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Hombres blancos y votantes indecisos, los responsables de que Trump siga adelante

Nuevos sondeos posteriores al debate de los candidatos a vicepresidente colocan a Hillary Clinton por delante de Donald Trump en los estados clave para ganar la Casa Blanca. (Photo by Ethan Miller/Getty Images)

Nuevos sondeos posteriores al debate de los candidatos a vicepresidente colocan a Hillary Clinton por delante de Donald Trump en los estados clave para ganar la Casa Blanca. (Photo by Ethan Miller/Getty Images)

(Ethan Miller / Getty Images)
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Con los dos primeros debates de la elección general ya finalizados y las votaciones tempranas inauguradas en muchos sitios, el liderazgo de Hillary Clinton se ha fortalecido en las encuestas de opinión en los estados necesarios para ganar la Casa Blanca, especialmente en aquellos con grandes poblaciones minoritarias.

Pero el apoyo básico a Donald Trump entre los trabajadores sigue intacto, dándole un punto de partida para intentar volver a escena durante la fase final de la campaña, a juzgar por una serie de nuevas encuestas publicadas en los últimos días.

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Una de las claves para Trump es el tenaz apoyo que logra entre los hombres, cuyo respaldo se ha incrementado luego del episodio de salud de Hillary Clinton a comienzos de septiembre, según el sondeo ‘Daybreak’ de USC Dornsife/Los Angeles Times.

A nivel nacional, la carrera no ha cambiado drásticamente desde el primer debate entre ambos candidatos, aunque la mayoría de los votantes sostiene que Clinton ganó el encuentro. Pero más allá de esa imagen nacional relativamente estable, la alineación de los estados se ha desplazado para el beneficio de Clinton, indican los sondeos.

La encuesta Daybreak, un estudio a nivel nacional que se actualiza diariamente, ha mostrado que no hubo casi movimiento. Los sondeos nacionales de YouGov para The Economist y de SurveyMonkey para NBC, que se realizan cada semana, también han mostrado una carrera muy estable, aunque no están de acuerdo con la encuesta Daybreak acerca de qué candidato lleva la delantera.

Los tres estudios se llevan a cabo en línea; varias encuestas nacionales realizadas por teléfono han hallado un cambio más importante en favor de Clinton. Ese tipo de diferencia en las encuestas telefónicas, que muestran mayores aumentos y descensos que los sondeos en línea, ya ha aparecido en campañas anteriores.

El sondeo Daybreak es el único importante que muestra a Trump por delante; hasta este miércoles, el republicano lideraba la encuesta por 47% a 43%. Los promedios de los últimos sondeos, por el contrario, muestran que Clinton lidera por cuatro o cinco puntos porcentuales.

Una importante razón para esta diferencia es la forma en que las encuestas cuentan a las personas que no están seguras de votar, o que no saben plenamente a qué candidato elegir.

Clinton y Trump están ahora parejos en la encuesta Daybreak entre los votantes más comprometidos, aquellos que aseguran que votarán, y que saben a qué candidato elegirán. Anteriormente, Trump tenía una ventaja entre esos votantes.

El avance general del republicano en la encuesta depende ahora del apoyo de las personas que están menos seguras de votar. El sondeo pide a los participantes que estimen su probabilidad de voto, utilizando una escala de cero a 100.

La brecha de género proporciona otra gran razón para la diferencia. En la encuesta Daybreak, Trump lidera a Clinton por 17 puntos entre los hombres, mientras que la demócrata tiene una ventaja de nueve puntos entre las mujeres. Los sondeos que muestran a Clinton por delante manejan la brecha por género en otra dirección (la ventaja de Clinton entre las mujeres excede a la de Trump entre los varones).

El cuestionario de NBC/SurveyMonkey, por ejemplo, que mostró a Clinton como líder por 50% a 44%, halló que la demócrata lidera entre las mujeres por 18 puntos, el doble de puntos que Trump registra entre los hombres. En tanto, el sondeo de YouGov, que considera a Clinton ganadora por 43% a 40%, explicitó una ventaja de la candidata de 11 puntos entre las votantes, mientras que Trump llevaba 5 puntos de ventaja entre los varones.

El apoyo a Trump por parte de los votantes masculinos se incrementó ampliamente en el sondeo Daybreak luego del 11 de septiembre pasado, cuando surgieron imágenes de Clinton tropezando en una camioneta mientras se retiraba de un homenaje por las víctimas del ataque terrorista de 2001. Más tarde se informó que la candidata sufría una neumonía.

Trump empleó ese episodio como evidencia de que a Clinton le falta energía para ser presidente, una acusación que menciona a menudo, y el aumento del apoyo masculino en la encuesta señala que ese ataque ha hallado una buena recepción. Entre el 11 de septiembre y el final del mes, la probabilidad de voto entre los partidarios de Trump aumentó cinco puntos porcentuales en la encuesta, y los hombres fueron en gran medida responsables de ese aumento.

