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Desfiles, fiestas y baños portátiles: la eclipsemanía gana impulso de costa a costa

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Pareciera tratarse de un campo de maíz ordinario de Nebraska, pero Louis Dorland ve allí algo más: un sitio ideal para observar el Gran Eclipse Estadounidense.

El horizonte se extiende por millas de oeste a este, y hay unas pocas obstrucciones que estropeen la vista. El lugar está sólo a dos horas en coche desde su casa, en los suburbios de Omaha, pero debido a que se encuentra en pleno campo, calcula que el área no estará llena de observadores del cielo durante el gran día.

Dorland pasó un día entero explorando sitios en busca de una zona tranquila donde pasar unos dos minutos y medio inolvidables, cuando el día se convierta, escalofriantemente, en noche. Lo más difícil era asegurarse de que al propietario del campo no le importara que él se instale allí el día del eclipse, con sus binoculares y su manta de picnic.

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Con cierta inquietud, este trabajador jubilado de IT salió de su minivan y se acercó al granjero, que conducía un tractor verde cerca de la carretera. “Me preocupaba que no fuera agradable, pero todo salió absolutamente bien”, afirmó Dorland, quien como agradecimiento al agricultor le entregó varios pares de gafas especiales para ver el fenómeno.

Gracias a una inusual alineación celeste, la sombra de la luna correrá a través de los Estados Unidos el 21 de agosto, trazando un arco de 2,800 millas desde Oregon a Carolina del Sur. Tomará cerca de 90 minutos en viajar de costa a costa, y en el camino hundirá un trozo de tierra de unas 70 millas de ancho en su oscuridad crepuscular.

Sólo en esta llamada ‘vía de totalidad’ el mundo se oscurecerá lo suficiente como para ver las estrellas a medida que la luna bloquea el sol. La temperatura caerá, los grillos comenzarán a cantar y los animales de granja se tumbarán para dormir. Si el cielo está despejado, los observadores podrán ver la corona del halo del sol, normalmente oscurecida por el brillo de la fotósfera.

Se estima que 12 millones de estadounidenses tienen la suerte de vivir en esta vía de totalidad. Para el resto de nosotros, ver el primer eclipse solar que se extiende a través de los EE.UU. continentales desde 1918 requerirá de algunas estrategias.

Hallar el lugar adecuado

Los cazadores de eclipses más serios a menudo establecen sus puntos de observación con años de anticipación a un eclipse total.

Victor Roth, un empleado retirado del parque estatal de Santa Cruz, pensó que estaba muy adelantado al resto cuando descubrió el Kah-Nee-Ta Resort & Spa, el verano pasado. El complejo turístico se ubica en Warm Springs, Oregon, a unas 100 millas al sureste de Portland y bien adentrado en la vía de la totalidad. El hombre se sintió ansioso por compartir esta información con la gerente de reservas del hotel. “Le dije que tenía una verdadera oportunidad de marketing”, explicó. “Pensé que la estaba ayudando mucho”. Sin embargo, cuando Roth intentó hacer reservas para él y sus amigos, la mujer le dijo que los 137 cuartos del hotel ya habían sido reservados tres años antes.

A medida que la popularidad del eclipse siguen creciendo, los pueblos y ciudades dentro de la vía de la totalidad se preparan para una avalancha de visitantes. “Cualquiera sea el evento más grande de la ciudad, esto traerá al menos el doble de gente; quizás más que eso”, aseguró Kate Russo, una cazadora de eclipses y consultora que está asistiendo a las comunidades a prepararse para el arribo de las multitudes. “Esto no es sólo un evento científico. Es un evento humano; muy poderoso y transformador”.

Andy Sinwald, supervisor de eventos especiales de la ciudad de Isle of Palms, en Carolina del Sur, no se dio cuenta de cuán importante sería el eclipse hasta que asistió a un taller de dos días de duración, patrocinado por la Sociedad Astronómica de los EE.UU., en marzo pasado.

Ahora, la pequeña isla, con una población permanente de 5,000, se prepara para una afluencia de hasta 50,000 personas que verán el fenómeno en la playa. “Estamos comercializándola como la última oportunidad de ver el eclipse antes de que abandone los EE.UU.”, detalló Sinwald.

La espera de casi 10 años ha terminado

Gordon Emslie, profesor de astronomía de la Universidad de Kentucky Western, en Bowling Green, ha hecho planes para este momento durante casi una década. “Soy un físico solar”, precisó. “Yo sigo estas cuestiones”.

Emslie ha experimentado eclipses totales en Turquía, Francia, Hawái y Escocia. Pero incluso hace una década -antes de que Barack Obama sea presidente, o del lanzamiento del primer iPhone- sabía que el Gran Eclipse Estadounidense sería especial. Además, pasaría justo por encima de su majestuoso campus.

Como no quería parecer loco, esperó seis años para alertar al consejo presidencial de la universidad acerca del evento celeste que se aproximaba. “La reacción fue: ‘Muy bien. ¿Puedes volver a hablarnos del tema en tres años y medio?’”, comentó.

Ahora, la casa de estudio se prepara para dar la bienvenida a 15,000 escolares que mirarán esta rareza desde el estadio de fútbol americano. Se espera que decenas de miles de espectadores pueblen el campus también.

Emslie y su Comité del Eclipse -de 35 miembros- se han asegurado de que la empresa local corte el suministro eléctrico de las calles, para que no se enciendan automáticamente cuando comience la oscuridad. “Hemos hablado con la ciudad, el condado y el estado”, relató. “No hemos alertado a la Guardia Nacional, pero las autoridades están al tanto de que esto podría ser interesante”.

