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Alumnos siguen ayudando tras sismo del 19-S

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Una de las lecciones que el sismo del 19 de septiembre dejó a muchos jóvenes fue la solidaridad, la empatía con los demás y las ganas de ayudar. Y eso no se ha perdido, varios siguen trabajando, incluso, más allá· de la CDMX.

Consciente de que el proceso de reconstrucción en San Antonio Alpanocan, Puebla, va para largo, Ana Plaza, alumna de Historia de la UNAM, renunció a su trabajo en un museo para seguir ayudando.

“Allá· vimos más fuerte la situación, ya que 90 por ciento de la población se quedó sin casa, y 5 por ciento de las demás quedó a punto de colapsar”, cuenta.

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Ella y otros jóvenes, la mayoría alumnos de la UNAM, conformaron la Brigada Preventiva Independiente.

“La mayoría somos humanistas, nos sentíamos impotentes porque necesitaban un electricista, un ingeniero, nos volvimos albañiles, le dijimos a los expertos ‘aquí están nuestras manos, ensénenos’”.

Además de llevar cosas que les pide la comunidad y que consiguen en centros de acopio, establecieron un plan de ayuda de tres fases.

La fase 1 es para que el pueblo los conozca y sepan que los ayudarán a atacar las necesidades inmediatas, hasta que se socorran por sí solas.

La fase 2 es de reconstrucción, apoyo en general y explicarles de manera técnica cómo hacer sus casas para que no colapsen, pero respetando sus costumbres, ya que ellos las hacen de adobe.

La tercera es la consolidación comunitaria, incluye reactivar su economía.

“Si seguimos mandando despensa, las tienditas ya no venden y se queda estancado su producto”.

Además, agrega, tienen productos naturales que podrían distribuir mediante cooperativas con otros pueblos.

Cada vez, advierte, son menos voluntarios, por ello, invita a otros jóvenes a sumarse, sólo deben llevar casco, guantes, botas y 200 pesos para el transporte, el hospedaje y comida lo da la comunidad.

brigadapreventivaindependiente@gmail.com

Brigada La Cueva

Desde el 20 de septiembre, Leonel Antonio Alarcón y sus amigos llevan ayuda a Morelos, porque una conocida les dijo que había muchos daños en Jojutla.

“Recolectamos víveres con amigos y familiares, llevamos una camioneta y tres coches llenos de víveres”, cuenta el alumno de la carrera de Piloto Aviador en la Escuela de Aviación México.

“En la Ciudad había mucha gente que luego luego empezó a ayudar, hasta se turnaban, pero hacia falta ayuda en otros lados, entonces decidimos irnos para allá·, éramos como 15”.

Han regresado varias veces a Jojutla, dejan el acopio con representantes del pueblo, quienes lo distribuyan en su comunidad y en los pueblos aledaños.

Los jóvenes, amigos desde la prepa, consiguieron palas, cascos y herramienta.

“Ayudamos a poner carpas, llevamos ropa, ayudamos en todo lo que pudimos; íbamos en la mañana y regresábamos en la noche, hasta el domingo”.

El lunes siguiente, agrega Leonel, de 22 años, regresaron a clases, desde entonces, se turnan para ir fines de semana y, los que pueden, entre semana, mientras el resto consigue víveres o lo que necesite la comunidad.

“La comunidad está· muy afectada, aunque la gente trabaje, tienen que buscar dónde rentar, comida, son gastos, y es un impulso y satisfacción saber que puedes ayudar un poco, mientras la gente se levanta”.

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