algunos señalan que las nuevas encuestas tienen defectos.

Todas las encuestas tienen defectos. Ningún muestreo es perfecto, pero enfocarse en las ventajas o desventajas de cada sondeo individual puede ser una distracción de la situación general. Mejor seguir atentamente los promedios.

Las mismas encuestas dicen que a Sanders le iría mejor que a Clinton para enfrentar a Trump. ¿Esto es cierto?

No hay razón suficiente para dudar de esa afirmación.

¿Por qué?

Sanders ha recorrido la campaña entera sin un solo anuncio negativo emitido en su contra: la campaña de Clinton no quería irritar a sus votantes, y los republicanos buscaban construirlo como rival de la exsecretaria de Estado. Las opiniones del senador -que abarcan temas como impuestos más altos para la mayoría de los estadounidenses y altos incrementos en el gasto público-, así como sus dichos pasados -elogios a Fidel Castro, por ejemplo- serían mucha leña para iniciar el fuego de los ataques republicanos en caso de que se convirtiera en el nominado. La historia sugiere que esos ataques harían que su posición de liderazgo decayera.

Las encuestas de las cuales se habla son nacionales, pero las elecciones presidenciales se pelean estado por estado, ¿cierto?

Así es. Un candidato puede ganar el voto popular a nivel nacional y así y todo perder la elección, tal como el vicepresidente Al Gore comprobó en 2000. Para triunfar es necesario ganar suficientes estados, de modo de obtener 270 votos electorales.

¿Y cómo se ven los estados clave en este sentido?

Hay un menos número de sondeos estatales que nacionales pero, por ahora, Clinton lidera en estados clave como Florida, Ohio y Virginia, donde se han realizado encuestas recientes. Un análisis del sondeo de NBC/Wall Street Journal sugirió que Trump se ubica ligeramente por delante del ritmo que Mitt Romney registraba en 2012 en zonas rurales, pero que Clinton igualaba a Obama en las áreas urbanas.

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