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Beverly Hills: Celebridades desperdician el agua y ahora deberán pagar

La casa de Geoff Palmer utilizó más de 12,000 galones de agua al día durante un período de dos meses. Ante la inminente multa, Palmer apeló en enero.

La casa de Geoff Palmer utilizó más de 12,000 galones de agua al día durante un período de dos meses. Ante la inminente multa, Palmer apeló en enero.

(Brian van der Brug / Los Angeles Times)
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Funcionarios de Beverly Hills dicen que lo intentaron todo: campañas educativas, restricciones de uso y avisos escritos para los residentes sospechosos de desperdiciar el agua.

A pesar de esos esfuerzos, la comunidad no alcanzó su objetivo de ahorro mensual desde junio, cuando una reducción del 25% del consumo urbano de agua en todo el estado se hizo obligatoria por la severidad de la sequía. Por consiguiente, los reguladores estatales multaron a la ciudad, diciendo públicamente que quienes desperdiciaban agua “deberían avergonzarse”.

Hace cuatro meses, funcionarios de Beverly Hills enviaron cartas a docenas de clientes en noviembre, advirtiéndoles sobre el uso excesivo de agua y urgiéndolos a reducirlo. La ciudad también comenzó a castigar a los usuarios inconscientes.

Las cartas llegaron a figuras como el cómico Amy Poehler, prominentes promotores inmobiliarios como Geoff Palmer y otros nombres notables. Una propiedad del filántropo y antiguo magnate de los medios de comunicación David Geffen, usó un promedio de 27,000 galones de agua al día entre el 2 de junio y el 2 de agosto —aproximadamente 60 veces lo que una familia promedio de Los Ángeles usa.

Al parecer las medidas están funcionando. La ciudad redujo su uso de agua en un 26% en enero —su porcentaje más alto en ocho meses de reportes y más del doble que en diciembre—.

“Creemos que las multas han tenido un impacto”, dijo la portavoz de la ciudad Therese Kosterman. “Muchos instrumentos fueron necesarios para alcanzarlo.

Para alcanzar la meta del 25% ordenada por el gobernador Jerry Brown, el Consejo de Control de Recursos Estatales de agua le asignó a los proveedores urbanos de agua de California parámetros individuales de conservación que debían alcanzar entre junio y febrero. A Beverly Hills se le pidió que cortara un 32% su uso, comparado con el 2013.

En mayo, funcionarios de la ciudad promulgaron restricciones de riego, llenado de piscinas y lavado de coches. Las regulaciones de Etapa D también requerían que una gran mayoría de clientes cortaran su consumo de agua un 30%, comparado con el mismo período del 2013. Hacia finales de junio, el gobierno municipal había aprobado penalidades para aquellos que no lograran ese objetivo y comenzarían a evaluarlos nuevamente en noviembre.

Entre junio y noviembre la ciudad recibió numerosas quejas de clientes que violaban las regulaciones de la Etapa D. Los funcionarios dieron seguimiento con cartas que les recordaban a esos clientes las restricciones de agua.

Aún así, Beverly Hills no alcanzaba el objetivo mensual impuesto por el estado, y a finales de octubre el consejo del agua multó con $61,000 dólares a la ciudad y otros proveedores de agua. Según los datos estatales más recientes disponibles, la ciudad recortó su consumo de agua de junio a enero un 19%, comparado con los niveles del 2013.

En comparación, el Distrito de Irrigación de Santa Fe convenció a sus clientes —incluyendo a aquellos en Rancho Santa Fe— reducir su empleo de agua en casi un 35%. El Distrito Municipal del agua de Las Virgenes, cuya área de servicio incluye Calabasas y Hidden Hills, ha reducido su consumo en un 29.5%.

“No estoy seguro por qué es así”, dijo Cris Carrigan, jefe de ejecución del consejo estatal del agua. “Hay otras comunidades en el estado donde la conservación es ‘Cool’. En Beverly Hills, por alguna razón, la gente no está motivada”.

