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Aumentan las ventas de armas en California antes de que lleguen las restricciones

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La aprobación por parte del gobernador Jerry Brown de una amplia legislación sobre el control de armas, en julio pasado,

desencadenó un auge de las armas de fuego en California, donde algunas tiendas aseguran que las ventas se han duplicado desde entonces.

Desde el 1º de enero próximo, el público en general en California ya no podrá comprar rifles semiautomáticos equipados con ‘botones de bala’ (bullet button) que permitan la rápida extracción y reemplazo de los cargadores con municiones, según una nueva ley promulgada por el gobernador.

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Los propietarios que hayan comprado dichas armas antes de esa fecha podrán conservarlas siempre y cuando las registren a nivel estatal como armas de asalto.

Como resultado de ello, las ventas de las armas largas se han duplicado en muchas tiendas de California, conforme los propietarios. “Cuando el gobernador Brown firmó ese proyecto de ley, los primeros 30 días fueron una locura”, afirmó Joshua Deaser, propietario de Just Guns, una tienda en Sacramento. “Luego se calmó por un tiempo, pero ahora nuevamente todo el mundo intenta conseguir lo que puede antes de fin de año”.

Terry McGuire, propietario de la tienda Get Loaded, en Grand Terrace, en el condado de San Bernardino, afirmó que la gente quiere comprar rifles semiautomáticos antes de la mitad del mes puesto que la verificación de antecedentes estatal toma unos 10 días. “Hay personas esperando en la puerta de la tienda; la fila llega hasta la esquina”, detalló McGuire.

Funcionarios estatales confirmaron el aumento de la venta de armas. El número de rifles semiautomáticos registrados este año en California fue más del doble del año pasado, informó el Departamento de Justicia estatal.

En menos de seis meses, desde la promulgación de la ley que prohibe los rifles, se han comprado 257,895 de estas armas semiautomáticas, eclipsando las 153,931 adquisiciones reportadas al estado en todo 2015, señaló la agencia.

“Esperábamos algo así”, afirmó Sam Paredes, director ejecutivo de Gun Owners of California. “Cada vez que el gobierno prohíbe algo vinculado con las armas, la gente se apresura a comprarlas para asegurarse de tener al menos una”.

La Legislatura estatal aprobó una serie de nuevas medidas de control de armas este año, en respuesta a los tiroteos de masas ocurridos desde Newtown, Connecticut, hasta Tucson, Arizona.

La nueva ley también surgió como respuesta al ataque terrorista ocurrido en San Bernardino el año pasado, donde se utilizaron armas como rifles AR-15 para matar a 14 personas que asistían a una fiesta de fin de año en el Inland Regional Center.

El asambleísta Phil Ting (D-San Francisco), coautor del proyecto de ley, afirmó que las armas de estilo militar “permiten a los tiradores quitar más vidas en menos tiempo”, y que no hay lugar para ellas en las calles de California. “Todos nosotros deberíamos poder ir a trabajar y enviar a nuestros niños a la escuela sin el miedo de convertirnos en víctimas de un tiroteo masivo”, expresó Ting. “El tecnicismo del ‘botón’ socavó la prohibición de armas de asalto en California y la impactante pérdida de vidas en San Bernardino el año pasado reveló la amenaza que eso genera para la seguridad pública”.

El asambleísta Marc Levine (D-San Rafael), otro coautor del proyecto, señaló que la nueva ley es importante. “Criamos a nuestros hijos en comunidades, no en zonas de guerra”, aseguró.

Levine minimizó el aumento en las ventas de armas actualmente experimentado por las tiendas de California. “Las ventas han subido durante un tiempo”, señaló. “Algunos están sembrando ansiedad y conflicto en la sociedad estadounidense. La Legislatura actuó para limitar el derramamiento de sangre en nuestras comunidades”.

Para Paredes, es posible que aparezca una demanda para desafiar la nueva ley, pero afirmó que entiende por qué la gente almacena armas mientras tanto.

Además de la prohibición de los rifles, los dueños de armas están ansiosos por una ley del líder del Senado, Kevin de León (D-Los Ángeles), que exigirá que los compradores de municiones se sometan a verificaciones de antecedentes en 2019, y la reciente iniciativa del vicegobernador Gavin Newsom que incluye medidas de control de armas tales como una prohibición de poseer cargadores que puedan contener más de 10 rondas.

“Es como si Gavin Newsom, Kevin de León y Jerry Brown fueran los máximos vendedores de rifles AR-15 y AK-47- en California”, expresó Paredes. “A causa de sus acciones, la gente los compra de la forma posible”.

Brown, Newsom y De León no respondieron a los pedidos de comentarios de este medio acerca del aumento en las ventas de armas. Un ayudante de Brown se refirió al mensaje que el gobernador dio al promulgar la ley, señalando que lo hacía “para mejorar la seguridad pública”.

Los clientes que están comprando armas están tan disgustados como los dueños de las tiendas, aseveró Pete Brown, gerente de ventas de American Gun Works, en Glendale, para quien las ventas también han subido “notablemente”. “La gente está enojada”, dijo. “Están molestos con la Legislatura porque [la ley] no se ocupa de los delitos; nada en ella se ocupa de eso. Es otra manera de recortar los derechos de los ciudadanos respetuosos de la ley, y por eso están enojados”.

Alex Lopez, propietario de Western Firearms, en Bell, confirmó que a los compradores no les gusta la dirección que está tomando el estado con las nuevas leyes: “Ellos no pueden entender cómo esto afectará el acceso a las armas por parte de los criminales”, remarcó.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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