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¿Dónde está el pesquero Tammy, perdido hace más de 20 años? Dos cazadores de naufragios creen saber la respuesta

What happened to a fishing boat called the Tammy? (June 1, 2017)

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Aguas calmas y tiempo despejado acompañaron al barco pesquero Tammy cuando salió de San Pedro, el 11 de julio de 1994, para echar sus redes en busca de pepinos de mar, hasta que desapareció.

La embarcación de acero, de 40 pies de eslora, llevaba una tripulación de cuatro pescadores vietnamitas esa noche. Dos de los cuerpos fueron hallados al día siguiente, en los carriles marítimos de Newport Beach. Los otros nunca fueron recuperados.

“Hasta el día de hoy, no tenemos siquiera un certificado de muerte de mi padre, porque jamás lo encontraron”, afirmó Thai Minh Ta, acerca de Cong Minh Ta, propietario del barco.

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Él y otros hijos de los desafortunados pescadores han anhelado por años saber qué le ocurrió a los hombres y a la embarcación que los llevó hasta la muerte. “Siempre me pregunto si algún barco chocó a mi padre y huyó, si lo golpeó y no regresó para salvarlo”, expresó Lisa Nguyen, hija de Nhieu Van Nguyen, cuyo cuerpo sí fue recuperado.

La Guardia Costera concluyó que el Tammy se hundió, pero cerró su investigación sin establecer una causa o localizar sus restos.

Ahora, más de dos décadas más tarde, dos hombres con amplia experiencia en investigación e identificación de restos hundidos creen que el barco pesquero largamente perdido podría descansar en el fondo marino, en 70 pies de agua cerca de la entrada del Puerto de Long Beach.

Steve Lawson, escritor técnico y ávido buzo especialista en restos, junto con Gary Fabian, consultor informático e historiador marítimo, descubrieron en 1995 un barco hundido y han pasado más de una década trabajando en su identificación.

The Tammy went missing after setting off from San Pedro on July 11, 1994.

Su ubicación, dimensiones y la construcción del casco de acero refuerzan su teoría de que se trata del Tammy. Sin embargo, Lawson y Fabian no pueden estar seguros sin compararlo con fotos de la embarcación antes de su hundimiento.

Tres hijos de los pescadores contactados por el Times afirmaron no contar con imágenes del Tammy. Tampoco pudieron identificar los restos del barco -ahora corroído y cubierto de anémonas de mar- a partir de una imagen de datos electrónicos y de fotografías submarinas que los investigadores han compilado. “La evidencia circunstancial sugiere que se trata de él, pero se necesitan pruebas más definitivas”, aseguró Lawson, de 52 años. “Es un misterio que debe resolverse”.

Cong Minh Ta y su familia se unieron a las oleadas de refugiados vietnamitas que dejaron su tierra natal en la década de 1970. Sus hijos, Thai, de 48 años, y Daniel, de 46, narraron que la familia vivió en un campo para refugiados en Filipinas antes de llegar a los EE.UU., en 1980. Finalmente se instalaron en San Gabriel, donde Cong Minh Ta trabajó en construcción.

Thai relató que su padre y él compraron el Tammy por unos $300 dólares, cuando era poco más que “un trozo de metal flotando en el agua”, e invirtieron miles de dólares en reconstruirlo. “Trabajamos en ello por al menos ocho meses”, aseguró. “Nuevos armarios, nuevo motor. Todo era nuevo, a excepción del nombre”.

A diferencia de otros miembros de la tripulación, narró, su padre no era un pescador profesional. Había adquirido el barco como un negocio, pero en el corto tiempo en que lo emplearon “ni siquiera ganamos buen dinero con él”, aseveró Thai.

Nhieu Van Nguyen, un experimentado pescador y capitán, llegó a los EE.UU. con un hermano menor a comienzos de la década de 1980, y más tarde trabajó junto con Cong y Thai para reformar el Tammy, por entonces de 30 años de antigüedad.