En una carta enviada al estado en abril, un funcionario de la ciudad manifestó su preocupación de que alcanzar un alto objetivo de conservación “en tan poco tiempo podría no ser factible”. El funcionario argumentó que algunos proveedores se enfrentan a “factores demográficos y geográficos” que hacen más difícil alcanzar los objetivos de conservación.

Un estudio de UCLA en 2014 mostró que vecindarios más ricos típicamente consumen tres veces más agua que los que tienen menos recursos. Pero Bruce Reznik, director ejecutivo de Los Angeles Waterkeeper, una organización de protección y restauración de las vías fluviales, dijo que los datos demográficos no son ninguna excusa.

“No quiero ser dramático, pero ellos tienen un distrito que tiene los medios para implementar una agresiva conservación del agua”, dijo Reznik. “No es tan difícil apagar los rociadores de agua durante un par de días. No es una operación que requiera mucha inteligencia”.

El 6 de noviembre, la ciudad envió cartas a 86 clientes residenciales de agua que fallaron en cumplir con el mandato de la ciudad de reducción del 30%.

Las cartas cubrieron un ciclo de facturación de dos meses que generalmente corría de junio a agosto. Los Angeles Times obtuvo las cartas y los correspondientes recibos de agua en respuesta a una petición archivada conforme a la ley de Registros Públicos de California.

Al final, Beverly Hills ha urgido a sus residentes a “conservar el agua independientemente de su estado financiero”, dijo el alcalde Julian Gold en un comunicado. “Estas cartas eran las últimas en nuestra caja de herramientas para animar a los principales usuarios de agua a enfocarse más en la conservación”.

Algunas casas donde la ciudad dice que hubo un empleo desmedido de agua, han sido puestas a la venta por decenas de millones de dólares. En esas casas destacan seis, nueve o hasta 18 cuartos de baño. Las cuentas de dos meses rondaron desde $2,458 hasta $31,640, sin incluir los cargos por penalidades.

A Geffen le cobraron más de $30,000 por consumir a 1.6 millones de galones en la propiedad conocida como Warner Estate. La ciudad dijo que su “uso permitido de agua” en ese ciclo de facturación era aproximadamente 1.1 millones de galones.

Durante el ciclo de facturación más reciente, que terminó en enero, el empleo de agua en el estado cayó un 56%, comparado con el mismo período de 2013, dijo Kosterman.

A Poehler le cobraron más de $2,200 por empleo de agua en una propiedad. El uso allí entre el 14 de mayo y el 14 de julio excedió los 170,000 galones, según su cuenta.

Los representantes de Poehler no devolvieron llamadas y correos electrónico solicitando un comentario.

La casa de Palmer usó más de 12,000 galones de agua por día durante el período, para un costo total de más de $12,000.

En un correo electrónico dirigido al L.A. Times, Palmer dijo que una tubería rota provocó el uso en exceso.

Otros que recibieron cartas de advertencia, incluyeron al productor y director Brett Ratner, y Jason “Max” Mutchnick, co-creador de “Will & Grace”.

En un comunicado, Ratner dijo que no estaba consciente del empleo excesivo de agua en su casa. Después de la investigación, dijo que descubrió múltiples fugas y prometió repararlas. Posteriormente, más fugas fueron encontradas y Ratner ahora está cambiando toda la tubería, dijo una vocera.

En un correo electrónico por separado, un representante de Mutchnick dijo que dos fugas “sustanciales” habían sido descubiertas, pero ya fueron reparadas.

Beverly Hills no ha podido alcanzar su estándar de conservación durante tres meses consecutivos hasta enero, incluso aunque la conservación a nivel estatal siguió disminuyendo.

Cuestionado sobre si Beverly Hills podría ser multado otra vez porque todavía no ha alcanzado su objetivo, Carrigan, del consejo estatal del agua dijo que “Podríamos hacerlo”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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