Anuncio

Barrio del Área de la Bahía, aterrorizado por un enjambre de abejas

Share

Un enjambre de abejas iracundas aterrorizó a un barrio del Área de la Bahía durante el fin de semana, luego de enviar a dos residentes al hospital y causar heridas a dos perros pequeños, según informaron las autoridades.

Los ataques de abejas en Concord fueron informados por primera vez el sábado por la mañana, en la cuadra del 3800 de Hitchcock Drive. Las dos personas que fueron trasladadas al hospital por picaduras de estos insectos fueron un cartero y un residente de la zona. Los dos canes sufrieron, cada uno, cerca de 50 picaduras, señalaron algunos testigos.

Norman Lott, un apicultor de Mount Diablo Beekeepers Association, también fue testigo directo de la furia de las abejas. Uno de los insectos lo picó en su rostro mientras recorría el vecindario, para investigar el tema. “Tuve una confrontación ‘cara-a-aguijón’ con esa abeja”, ironizó el hombre.

Anuncio

Para el experto, es probable que los insectos se hayan vuelto agresivos y desorientados cuando su colmena -una de las dos halladas en la propiedad- fue trasladada.

A Lott se le convocó en primer lugar el viernes para examinar el enjambre, luego de que un residente que vive a pocas cuadras se quejara. “Había algunas cuantas abejas en la zona que picaban y molestaban a la gente”, afirmó. “No era nada tremendo, pero definitivamente tampoco algo cómodo”.

A la mañana siguiente, Lott regresó a la zona y finalmente logró ubicar con precisión la ubicación del enjambre. Las abejas, señaló, estaban posiblemente tan desorientadas que no sabían dónde ir y terminaban agrupándose. La policía de Concord afirmó que el propietario de la vivienda estaba trabajando con otro apicultor local para retirar el enjambre restante. El domingo, los insectos ya habían abandonado el lugar.

Lott, de 65 años de edad, quien ha mantenido colmenas desde que era niño, afirmó que retuvo algunas de las abejas confundidas y que planea enviarlas como muestra a E.L. Niño Bee Lab, de UC Davis, o a UC San Diego, para determinar si éstas tenían en su ADN algún rastro de abejas africanas, conocidas por sus comportamientos defensivos y la férrea protección de sus enjambres.

En tanto, permanecer en el lugar, vestir prendas de color claro y estar tranquilo es la mejor forma de evitar las picaduras, detalló Lott. Y, desde luego, no jugar con una colmena. “No vaya a atacarlas con un palo”, señaló.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio