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Este exjugador de la NFL perdió 84 libras en cuatro meses, y jamás las recuperó

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Cuando Nick Hardwick, centro de los Chargers de San Diego, se retiró de la NFL el 2014, perdió 85 libras en cuatro meses. Tres años después, sigue desafiando las estadísticas que muestran que muchas de las personas que pierden peso lo recuperan íntegramente. Hardwick se ha mantenido en línea y ahora ayuda a otras personas a lograrlo, publicando recetas y consejos de salud y estado físico en su blog e Instagram.

Después de sufrir una severa lesión en el cuello jugando al fútbol americano, el deportista está limitado en cuanto a las actividades que puede realizar. No obstante, eso no lo detiene. Cuando no está en la cabina de relatores para hacer comentarios y análisis de partidos, camina y hace yoga a diario. En marzo último, escaló el monte Kilimanjaro en nombre de la organización de caridad Waterboys. ¿Cuál es su secreto? “Desearía haber hecho yoga antes”, afirma Hardwick, de 35 años. “Podría haber agregado unos años a mi carrera futbolística”, dice el deportista por vía telefónica, desde San Diego, donde ofreció una entrevista.

¿Cuándo decidiste hacer un cambio?

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Pesaba 295 libras como centro de los Chargers. Me lastimé el cuello en la Semana 1 de 2014 y me dijeron que eso sería todo. En ese momento fue cuando decidí bajar de peso. Los entrenadores dicen que los defensores aumentan o bajan de peso después del retiro, y yo decididamente no iba a subir. Para el final de la temporada, seguía el juego desde los laterales, con 210 libras.

¿Cómo fue mantener el peso de 300 libras durante tu actividad deportiva?

Me sentía incómodo la mayor parte del tiempo. Estaba demasiado grande y me sentía hinchado. Sé que puede sonar vanidoso, pero no me gustaba ver mi vientre colgando sobre mis pantalones vaqueros y mis piernas frotándose entre sí al caminar. Comía por lo menos 7,000 calorías al día; comenzaba desde el primer minuto en que despertaba: barras y tragos de proteínas, batidos, un desayuno completo -con huevos y salchichas-, de todo. Tenía una bolsa con almendras y comía todo el día. Bebía batidos proteicos después del almuerzo. Cenaba y luego comía la mitad de uno de esos envases grandes de yogurt griego. Después, en la cama, ya por la noche, comía una pinta de helado de Ben & Jerry.

¿Cómo perdiste el peso?

Simplemente por reducir la ingesta de calorías. Y no levantar pesas. Yo no quería perder peso; yo necesitaba perderlo. Quería aliviar la presión en mis articulaciones y mitigar algunos de los daños que había creado jugando al fútbol. Cuando estaba en la universidad era más delgado, pesaba 195 libras. Fundamentalmente, comí de todo hasta convertirme en un jugador profesional de fútbol. Algo interesante que ocurrió cuando perdí el peso: crecí una pulgada y media. Yo medía 6 pies 3, y ahora mido 6 pies 5.

¿Cómo es la nueva dieta?

Me propuse una dieta por mi cuenta, después de años de saber cómo ganar peso. Yo fui luchador en la escuela secundaria, y una vez perdí 48 libras para entrar en el equipo de lucha libre. Sabía cómo manipular mi cuerpo, y funcionó para mí porque soy muy sistemático. He hecho cada repetición como forma de experimento, para ver cómo me sentía, física y mentalmente. Llegué a esta dieta a través de la cuestión global de ingerir y quemar calorías. Si uno consume menos calorías de las que consume, pierde peso. Es una ley de la termodinámica. Lo otro que hice fue una confusión metabólica; tenía que cambiar continuamente y adaptar y confundir a mi cuerpo. El cuerpo no sabe cuándo es la próxima ingesta y debe acostumbrarse a eso. También experimenté con un ayuno intermitente. El cuerpo se alimenta de sí mismo cuando lo necesita. La dieta es básicamente 4-2-3-1. Un día, cuatro comidas; al día siguiente, dos; al siguiente, tres, y el cuarto día sólo una. Las comidas son de entre 600 y 800 calorías.

