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Por qué es más difícil para las mujeres afroamericanas denunciar agresiones sexuales en el campus, incluso en universidades mayormente negras

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Chardonnay Madkins conoce de primera mano las presiones que pueden enfrentar las mujeres afroamericanas cuando denuncian agresiones sexuales en el campus. La joven sostiene que fue agredida en dos incidentes separados; en una ocasión en una universidad mayormente blanca, y luego en otra históricamente negra.

Al denunciar las agresiones, Madkins soportó cuestiones similares -algunas sutiles y otras deliberadas- para persuadirla de que se abstenga en lugar de presentar una queja contra un estudiante negro.

Ahora, como gerente de proyecto de la organización de defensa End Rape on Campus, Madkins, de 25 años, trabaja para captar más atención al papel que puede desempeñar la raza en el manejo de las agresiones sexuales en los campus, y las dificultades características que pueden enfrentar las mujeres negras. También se prepara para lanzar Centering the Margin, un programa que ayudará a los funcionarios escolares y a los estudiantes a reconocer cómo las agresiones sexuales pueden afectar de diferentes maneras a los miembros de las comunidades marginadas.

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Los Angeles Times habló con Madkins acerca de su trabajo. Sus respuestas han sido editadas por una cuestión de longitud y claridad.

¿Tienen las mujeres negras más dificultades que las blancas para lidiar y denunciar las agresiones sexuales?

Sí. Parte de esto se debe a dónde se ubican las mujeres negras, en comparación con las blancas, en términos de ser aceptadas en la universidad, tener acceso a los recursos y cosas como esas.

Otra cosa es que la narrativa en torno a la violencia sexual en gran medida se centra alrededor de las mujeres blancas heterosexuales y de género no binario [no transgénero]. Así que, si realmente no entras en esa categoría, no tienes tanto conocimiento sobre la violencia sexual en contra de tu comunidad en particular.

Otra barrera es que lo más probable es que sus agresores sean hombres de color, específicamente hombres negros. En los campus universitarios y las universidades históricamente negras hay presiones sutiles de parte de la comunidad [negra]. Se les dice a estas mujeres que permanezcan en silencio porque la educación de su agresor es más importante que la suya, y que [ellas] no pueden ser otro de los que envían a un hombre negro a la cárcel. [Se les dice a las mujeres:] “Estos son los pocos hombres negros que fueron capaces de llegar a la universidad y que tú trates de reportarlos va a obstaculizar su éxito”.

Así que, cuando consideras todo esto, además de la gran desconexión entre la comunidad negra y las agencias de aplicación de la ley, es suficiente para que las supervivientes negras no se sientan cómodas denunciando los abusos sexuales.

¿De dónde viene esa presión para permanecer en silencio?

No sólo proviene de la comunidad negra en general, sino también de estos campus individuales [y estudiantes]... Te dicen que no hables de ello, que lo mantengas en secreto: “Bueno, no significa que necesariamente tengas que decírselo a la escuela y la policía, o hacer una cosa o la otra. O tal vez seas tú quien malinterpretó lo que sucedió”.

Cuando se trata de la violencia sexual que se perpetúa en contra de ellas por parte de los hombres negros, es un caso muy difícil de probar. Otras personas podrían no saber que [los hombres negros] esencialmente tienen la ayuda y el apoyo de la comunidad negra en general, debido a la forma en que son considerados. Ellos son la porción más alta de la jerarquía social dentro de la comunidad negra; saben que todo va a ser distorsionado y volcado a su favor.

¿Y cómo se siente una mujer negra sobreviviente al respecto?

Creo que eso las hace sentir realmente aisladas.

Entonces, ¿las mujeres negras a menudo reciben menos apoyo que otras?
Al menos en mi experiencia como sobreviviente en el campus, creo que perdí el apoyo de toda mi comunidad allí cuando presenté la denuncia.

Eso depende del ambiente que tenga el campus. Sé que cuando yo fui agredida, estas conversaciones [sobre la violencia sexual] no ocurrían en mi campus en absoluto, así que esa fue una de las razones por las cuales no tuve tanto apoyo de ni del alumnado en general, sino especialmente de la comunidad negra. Pero en la institución históricamente negra, [después de la segunda agresión] también vi el mismo tipo de reacción de todas las mujeres negras allí.

