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El condado de Los Ángeles considera disolver la unidad de donaciones de bienestar infantil

Empleados de correos organizan los regalos en la oficina de North Hollywood del Departamento de Servicios de Niños y Familias, antes de que estos sean entregados a pequeños necesitados, para la Navidad de 2001 (Myung J. Chun / Los Angeles Times).

Empleados de correos organizan los regalos en la oficina de North Hollywood del Departamento de Servicios de Niños y Familias, antes de que estos sean entregados a pequeños necesitados, para la Navidad de 2001 (Myung J. Chun / Los Angeles Times).

(Myung J. Chun / Los Angeles Times)
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El condado de Los Ángeles revisará cuál es la mejor forma de manejar las donaciones para niños luego de que una auditoría descubriera que miles de juguetes no fueron entregados, así como la realización de miles de pagos inapropiados y que las iniciativas de recaudación de fondos resultaron, en gran medida, ineficaces.

La Junta de Supervisores considerará una moción este martes para explorar alternativas a la Unidad del Fondo Fiduciario para Niños, un brazo del Departamento de Servicios de Niños y Familias que está encargado de recaudar dinero para niños en cuidados de crianza que no están cubiertos por otras fuentes. El fondo fiduciario ha ayudado a brindar regalos para estos pequeños, incluyendo vestidos de quinceañeras y viajes a campamentos de verano, entre otras cuestiones.

El condado realizó una auditoría de la unidad del fondo fiduciario a pedido de la gerencia del departamento, preocupada acerca de si generaba suficientes ingresos para justificar sus costos de personal. Las conclusiones de la investigación, divulgadas la semana pasada, muestran que la unidad carecía de supervisión e ignoraba controles internos, lo cual redundó en donaciones malgastadas o no tenidas en cuenta.

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En 2015, por ejemplo, la unidad pagó $336,000 para que los niños asistieran a campamentos de verano, pero la mayoría de estos sitios no estaban acreditados o con licencia, y cada uno de ellos recibió la misma tarifa por niño, independientemente de su duración o de los servicios que ofrecía, sostuvo el informe. La unidad también realizó pagos múltiples por los mismos niños, por menores que no asistieron y por algunos que no resultaban elegibles.

El año anterior, durante la campaña de juguetes llamada “Spark of Love”, la unidad recibió al menos 44,000 juguetes por un valor total de $440,000 dólares, pero un año después, unos 7,000 de esos artículos languidecían en un almacén. Otros 2,500 juguetes no fueron contabilizados y 12,000 fueron destinados a organizaciones sin el estatus exento de impuestos requerido, mientras que a organizaciones sin fines de lucro elegibles y a un parque del condado se les negaron los artículos. Del mismo modo, alrededor de una cuarta parte de los $140,000 recolectados en boletos para eventos -a juegos deportivos y parques temáticos, por ejemplo- desaparecieron o fueron destinados a entidades externas en lugar de a niños en cuidados de crianza.

“El Fondo Fiduciario para Niños es necesario para mejorar las vidas de los pequeños en cuidados de crianza en L.A.”, afirmó Jennifer Roxroad, madre adoptiva y directora ejecutiva de California Alliance of Caregivers, un grupo de activistas. “Sería una tragedia si los chicos sufrieran la pérdida de donaciones y de oportunidades especiales para ellos”.

El informe de la semana pasada es el último de una serie de auditorías que han documentado la mala gestión financiera de los Servicios de Niños y Familias. El año pasado, una revisión de los procedimientos de compra y pagos del departamento descubrió que los problemas con el mantenimiento de registros, las compras inadecuadas y los controles deficientes de las tarjetas de regalo persistían desde 2007, cuando se halló que le habían costado al departamento más de $1 millón de dólares. Una revisión de 2015 descubrió que éste había gastado cientos de miles de dólares en suministros de oficina excesivamente caros.

Brandon Nichols, el director interino de Servicios para Niños y Familias, afirmó en una entrevista que se sentía “terriblemente decepcionado” por lo que el reporte había revelado. Acerca del patrón aparente de los últimos años, el ejecutivo reconoció que la atención del departamento se había alejado de los controles internos. “La seguridad de los niños es una preocupación general”, señaló. “Es lo que ha llamado más la atención”.

Nichols señaló que el departamento, al que se le informó de algunas conclusiones durante la auditoría, ya había tomado medidas correctivas. El gerente de la unidad presentó su renuncia y otros miembros del personal fueron trasladados a roles que no implicaban deberes fiscales.

Adicionalmente, resaltó Nichols, el departamento ha estado trabajando con el Departamento de Servicios Internos del condado para mejorar la forma en que compra y paga por bienes y servicios, y su capacitación al personal acerca de la importancia del mantenimiento de registros y la rendición pública de cuentas.

Además de documentar la mala gestión de las donaciones, la auditoría cuestionó que la unidad del fondo requiriera de personal dedicado a tiempo completo y notó que “sólo genera ingresos mínimos en comparación con su tamaño”.

Los registros muestran que la unidad recaudó aproximadamente $17,000, $22,000 y $7,000 en los años fiscales 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015, respectivamente. Sin embargo, gastó más de $400,000 en costos de personal en cada uno de esos años (la auditoría señaló “diferencias sustanciales” en el mantenimiento de registros; es posible que se haya recaudado más dinero pero que éste no haya sido registrado).

En una carta dirigida a la junta, el auditor-controlador John Naimo recomendó que el departamento considere la disolución de la unidad. Nichols señaló que Servicios para Niños y Familias está explorando la idea y buscando otro lugar para albergar las funciones de la unidad. Entre las opciones se incluyen una organización independiente sin fines de lucro u otro organismo dentro del condado, como el centro para asociaciones público-privadas de la Oficina de Protección Infantil, afirmó.

Pero la moción del martes, presentada por la supervisora Sheila Kuehl, indicó a la oficina ejecutiva del condado que estudie otros departamentos y ofrezca opciones para mejorar la unidad, en lugar de disolverla de inmediato.

“Muchos departamentos del condado manejan fondos similares, con fuertes controles fiscales”, afirmó Kuehl en un comunicado. “Esta moción permitirá que el directorio considere otras estructuras existentes que puedan proveer la responsabilidad que necesitamos para continuar operando la Unidad del Fondo Fiduciario para Niños”.

Rexroad, de la alianza de cuidadores, remarcó que los condados de todo el estado tienen varias formas de recaudar dinero para los niños de crianza temporal, pero que los donantes premian a organizaciones donde sus dólares cuentan más. “Muchas personas quieren ayudar a los niños de crianza pero no pueden recibirlos en sus hogares, y en lugar de ello donan dinero”, afirmó. “Es importante tener un sitio donde las personas puedan hacer donaciones monetarias y de otro estilo, y que éstas eventualmente lleguen a beneficiar a estos niños”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic here

Traducción: Valeria Agis

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