Pero el enfoque del republicano podría, también, haber alejado a muchas mujeres; un gran obstáculo para él en algunos estados clave. Una reciente encuesta de votantes en Florida, realizada por la Universidad Quinnipiac, por ejemplo, mostró que Trump pierde entre las mujeres del estado por 20 puntos porcentuales, aunque gana entre los hombres por 11 puntos. En Pensilvania, un sondeo de esta semana realizado por Franklin & Marshall College estimó que pierde entre las mujeres por 12 puntos.

La brecha de géneros es una de las tres grandes divisiones en el electorado que han enmarcado la carrera desde que Clinton y Trump aseguraron sus candidaturas. Las otras dos son la raza y el nivel de educación.

La brecha a lo largo de las líneas raciales ha sido fundamental en las encuestas estatales. Un abrumador apoyo de los votantes de minorías ha sido clave para el liderazgo de Clinton, tanto en Florida -donde lidera en cinco de las últimas seis encuestas- como en Pensilvania, un estado que la campaña demócrata ha visto como una defensa contra cualquier resurgimiento del republicano.

Los votantes de minorías también han sido cruciales para Clinton en Carolina del Norte, un estado que el candidato republicano Mitt Romney lideró hace cuatro años, pero en el cual Clinton ha liderado ahora las seis encuestas dadas a conocer en las dos últimas semanas. Un sondeo del estado llevado a cabo por la Universidad de Elon descubrió que Clinton gana el 98% de los votantes negros, mientras que Trump lidera entre un 61%-39% de los blancos.

En cada uno de esos estados, y en todo el país, la brecha de la educación también ha sido un factor importante. Trump ha dominado la carrera entre los votantes blancos sin título universitario. En cambio, viene después de la demócrata en muchos estados entre los graduados universitarios, un sector que los republicanos solían dominar.

La división entre los graduados universitarios blancos y aquellos sin título ha sido clave para el liderazgo de Clinton en Virginia y Colorado, ambos estados con un alto porcentaje de votantes con educación universitaria. Hace cuatro años, ambos estados se encontraban entre los más disputados. Este año, en cambio, los demócratas han recortado ampliamente su propaganda política porque sienten que ese gasto no es necesario para ganar.

Por contraste, el candidato republicano parece liderar en estados con electorado más blanco y menor número de graduados universitarios, en particular Iowa y Ohio, dos territorios decisivos que el presidente Obama ganó en 2008 y 2012, pero a los cuales Trump parece ahora acercarse.

La campaña de Clinton ha intensificado recientemente sus esfuerzos en otros estados del norte mayormente blancos, entre ellos Minnesota y Maine, lo cual sugiere una preocupación por el poco apoyo registrado en sitios donde el voto minoritario es más pequeño que el promedio.

El problema para Trump es que incluso ganando esos estados, no es suficiente para llegar a la Casa Blanca. Para obtener los 270 votos electorales necesarios para alzarse con la presidencia, el republicano debería triunfar en Carolina del Norte y Florida, así como en Ohio, e incluso debería ganar algún otro estado que actualmente se muestra alineado con Clinton.

Además de las divisiones por género, raza y educación, Trump también debe luchar contra las deserciones de una pequeña pero importante porción de votantes republicanos en varios estados clave. En la encuesta de Quinnipiac, por ejemplo, el republicano tiene un 84% de apoyo entre los votantes republicanos en Florida, en comparación con el apoyo de Clinton entre los demócratas, que llega al 92%. En Pensilvania, el sondeo de Franklin & Marshall muestra que Clinton obtiene un 78% de respaldo entre los demócratas, mientras que Trump llega al 71% entre los republicanos. Una parte considerable de los republicanos, 11% según la encuesta, aseguró que aún no sabe por quién votará.

En la encuesta Daybreak, Clinton obtiene ahora el 91% de los votos entre los demócratas, por encima del 86% que mostró la semana anterior. Trump consigue el 81% entre los republicanos.

Una pequeña disminución en el apoyo para otros candidatos podría ser una creciente brecha, que redundaría en una ventaja para Clinton. El porcentaje de los votos destinados a un candidato diferente de Clinton o Trump se ha reducido a un 10% en el sondeo Daybreak, frente al 13% de hace un mes. Esa disminución es particularmente notable entre personas con título universitario.

Del mismo modo, la encuesta SurveyMonkey, con una muestra semanal muy amplia -lo cual permite el análisis de pequeños grupos dentro del electorado- ha mostrado una disminución en el apoyo tanto para el candidato libertario, Gary Johnson, como para la del Partido Verde, Jill Stein.

Anteriormente, los candidatos de estos partidos parecían desviar más votantes de la opción Clinton o Trump. A medida que el apoyo para ellos se reduce, los votantes que se inclinan hacia el lado demócrata parecen volver a su elección partidaria habitual más rápido que aquellos que se alinean entre los republicanos.

Esa tendencia podría continuar. El sondeo de Franklin & Marshall descubrió que menos de la mitad de los votantes de Johnson en Pensilvania estaban seguros de elegir a dicho candidato. En comparación, el 92% de los seguidores de Clinton y el 88% de los de Trump afirmaron estar seguros de su elección.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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