Ellos lo equiparon con redes y lo anclaron en Fish Harbor, hogar de la flota de barcos comerciales de San Pedro -muchos de ellos propiedad de inmigrantes, envejecidos y en mal estado, según noticias de ese momento-. El Tammy sería la tercera embarcación pesquera de Fish Harbor en hundirse ese año.

Lisa Nguyen tenía cerca de 20 años y había estado en los EE.UU. por menos de una década cuando su padre murió, a los 52. Su madre seguía en Vietnam, aunque con planes de unirse a su familia. “Él siempre había sido pescador, incluso en nuestro país”, afirmó Nguyen, quien ahora vive cerca de San Diego. “Tenía mucha experiencia con las embarcaciones y el agua. Mi padre estaba todo el tiempo en el barco; todo el tiempo trabajaba”.

A bordo, junto con su padre y Cong Minh Ta (54), ese verano se encontraban también Khanh Nguyen (50) y Gioi Nguyen (59), quien fue descrito en aquel momento como un compañero de pesca de los demás. No fue posible localizar a sus familias para este artículo.

Según un informe de investigación de la Guardia Costera, el Tammy desapareció sin siquiera una llamada de socorro. El clima, aparentemente, no fue un factor en su hundimiento.

“Era un día calmo”, afirmó Thai Ta, quien ahora reside en Texas y recordó haber revisado las condiciones climatológicas en ese momento. “No había viento, ni tormentas; nada”.

Temprano en la mañana del 12 de julio de 1994, un navegante halló el cuerpo de un hombre, flotando en las vías marítimas al sur de Long Beach. Un segundo cuerpo fue recuperado aproximadamente dos horas más tarde, entre restos que incluían una hielera, cordeles, lonas y un tambor blanco empleado para transportar carnada.

Los buques y aviones de rescate se desplazaron en 450 millas del océano en busca de señales de los pescadores y el barco desaparecidos antes de abandonar la misión, al caer la noche. “Es difícil hacer un funeral cuando no hay un cuerpo”, expresó Daniel Ta, quien reside en Florida. “Por momentos, esperaba que él estuviera vivo. En otros, mi esperanza se desvanecía”.

Como se encontraron dos cuerpos en las vías marítimas, la especulación inicial fue que el Tammy había sido chocado por un buque de grandes proporciones y se había hundido. Sin embargo, la Guardia Costera descartó esa hipótesis después de que los cuatro cargueros que estaban en el área en el momento no mostraran señales de colisión al ser examinados en sus siguientes puertos de escala.

La investigación también planteó dudas sobre la navegabilidad del Tammy y las habilidades de su tripulación.

Un supervisor de puerto en San Pedro y un empleado del astillero donde se realizó la remodelación le dijeron a los investigadores de la Guardia Costera que el Tammy tenía tendencia a “inclinarse demasiado”, o a irse de punta al doblar. No estaba claro tampoco si el barco llevaba las luces adecuadas en funcionamiento.

Los investigadores escribieron en su informe que “los antecedentes del capitán como marinero prudente eran cuestionables”, y que había poseído y manejado otro pesquero que se había hundido en una colisión.

El reporte de la Guardia Costera no mencionó al capitán, pero el Times, citando a amigos y familiares, reportó en los días posteriores al naufragio que Nhieu Van Nguyen era un pescador con licencia, quien poseía una embarcación que se había hundido tres años antes, después de chocar con otro barco.

El Tammy desapareció después de partir de San Pedro, el 11 de julio de 1994.

Un año después de la desaparición del Tammy, Fabian volvía a los muelles cuando el “buscador de peces” del sónar de su barco rebotó por algo grande debajo de la superficie, 3.1 millas después del espigón de Long Beach. “Vi que aparecía una cosa enorme”, recordó recientemente. “Cualquier bulto en el fondo es como un tesoro escondido para un pescador, porque allí es donde están los peces. Así que giré la dirección y me quedé justo arriba de él. No sabía que eran restos; podría haberse tratado de una roca”.

