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Cohen y Manafort son declarados culpables. Trump hace cálculos políticos

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En procedimientos casi simultáneos en dos salas de tribunal a 240 millas de distancia, todas las miradas se volvieron hacia el hombre que no estaba allí.

El nombre del presidente Trump no se mencionaba directamente en ninguno de los tribunales, pero su presencia era ineludible, y los eventos reveladores del día parecían marcar un hito en una presidencia de por si problemática.

En un solo día, de hecho en una hora, el ex abogado personal de Trump se declaró culpable de múltiples delitos, y su ex presidente de campaña se convirtió en un delincuente convicto.

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La declaración de culpabilidad por Michael Cohen en una corte federal de Nueva York, llegó con su admisión frente al jurado de que cuando pagó a dos mujeres que habían amenazado con exponer los asuntos sexuales con Trump, había actuado “en coordinación y bajo la dirección de un candidato para una oficina federal” y lo había hecho “con el propósito principal de influir en las elecciones” para presidente en 2016.

Los veredictos de culpabilidad para Paul Manafort en la corte federal de Virginia marcaron la primera prueba de ensayo - y la primera victoria - para un equipo de fiscales a los que Trump había desacreditado.

La perspectiva de largas penas de prisión podría haber incitado a ambos hombres a proporcionar pruebas contra el propio Trump, o contra otros en el círculo interno del presidente. Más allá de eso, la dramática admisión de Cohen ante el tribunal de que violó la ley a instancias de Trump, podría poner al presidente en riesgo legal directo.

Casi al mismo tiempo del desarrollo de esos acontecimientos, los fiscales y los abogados de la defensa anunciaron que la sentencia para Michael Flynn, ex asesor de seguridad nacional de Trump, se había retrasado de nuevo, lo que sugiere que Flynn aún podría estar proporcionando información útil al asesor especial Robert S. Mueller III y a su equipo.

Flynn se declaró culpable a fines de octubre de 2017, de hacer declaraciones falsas a los investigadores y acordó cooperar con la oficina del abogado especial.

Todo esto “aumentará la presión sobre el presidente para cooperar con Mueller a que declare”, esto a pesar de la resistencia de los abogados de Trump, predijo David Gergen, un veterano de las administraciones presidenciales que datan desde Richard Nixon.

“Ahora es evidente para todos y cada uno que hay un cáncer en la presidencia Trump”, dijo Gergen, al usar una frase que el ex asesor de la Casa Blanca, John Dean, utilizó al referirse a Nixon durante el juicio de Watergate. “Ahora es evidente que aquí nos han mentido en varios frentes durante mucho tiempo”.

La historia de los escándalos políticos americanos incluyendo el de Nixon, sugiere que es probable que no habrá ningún cambio repentino en la posición de Trump con el público, ni ningún descanso de las reacciones profundamente polarizadas que el presidente inspira.

“Nada de esto es realmente nuevo para los votantes”, dijo Patrick Murray, director de Encuestas de la Universidad de Monmouth, que ha estado tomando encuestas sobre las elecciones legislativas en todo el país. “Va a profundizar las diferencias en ambos lados”.

“El presidente lo va a capitalizar a su manera”, y sus partidarios incondicionales, que están profundamente comprometidos con su éxito, “lo aceptarán”, dijo Murray.

De hecho, Trump se movió rápidamente para defenderse y distanciarse de sus antiguos asesores.

“No me involucra”, dijo Trump cuando los periodistas le preguntaron sobre la condena de Manafort. el 21 de agosto por la noche. “Esto no tiene nada que ver con la colusión rusa”, agregó. “Esto comenzó como una intervención de Rusia. Esto no tiene absolutamente nada que ver con eso: es una cacería de brujas y es una desgracia”.

Trump no respondió preguntas sobre Cohen.

El presidente habló en West Virginia, donde había volado para un mitin de campaña en apoyo al candidato republicano al Senado, Patrick Morrisey.

En Capitol Hill, los líderes republicanos, que saben cuán estrechamente relacionados están sus destinos electorales con los del presidente, hicieron eco del discurso de Trump.

