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Aficionados mexicanos se niegan a renunciar a un canto favorito en las gradas -un insulto anti-gay

Aficionados mexicanos gritan y apoyan a su equipo durante un partido el 11 de junio, en Ciudad de México. (AP Photo/Eduardo Verdugo)

Aficionados mexicanos gritan y apoyan a su equipo durante un partido el 11 de junio, en Ciudad de México. (AP Photo/Eduardo Verdugo)

(Eduardo Verdugo / Associated Press)
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Los jugadores estrella les han rogado para detenerlo, han sido multados repetidamente y hasta han sido amenazados con sanciones dramáticas que podrían perjudicar las posibilidades de su equipo nacional para ir a la Copa del Mundo.

Pero los aficionados al fútbol mexicano han sido reacios a renunciar a su canto favorito durante el juego, un insulto homofóbico que ha sido condenado por grupos de derechos de los homosexuales, funcionarios del gobierno y autoridades internacionales del fútbol.

En un reciente partido de clasificación para la Copa Mundial en el masivo Estadio Azteca de Ciudad de México, los organizadores del juego emitieron mensajes pidiendo a los fans que no lo gritaran. Momentos antes, algunos de los jugadores estrella del equipo habían condenado el insulto en anuncios de servicio público.

Pero la multitud de más de 80 mil personas tenía otros planes.

Cada vez que el portero del equipo de Estados Unidos recogía el balón para lanzarlo, la multitud empezó a cantar "Eehhh", estirando el sonido como una larga nota musical que iba creciendo. Cuando el portero finalmente pateaba el balón, la multitud gritaba, ‘¡puto!’, al unísono.

La palabra es una ofensa para una persona, pero también lleva un significado peyorativo para las personas homosexuales, se ha utilizado durante mucho tiempo en México como una insidia contra los hombres gays.

Muchos fanáticos del fútbol insisten en que no se entiende como un insulto anti-gay. Señalan que la palabra ha tomado otros significados, incluyendo "cobarde", e incluso se utiliza a veces entre los amigos para saludarse entre ellos ‘qué pasa puto (amigo)’.

Los críticos dicen que los fans, obviamente, no están gritando "amigo" a los equipos rivales.

"No hay duda de que en este contexto es un insulto", dijo Rafael Ocampo, periodista deportivo en la Ciudad de México, quien ahora es director de Milenio-Televisión.

“Es una vergüenza”, enfatizó.

El debate sobre el término ha tomado fuerza en

México; un país donde el matrimonio homosexual es legal en varios estados, pero la discriminación y la violencia contra este grupo es una constante en muchos lugares de la nación.

"Los insultos como este son parte del contexto violento en el que vivimos", dijo Paulina Martínez, que dirige un grupo de derechos de los homosexuales.

"Vivimos en un país donde los sacerdotes hacen terapia de conversión anti-gay, donde hay grandes marchas anti-gay", dijo, en referencia a las demostraciones "pro-familia" del año pasado organizadas por un partido político de extrema derecha, donde participaron miles de personas en las calles de todo el país.

"La homofobia forma parte de nuestro discurso nacional", indicó.

Se cree que el canto surgió hace unos 15 años en la liga nacional de fútbol de México. Los aficionados de un equipo comenzaron a gritar a su exportero, que sentían los había traicionado al unirse a un club rival. El canto siempre parece ser gritado de la misma manera: el prolongado "Eehhh", seguido por el insulto.

El grito fue omnipresente durante la Copa del Mundo 2014 en Brasil, donde atrajo un creciente escrutinio de activistas internacionales de los derechos de los homosexuales, así como funcionarios disciplinarios de la FIFA. En ese momento, el entrenador del equipo mexicano, Miguel Herrera, se rio, diciendo que el término era una antigua palabra azteca que significaba "provocar que el portero pateara el balón mal".

Más recientemente, los jugadores de México lo han defendido, aunque también participan en anuncios de servicio público pidiendo a los aficionados que no usen la frase.

"Para un mexicano, no tiene la intención de ofender", dijo el jugador estrella Miguel Layun en una reciente entrevista con Fox Sports. "Incluso entre amigos, nos llamamos así".

Ahora, en el período previo a la Copa del Mundo 2018 en Rusia, las autoridades del fútbol están tomando el canto más en serio. La Federación Mexicana de Fútbol ha sido multada miles de dólares en múltiples ocasiones en los últimos meses, después de que los aficionados gritaran el insulto durante varios partidos de clasificación de la Copa Mundial.

Antes de la Copa Confederaciones de este mes, la FIFA, el organismo internacional de fútbol, anunció un dramático plan para tratar de acabar con el canto. Las cámaras de video han sido programadas en las gradas para vigilar el comportamiento de los fans. Si se ven fans que gritan el canto, se emitirá una advertencia formal a México. Si persisten, los árbitros tienen la autoridad para suspender el partido momentáneamente o terminar el juego por completo.

México recibió una advertencia formal el domingo después de que algunos aficionados gritaron el canto en un partido contra Portugal.

Pero el miércoles, cuando el equipo venció a Nueva Zelanda por 2-1, el canto estuvo ausente. Según las noticias, algunos aficionados gritaron, "México", en lugar del insulto, cuando el portero contrario pateó el balón. Su abstención fue elogiada por las autoridades deportivas y activistas de los derechos de los homosexuales de todo el mundo.

Pero en México, algunos aficionados estaban decepcionados.

"Para la mayoría de nosotros, no es algo importante", dijo Fernando Sánchez, de 42 años de edad, quien estaba viendo el partido de Nueva Zelanda en un restaurante llamado Hot Dogs Ramírez, mientras descansaba del trabajo de construcción que está supervisando.

Sánchez dijo que ha gritado el canto en muchos partidos y duda que los aficionados en los partidos en casa, en México, dejen de hacerlo.

"Si fuera realmente ofensivo", dijo, "no lo diríamos".

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

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