¿Cuál fue su reacción?

Hay una idea o estereotipo negativo de que las mujeres negras simplemente son muy fuertes y pueden ser muy resistentes. Y a veces eso puede darte fuerzas, pero cuando hablamos de estos traumas y de poder tener el espacio y la capacidad de sanar, a las mujeres negras realmente no se les concede porque son vistas como demasiado fuertes. Así que, en ambos campus, incluso por parte de personas a quienes consideraba mis amigos míos muy cercanos, hubo esa misma reacción de: “Vas a superarlo. Eres fuerte”.

La violencia sexual y las violaciones no son algo que puedas “superar”. Son un trauma. Esto es algo con lo que tengo que vivir y despertarme todos los días.

¿Observas una diferencia en cómo los informes de agresión sexual se abordan en las universidades históricamente negras versus los campus predominantemente blancos?

En los colegios y universidades históricamente negras la raza juega un papel importante, tal como en los campus predominantemente blancos. La diferencia es que existe la idea de que si provienes del mismo origen racial, o si eres otra persona de color, técnicamente no puedes discriminar en contra de alguien más en base a su raza.

Es muy claro si estás en un campus predominantemente blanco y alguien desestima tu denuncia alegando que eres una mujer negra y sexualmente promiscua. Allí fácilmente puedes decir que eso es parte de un estereotipo. En un colegio o universidad tradicionalmente negros, generalmente tenemos personas mayores negras mayores muy conservadoras, que no dicen las mismas cosas. Pero debido a que el sentimiento proviene de otra persona negra, la gente tiene dificultades para entenderlo y eso perpetúa la discriminación.

¿Así que, incluso los campus negros perpetúan algunos de estos estereotipos raciales?

Sí, claro. Estos son sólo microcosmos de la sociedad en conjunto, por lo cual como tenemos sexismo, racismo, clasismo y etc. en la sociedad en general, vemos eso en una escala menor en estos campus. Los colegios y universidades históricamente negras no son diferentes ni inmunes a ello. En cierta medida, cuando se trata de su reputación e imagen, tratan de compensar en exceso toda la mala publicidad que proviene de ello debido al racismo sistémico general.

¿Cómo afecta a su reputación que se denuncie un incidente de agresión sexual?

Sólo en la publicidad negativa. Eso hará perdurar la idea -esto es lo que ellos dicen- de que todos los hombres negros son violadores y que realmente no puedes enviar a tus hijos a una escuela predominantemente negra porque en ellas suceden cosas malas o no son seguras. Creo que las instituciones están realmente asustadas por ello.

¿Cómo afecta eso a la forma en que manejan los casos de agresión sexual?
En algunos casos, eso significa que disuadirán a las sobrevivientes de presentar una denunciar o harán cosas para disuadirlas de seguir adelante con su reporte.

¿Cuál crees que sea la solución para esto?

Empezar a tener estas conversaciones a edades más jóvenes, y dentro de la comunidad negra.

Cuando hablamos de cosas como la violencia policial u otros tipos de desigualdades dentro de nuestra comunidad, que también incluyamos las desigualdades que experimentan las personas negras más marginadas -las mujeres, las mujeres transgénero y de género no binario, las personas LGBTQ, las personas encarceladas y la gente con discapacidades-, porque esas personas son igual de importantes para nuestra comunidad y son clave para ponerle fin al problema.

Al ser temas raciales sensibles, ¿crees que eso hace que sea más difícil mantener esas conversaciones?

No creo que sea más difícil. Creo que hace que las personas no quieran escuchar. Entendemos que estas cosas incomodan a algunos. Lo que oímos mucho, o al menos escuchábamos mucho antes, es que si hablamos de violencia sexual, entonces sólo debemos hablar de ello y no de temas raciales o de derechos de los homosexuales o cualquier otra cosa, porque hay que enfocarse en un tema y todo lo demás es divisorio.

Creo que esas respuestas son la razón por la cual todavía estamos donde estamos. Estos problemas no suceden en un vacío, y cuando hay personas que viven en estas intersecciones, no sólo es más importante hablar de estos temas, sino ponerlos en contexto.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer este artículo en inglés, visite

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