“No creo que lo involucre en absoluto, particularmente en lo relacionado con la investigación de Rusia”, dijo el Senador John Cornyn de Texas, uno de los principales líderes republicanos, y señaló que ni Manafort ni Cohen fueron acusados de crímenes relacionados con la interferencia rusa en las elecciones de 2016.

“Las personas que hacen cosas malas, que violan la ley, deben rendir cuentas. Pero esto no agrega nada a las acusaciones de mala conducta en relación con la investigación rusa”, dijo.

En una de las varias ironías del día, los dramas judiciales se desarrollaron apenas horas después de que los asesores políticos de la Casa Blanca se reunieron con reporteros para delinear un sólido calendario de campaña de otoño para Trump, incluyendo escalas en varios estados republicanos.

El cronograma se basa en el cálculo de que Trump sigue siendo “el mejor activo político de su partido”, dijo uno de los asesores, que habló con los periodistas bajo reglas básicas que no les permitían citar su nombre.

Las encuestas en las carreras electorales en todo el país han identificado al presidente como una fuerza singularmente motivadora, tanto para aquellos que lo admiran fuertemente, aproximadamente una cuarta parte del electorado, como para los aproximadamente 4 de cada 10 que lo desprecian.

Para los demócratas, que se sienten cada vez más seguros de obtener el control de al menos la Cámara este otoño, los veredictos y las declaraciones de culpabilidad amplifican el tema de una campaña en desarrollo, en el sentido de que los republicanos se han convertido en el partido de la corrupción.

“En realidad es impresionante”, dijo Craig Holman, del grupo Public Citizen. “No hemos visto tantas acusaciones y condenas incluso durante todo el período de Watergate”, dijo. “La administración de Trump solo ha existido por alrededor de un año y medio”.

“Aquí no termina el pantano”, agregó. “Eso está muy claro”.

La imagen de la corrupción ha sido impulsada por una avalancha de funcionarios electos republicanos acusados en las últimas semanas de crímenes.

Más recientemente, el representante Duncan Hunter (R-Alpine) fue acusado el martes de cargos por usar ilegalmente $ 250,000 en fondos de campaña para gastos personales. A principios de agosto, el representante Chris Collins (R-N.Y.) fue acusado de cargos por abuso de información privilegiada.

Collins y Hunter estuvieron entre los primeros miembros republicanos de la Cámara que respaldaron la campaña presidencial de Trump en 2016.

Para los republicanos, mientras tanto, los acontecimientos en la corte solo profundizan los problemas que enfrentan con una elección de mitad de período que está a solo 11 semanas de distancia.

Los crecientes problemas legales que rodean a Trump, plantean una elección casi desesperada para muchos candidatos republicanos, dijo el veterano encuestador Peter Hart.

“Si intentas mantenerte alejado del presidente, la base electoral se quedará en casa. Si te apegas a Trump, el problema es que no puedes hablar con los independientes que han sido escépticos de Trump desde el principio”, dijo.

Entre la pequeña pero persistente ala de republicanos que nunca han querido a Trump, algunos predijeron que los eventos del martes 21 de agosto podrían ser suficientes para romper el control del presidente sobre su partido.

“La corrupción es un peso brutal para llevar en la política”, dijo Rick Wilson, un estratega republicano y enemigo de Trump.

“Aquí es donde se descubren los límites, donde las personas van a la cárcel y se arruinan vidas”, agregó.

Pero Trump ha logrado una carrera política tan exitosa que no alimenta la sensación de sus seguidores de que él está bajo asedio. Sus partidarios ya han comenzado a tratar de motivar a los votantes advirtiendo que los Demócratas, si ganan este otoño, buscarán destituir a Trump de su cargo.

“Las elecciones parciales ahora tienen que ver más que nunca con la acusación que cualquier otra cosa”, dijo Rob Stutzman, un consultor republicano con sede en Sacramento que también ha sido muy crítico con Trump.

“Eso podría impulsar la participación republicana”, al menos en algunas partes del país, dijo Stutzman. Al mismo tiempo, podría crear grandes riesgos para los republicanos en distritos estrechamente divididos.

“Los titulares republicanos y los candidatos en muchos de los distritos más competitivos tienen un problema sobre lo que van a decir sobre todo esto”, dijo. “Si haces un trato con el diablo, finalmente tendrás que pagar”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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