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Malas noticias para la secretaria de Educación Betsy DeVos, su proyecto favorito muestra pésimos resultados

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Una serie de estudios recientes sobre los vales escolares llega en el peor momento para nuestra nueva secretaria de Educación, Betsy DeVos.

Los estudios informan resultados sumamente malos para los estudiantes que se encuentran en los programas de vales, y en estos días han fluido hacia los foros públicos, justo cuando DeVos, una de las principales promotoras del tema, se encarga de la política educativa federal. El patrocinador de DeVos, el presidente Trump, durante su campaña propuso otorgarles $20,000 millones de dólares a los estados para apoyar a las escuelas magneto y charter con los programas de vales.

Estos programas otorgan fondos públicos a los padres de familia para que gasten en escuelas privadas aprobadas para sus hijos. La idea es darle a los niños en escuelas de bajo rendimiento una vía de escape para una mejor educación, al mismo tiempo que se genera competencia, lo cual motivaría a las escuelas más pobres a mejorar.

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A los conservadores les gusta la idea -la cual se remonta a un ensayo de 1955 realizado por Milton Friedman- porque significa reducir el papel del gobierno en la educación y el sometimiento de las escuelas a la disciplina del mercado. Al proporcionarles a los padres una cantidad fija para gastar en cualquier escuela que cumpla con los estándares mínimos, escribió Friedman, “surgirá una amplia variedad de instituciones para satisfacer la demanda”.

Pero el nirvana del economista no se ha materializado como se esperaba. Los estudios de unos cuantos primeros experimentos de vales en Milwaukee, Nueva York y Washington, D.C., no fueron concluyentes, y mostraron mejoras modestas en las puntuaciones de los exámenes para algunos estudiantes, pero para otros no hubo beneficios.

Es por eso que los últimos hallazgos, que surgieron del estudio de los programas estatales en Luisiana, Ohio e Indiana, han dejado asombrados a los expertos en educación. En pocas palabras, se encontraron enormes descensos en el rendimiento académico entre los alumnos en programas de vales de esos tres estados.

“Estos resultados no tienen precedentes en el material educativo”, afirmó Kevin Carey, director del programa de política educativa en el centro de estudios New America. “Entre los últimos resultados, ninguno ha sido tan negativo”.

Un estudio publicado en febrero pasado por un equipo de investigadores dirigido por Jonathan Mills, de Tulane University, encontró que los estudiantes en el programa ampliado de Luisiana perdieron terreno en sus dos primeros años. Aquellos alumnos que se desempeñan en niveles promedio en matemáticas y lectura -alrededor del 50%- bajaron 24 puntos porcentuales en matemáticas y 8 puntos en lectura después de su primer año en el programa. En el segundo año, mejoraron un poco en matemáticas, aunque todavía sacaron puntuaciones muy por debajo de los estudiantes que no están en programas de vales, y apenas mejoraron en lectura.

Esos resultados se asemejan a los hallazgos de diciembre de 2015 por Christopher Walters, de UC Berkeley; Atila Abdulkadiroglu, de Duke, y Parag Pathak, de MIT, que estudiaron el primer año del programa en Luisiana. Encontraron que la participación en él “reducía sustancialmente el rendimiento académico”.

Los resultados consternaron a los defensores de la “elección escolar”, como el Instituto Thomas B. Fordham, un grupo de defensa de escuelas charter de Ohio. “Estas son muy malas noticias”, declaró la organización, aunque subrayó que el estudio de 2015 sólo cubrió un único año y, por lo tanto, “debe ser tomado con cautela”.

Pero las cosas no fueron mejores en julio en Ohio, cuando el Instituto Fordham publicó su propio estudio del programa de vales en ese estado. La investigación descubrió que a los estudiantes en el programa de vales “les ha ido peor académicamente en comparación con sus compañeros que asisten a escuelas públicas... Estos impactos también parecen persistir con el tiempo, lo cual sugiere que los resultados no sólo son consecuencia de los contratiempos que suelen acompañar cualquier cambio de escuela”.

La tercer área de datos proviene de Indiana, donde un programa de vales fue promovido por el exgobernador Mike Pence, ahora vicepresidente del país. Allí, dos investigadores de Notre Dame han descubierto que “los estudiantes del programa de vales que son transferidos a escuelas privadas experimentan pérdidas significativas en el rendimiento académico en matemáticas” y ninguna mejora en inglés, en comparación con sus registros en sus antiguas escuelas públicas. Un alumno que ingresó al programa de Indiana con un 50% de rendimiento en matemáticas, cayó al 44% un año más tarde, de acuerdo al estudio, todavía en progreso.

Los expertos en educación no pueden explicar claramente los descensos. Una posibilidad es que las autoridades estatales no llevan a cabo un buen trabajo para seleccionar a las escuelas privadas que aceptan los vales. Los programas de Luisiana e Indiana fueron criticados por aceptar escuelas religiosas con problemas financieros, incluyendo algunas que colocaron el creacionismo en sus planes de estudio. Walters y sus colegas hallaron que los colegios privados participantes en el programa de Luisiana habían experimentado “una disminución rápida en la inscripción con respecto a otras escuelas privadas cercanas antes de entrar en el programa”, lo cual implica que el plan de vales atraía “un conjunto mal seleccionado de colegios privados, que luchan por mantener la inscripción”.

Walters comentó que el punto importante de su estudio es que “la elección escolar no garantiza mejores resultados en los estudiantes”. Los programas de vales se basan en la idea de que los padres de familia tienen un sentido infalible de lo que es mejor para sus hijos. “Un argumento común es que los padres son capaces de tomar mejores decisiones para sus hijos”, dijo Walters, “pero eso no siempre ocurre”.

Carey, de New America, remarcó que los estudios estatales son una advertencia para DeVos, y no sólo porque socavan la teoría de la mejora académica basada en la elección. “En defensa de DeVos, ella parece favorecer las políticas menos restrictivas y más orientadas hacia el mercado” acerca de qué escuelas pueden participar en los programas de vales. “En su retórica, es la creación de los mecanismos de mercado lo que vale la pena promover. Esta investigación no apoya esa opinión. De hecho, podría apoyar la idea de que ese enfoque es perjudicial para el aprendizaje de los estudiantes”.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer esta historia en inglés, haga clic aquí:


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