Convocar a la Guardia Nacional

La ciudad de Hopkinsville, Kentucky, cerca de 60 millas al este, no se prohibió de hacerlo. “Presentamos una solicitud ante el gobernador de Kentucky, Matt Bevin, para contar con 85 policías militares de la Guardia Nacional, simplemente para asistirnos con la inmensa cantidad de tránsito que anticipamos para esa fecha”, estimó Brooke Jung, quien es desde septiembre pasado la coordinadora de eclipse de Hopkinsville, un puesto de tiempo completo.

La ciudad, que cuenta con cerca de 30,000 habitantes, está cerca del ‘punto mayor’ del eclipse, lo cual significa que es allí donde la luna lucirá más grande en relación con el tamaño del sol. No por casualidad, también está cerca del sitio donde el eclipse durará por más tiempo. Ello la hace particularmente atractiva para los entusiastas de la astronomía. “Recibimos, en promedio, 50 llamadas al día para consultar sobre el eclipse”, detalló Jung.

Por primera vez en 99 años, un eclipse total de sol recorrerá los EE.UU. el 21 de agosto próximo. Hay una fuerte expectativa en los sitios donde éste será visto, especialmente en pequeñas ciudades y pueblos rurales del suroeste de Kentucky (Alex Sanz / AP).

Por primera vez en 99 años, un eclipse total de sol recorrerá los EE.UU. el 21 de agosto próximo. Hay una fuerte expectativa en los sitios donde éste será visto, especialmente en pequeñas ciudades y pueblos rurales del suroeste de Kentucky (Alex Sanz / AP).

(Alex Sanz / AP)

Hopkinsville comenzó a prepararse para las horas de visitantes que recibirán hace una década, cuando un cazador de eclipses llamó a la Oficina de Convenciones y Visitantes para alertar a los funcionarios de la ciudad. Desde entonces, la comunidad ha abrazado con entusiasmo su papel central en el evento; adoptó incluso el mote de ‘Eclipseville’ y pintó un mural en el edificio pegado a Whistlestop Donuts, un punto icónico junto a las vías del ferrocarril. La ciudad alquila estaciones de observación de 15 x 15 pies en parques locales -a un costo de $30 dólares-, con estacionamiento incluido. “Tenemos reservas de personas provenientes de 34 estados distintos y 12 países del mundo”, aseveró Jung.

Un cartel da cuenta del próximo eclipse solar, en Hopkinsville, Kentucky (Alex Sanz / AP).

Un cartel da cuenta del próximo eclipse solar, en Hopkinsville, Kentucky (Alex Sanz / AP).

(Alex Sanz / AP)

La iglesia católica local recibirá para el acontecimiento al hermano Guy Consolmagno, el principal experto del Observatorio del Vaticano, quien dará una charla de los cruces entre la fe y la ciencia, en la víspera del gran día. Cerca de media docena de astrónomos de la NASA también estarán en la ciudad, así como Santiago Cirilio, actor de la temporada 4 de “The Walking Dead”. Además, como se trata de Kentucky, habrá visitas especiales a las destilerías, tematizadas.

Hopkinsville también resulta ser el lugar donde se fabrican la mayoría de las bolas de boliche del mundo. Para aquellos que se preguntan si se creará una especial, en conmemoración del eclipse, la respuesta es ‘por supuesto’.

Desfiles, fiestas y baños portátiles

Ravenna, Nebraska, celebrará su primer festival de música, un desfile con un astronauta activo de la NASA y un crucero nocturno para que los 1,300 residentes de la ciudad paseen en autos antiguos deportivos antes de disfrutar de un evento social con helados.

Los cinco cuartos de hotel de Grand Avenue están reservados desde hace meses. “El año pasado, vino una persona desde Japón a reservar en persona una habitación”, afirmó Gina McPherson, directora de la Cámara de Comercio de Ravenna y coordinadora del avistamiento de eclipse.

Doscientas millas al este, en la aún más pequeña aldea de Steinauer, Nebraska (con 75 residentes), los preparativos también están en marcha. La noche antes del eclipse, lugareños y turistas asistirán a una fiesta de estrellas en un campo abierto, donde un astrónomo local señalará los planetas y constelaciones en el cielo nocturno. Con las tres luces del pueblo apagadas, la Vía Láctea se verá fácilmente.

Gafas especiales y filtros para mirar el sol de forma segura durante el Gran Eclipse Estadounidense (Laura Greene / AP).

Gafas especiales y filtros para mirar el sol de forma segura durante el Gran Eclipse Estadounidense (Laura Greene / AP).

(Laura Greene / AP)

Debido a que no hay restaurantes en el pueblo, el Club Comunitario servirá un gran desayuno en la iglesia, el 21 de agosto, y los encargados del altar prepararán bolsas con almuerzos para quienes se dirijan a las diferentes zonas de observación. El eclipse comenzará a la 1:03 p.m., hora local, y durará dos minutos con 37 segundos.

Terry Wagner, la bisnieta de uno de los fundadores del pueblo, cobrará a la gente $20 dólares por esparcir una manta en un campo público al sur de la ciudad, con el fin de cubrir los gastos de los baños portátiles extra que se instalarán para la ocasión. Será un día ajetreado, pero la mujer está ansiosa por su llegada. “Quiero sentir cómo cae la temperatura 20 grados”, afirmó. “Quiero sentir mis cabellos de punta debido a la carga en el aire; quiero ver el aura del sol”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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