Fabian compartió más tarde la ubicación con un amigo buzo, quien confirmó que se trataba de un barco hundido, casi intacto: su timón de bronce y sus ojos de buey, souvenirs codiciados por los buceadores, seguían allí impecables.

“Hallamos un resto de naufragio virgen; muy cerca de L.A.”, dijo. “¿Cómo diablos llegó hasta allí?”. Fabian, de 54 años de edad y quien ahora vive en Texas, describió la investigación de naufragios como “un pasatiempo intenso”. El hombre ha pasado la gran parte de las últimas dos décadas procesando datos de sónar de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), para localizar barcos y aviones perdidos.

En 2003, logró su primer hallazgo significativo: los restos de un submarino alemán que el gobierno estadounidense había adquirido y hundido en la costa del sur de California durante un ejercicio con fuego real en curso, en 1921. El UB88 había sido, hasta ese momento, uno de los restos más difíciles de hallar en California.

El año pasado, Fabian trabajó con NOAA para localizar un Boeing B-29 perdido en la costa de Saipan durante la Segunda Guerra Mundial, y un barco carguero japonés hundido en Wake Island en 1942. “Parte de la emoción para mí fue hacer la exploración”, afirmó Fabian, admitiendo que hasta el momento, el misterio del Tammy “ha sido imposible de aclarar”.

Con los años, a medida que el sitio se volvía popular entre los buzos, los restos fueron identificados como el African Queen, una réplica del barco que se hizo famoso en el film homónimo de 1951, protagonizado por Humphrey Bogart y Katharine Hepburn. Pero Fabian y Larson hicieron algunas investigaciones y llegaron a otra conclusión. “Descubrimos que el African Queen era de madera y no de acero, como los restos hallados”, detalló Lawson, residente de Laguna Hills.

La dupla compiló una serie de informes de la Guardia Costera y otros documentos del Tammy, su cadena de dueños y su fatídica tripulación. Fabian empleó imágenes electrónicas sofisticadas para visualizar los restos, y Lawson lo examinó de cerca en una docena de inmersiones. Su casco de acero y su tamaño apuntan al Tammy, concuerdan, pero ha perdido muchos de sus identificadores con el correr del tiempo.

“No hay pintura en él, y no hay números distinguibles”, pero el casco está en gran medida intacto, explicó Lawson. Algunas redes todavía están unidas a los restos, que se han convertido en un refugio para anguilas lobo y otras criaturas marinas. “Están cubiertos de anémonas que le dan un color rojo o rosado”, describió. “También, la cantidad de corrosión y crecimiento es mucho menor que la de restos de naufragios antiguos, lo cual sugiere que se trata de un hecho más reciente”.

Una posible explicación de lo acontecido con el Tammy es que un buque de mayores dimensiones haya enganchado sus redes y arrastrado el barco hacia abajo, quizás llevando a los dos pescadores desaparecidos en ellas. “Hay algo intrínsecamente fascinante en encontrar objetos artificiales bajo el agua”, afirmó Lawson, pero dar forma a su historia es aún más gratificante. “Cada vez que puedes establecer una conexión entre el registro archivado y los restos físicos y tangibles bajo el agua, puentear la brecha entre ambos e identificar unos restos, eso en sí mismo es un descubrimiento”, estimó.

Conseguir fotos del Tammy en su momento de esplendor cerraría la historia, afirmaron ambos especialistas. “Sin duda, hay gente con conocimiento del barco que, sin saberlo, guardan la pieza perdida de este rompecabezas”, expuso Lawson. “Esperamos que se presenten para comprobar o refutar la identidad de los restos”.

En tanto, la causa del hundimiento del Tammy es “la pregunta del millón de dólares”, expuso Daniel Ta. Incluso después de todos estos años, el hombre aguarda una respuesta con ansias. “He rezado por ello. Siempre lo he pensado: qué es lo que ocurrió realmente con mi papá, y con su barco”, dijo. “Esa pregunta siempre ha flotado en el aire para mí. Realmente quiero saberlo”.

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