¿Y limitar los alimentos procesados y el exceso de carbohidratos?

En un mundo perfecto, sería con alimentos enteros. Lo intenté todo y funcionó: [dietas] paleo, vegetariana, carbohidratos lentos. Me dio una gran estructura con la cual trabajar.

Has escalado recientemente el monte Kilimanjaro. ¿Algún consejo para otras personas que lo tengan en su lista de deseos pendientes?

Estar en condiciones lo suficientemente buenas como para caminar 20 millas si es necesario. También diría que no se entrenen por demás. Todo lo que hice fue caminar, cuatro o cinco millas por día. Trabajé mucho en posturas; eso puede aliviar muchas complicaciones. Hice yoga todos los días, intenté mantener mis músculos largos y flexibles. También seguí una dieta adaptada de grasas, que se supone que ayuda para el mal de altura.

Tu filosofía de Instagram parece ser “ejercita donde sea, en cualquier lugar y en todo momento”

¡Efectivamente! Recogí de la escuela a mis hijos ayer y, mientras ellos jugaban, yo comencé a hacer posturas de yoga y la pose conocida como ‘guerrero 3’ en la acera. Ejercito en cualquier lado; puedo hacer una parada de manos, o acostarme y hacer abdominales en medio de una multitud. Me hace sentir bien y lo disfruto. No siento que deba asignar tres horas a un entrenamiento; lo reparto durante todo el día.

San Diego es una gran ciudad para quienes gustan de la actividad y el aire libre. ¿Cuáles son tus sitios favoritos?

Mi esposa y yo llevamos a los niños y el perro a Sunset Cliffs para disfrutar de la naturaleza. Vivimos en Point Loma y tenemos un hermoso parque cerca de nosotros, llamado Liberty Station, que tiene muchas tiendas y resulta cómodo. Algunas de mis caminatas preferidas son Potato Chip Rock, en Lake Poway, y Iron Mountain, pegado a Poway Road. Realmente disfruto de ella cuando está saliendo el sol; se puede ver el amanecer hacia el este.

Tú has logrado algo que a mucha gente le gustaría hacer: perder una gran cantidad de peso y mantenerlo. ¿Qué consejo podrías darle a otros que necesitan bajar una cantidad importante de libras?

No esperen. Perder peso es como escalar una montaña. Si miras a la montaña antes de empezar, será desalentador. Pero si uno mira hacia abajo y comienza a caminar, hay posibilidades de realizar la hazaña.

¿Cómo haces frente a las lesiones?

La mayoría de mis lesiones provienen de mi cuello. Tengo entre 200 y 300 pinzamientos de jugar como centro; por eso me tuve que retirar. Tengo estenosis en la columna vertebral; ya casi no levanto pesas, y no lo hago jamás por encima de mi cabeza. Si practico algo por el estilo es sólo peso corporal.

¿Qué haces para relajarte?

Esa es una buena pregunta. La relajación es probablemente lo más difícil para mí. Disfruto de estar con mis hijos en el parque, o de ver películas en casa los viernes por la noche. Tengo distintos límites entre el tiempo de trabajo y el que dedico a mi familia. Cuando estoy con ellos es cuando me relajo.

Te describes a ti mismo como un defensor de la salud. ¿Qué intentas transmitir a otros?

Me siento obligado a hacer que la gente sepa que hay tanta información por ahí, y que hay que empezar de algún modo. Llegué a esto porque, después de 11 años de jugar fútbol americano recuperé mi cuerpo. Cuando ahora me miro, me veo como un mortal y quiero preservar lo que me quede de vida. Abogo por que la gente contemple su salud en el largo plazo; hay que invertir en uno mismo y en la salud para tener una vida larga y fructífera, para no sufrir cuando se llega a los 60 o 70. Todo lo que uno haga ahora lo beneficiará más adelante.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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