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Confiscación de drogas en Boyle Heights podría llevar a más deportaciones, dicen las autoridades

Manifestantes en el centro de Los Ángeles forman un anillo protector sobre Claudia Rueda, la hija de Teresa Vidal-Jaime, quien fue detenida durante una redada realizada el lunes en Boyle Heights. La inmigrante ahora enfrenta deportación. (Richard Winton / Los Angeles Times)

Manifestantes en el centro de Los Ángeles forman un anillo protector sobre Claudia Rueda, la hija de Teresa Vidal-Jaime, quien fue detenida durante una redada realizada el lunes en Boyle Heights. La inmigrante ahora enfrenta deportación. (Richard Winton / Los Angeles Times)

(Richard Winton / Los Angeles Times)
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Dos hombres acusados de contrabandear más de 30 libras de cocaína a través de la frontera entre Estados Unidos y México, antes de ser detenidos en Boyle Heights esta semana, enfrentan la deportación porque han estado viviendo sin documentos en el país, dijo el miércoles un funcionario de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE).

Hugo Rueda, de 50 años, fue detenido después de que la droga fuera confiscada el lunes, según algunos oficiales de la Patrulla Fronteriza.

Durante el operativo en la casa que Rueda comparte con su esposa en Boyle Heights, las autoridades encontraron 33 libras de cocaína en su vehículo, así como 600.000 dólares en efectivo y una onza de metanfetamina cristalina.

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Rueda y otros tres individuos - identificados como Enrique Rueda, de 47 años de edad; Erasmo Pimentel de 28; y José Gutiérrez, de 46, fueron arrestados bajo sospecha de poseer drogas con el propósito de venderlos, según el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles.

Hugo Rueda y otra de las personas detenidas entraron sin documentos al país, dijo Mark Endicott, agente de Patrulla la Fronteriza de la agencia en San Diego. Se negó a identificar cuál de los otros individuos había cruzado sin documentos la frontera, citando leyes de privacidad.

“Es posible que la Patrulla Fronteriza pueda buscar iniciar procedimientos de deportación para estas personas después de que sus casos criminales sean adjudicados y sean elegibles para ser liberados”, agregó.

La esposa de Rueda, Teresa Vidal-Jaime, de 54 años, también fue detenida en el lugar y arrestada por agentes de la Patrulla Fronteriza por no tener documentos, dijo Endicott. Aunque las autoridades dijeron que no estaba involucrada en la investigación de narcóticos, oficiales de la frontera dijeron que ella también estaba en el país sin autorización y ahora enfrenta una posible deportación.

La detención de Vidal-Jaime provocó una protesta en el centro de Los Ángeles el martes. Mientras los manifestantes gritaban, “Free Teresa”, otros bloqueaban los vehículos y detuvieron el tráfico fuera de los edificios federales mientras formaban una barrera humana alrededor de Rueda y la hija de Vidal-Jaime, Claudia Rueda.

“Su madre no tuvo nada que ver con esto”, dijo Marcela Hernández, una de los organizadores de la protesta. Vidal-Jaime “no sabía nada de nada en el apartamento. Ella los dejó entrar.

El operativo que condujo a la confiscación de la cocaína comenzó alrededor de las 5 p.m., del lunes cuando miembros de la patrulla fronteriza alertaron a los investigadores de narcóticos del sheriff sobre un Chevrolet Malibu que se creía que estaba involucrado en el contrabando de drogas, según el Departamento del Sheriff. El Chevrolet, dijeron, se dirigía al área de Los Ángeles.

El capitán del sheriff, Darren Harris, dijo que los agentes federales y los del sheriff, encubiertos que forman parte de una fuerza de trabajo multijurisdiccional de metanfetamina, comenzaron a rastrear el vehículo.

Cuando el coche llegó al complejo de apartamentos en la cuadra 700 de la Avenida Bernal, los investigadores vieron a varios hombres descargando del vehículo lo que parecían ser droga, dijeron elementos el Departamento del Sheriff.

Los agentes de ambas agencias entraron y detuvieron a cuatro hombres. Los investigadores dijeron que encontraron la cocaína en el interior del automóvil de Rueda, y también descubrieron dinero escondido dentro de un neumático.

“Se trata de arrestos de alto riesgo donde la vida está en juego. Esto puede ser un cártel “, dijo Harris. “Este caso involucra casi un millón de dólares en drogas y dinero en efectivo”.

El capitán Harris dijo que la cocaína tiene un valor en la calle de unos 300 mil dólares.

De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, Vidal-Jaime dio a los investigadores el consentimiento “para realizar una nueva búsqueda del apartamento”. En el interior, las autoridades descubrieron los paquetes de efectivo y metanfetamina.

“Esta es una búsqueda de alto riesgo, así que cualquiera en el apartamento sería detenido por el grupo de trabajo por razones de seguridad”, dijeron las autoridades de la agencia local.

Nicole Nishida, portavoz del Sheriff, dijo que Vidal-Jaime fue detenida en el lugar pero liberada después de que los investigadores concluyeran que “no estaba involucrada en la... investigación de narcóticos”.

“Ella fue liberada…”, dijo Nishida.

No obstante, Vidal-Jaime fue inmediatamente detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes habían determinado que se encontraba sin documentos en el país, dijo Endicott, un portavoz de la agencia.

Agentes del sheriff dijeron que los oficiales no hacen cumplir la ley de inmigración y no preguntan a nadie sobre su estatus migratorio.

Vidal-Jaime, que llegó a Estados Unidos en 2001, estaba detenida en Chula Vista para los procedimientos de deportación, dijo su hija.

El miércoles, vecinos del complejo de apartamentos S. Bernal dijeron que Hugo y Enrique Rueda eran hermanos y habían vivido en el mismo apartamento con sus esposas durante más de una década. Los vecinos y el dueño del edificio dijeron que estaban en estado de shock tras la incursión. Nadie creía que las familias pudieran haber estado involucradas con drogas.

“Ellos eran una familia de inmigrantes mexicanos típicos”, dijo Jenny Anegy, que vive en un piso arriba del apartamento de Rueda.

Las familias eran pobres, trabajadoras y amables, dijo. Rara vez organizaron fiestas de cumpleaños o reuniones.

Una vez, para ahorrar dinero, celebraron tres quinceañeras como una sola, dijo Anegy.

Los hombres entregaban fruta en el centro de Los Ángeles y trabajaban en un lavado de autos y la construcción. Las mujeres trabajaban en un restaurante y una panadería en Boyle Heights.

“Simplemente no puedo creer que se dedicaran a esto”, dijo Anegy. La vecina dijo que ella nunca vio gente llegando caminando o en carro, o algo que indicaría que algo raro estaba pasando en el apartamento.

“Nunca esperé de ellos eso”, dijo. “Es una gran sorpresa”.

El propietario del edificio, Kan Tham, de 70 años, se detuvo en el complejo de apartamentos el miércoles y se sorprendió al saber que sus inquilinos habían sido arrestados.

-¿Aquí? –preguntó él. “¿Quién? ¿Hugo?

Tham dijo que la familia le había alquilado durante muchos años y creía que Hugo Rueda trabajaba en un mercado de frutas.

-Me sorprende -dijo Tham-. “No lo sabía”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

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