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El LAUSD no gastará en la búsqueda del nuevo superintendente

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La partida inesperada de la superintendente escolar de Los Ángeles, Michelle King, después de menos de dos años en el puesto, activó una cláusula poco utilizada en el contrato de una empresa de búsqueda de ejecutivos: su garantía.

El contrato que el distrito escolar firmó con Hazard, Young, Attea & Associates indicaba que la firma no cobraría una tarifa de consultoría por una nueva búsqueda si el superintendente elegido dejaba el trabajo dentro de los dos años.

La tarifa para la primera búsqueda fue de $160,000, más los gastos aprobados. Esta búsqueda se supone que será prácticamente gratuita.

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“HAY (Hazard, Young, Attea) acordó respetar la disposición en su acuerdo anterior de realizar un reclutamiento nuevo sin cargo alguno, salvo ciertos costos”, afirmó David Holmquist, consejero general del LAUSD. “Estamos finalizando un nuevo contrato para reflejar este compromiso, mientras que la junta [escolar] considera el alcance del nuevo reclutamiento”.

Los funcionarios del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) anunciaron la elección de King el 11 de enero de 2016. Pocos días antes de cumplir dos años en el puesto, el 5 de enero de este año, King emitió un comunicado donde afirmó que padece cáncer y que renunciaría. La funcionaria trabajó por última vez a principios de septiembre de 2017, cuando tomó una baja médica. Un mes después, nombró a Vivian Ekchian como reemplazo interino.

Esa última búsqueda de superintendente examinó a candidatos de todo el país, pero al final del proceso confidencial, la Junta de Educación eligió a King, por entonces superintendenta adjunta, quien había pasado toda su carrera en el distrito.

El distrito aún incurrirá en algunos gastos relacionados con la búsqueda, que podrían incluir los costos de organizar foros comunitarios, si los funcionarios deciden volver a tomar esa ruta. En la última selección, estos foros, supervisados por los consultores, se llevaron a cabo en todo el sistema escolar, aunque la mayoría no contó con la asistencia adecuada. Aun así, la Junta de Educación recabó y revisó diligentemente los comentarios.

El martes por la tarde, después de que la junta se reuniera a puertas cerradas, su presidenta, Mónica García, dijo en una entrevista que esta vez los consultores no dirigirán ni participarán de las reuniones públicas. En cambio, los miembros de la junta manejarán la difusión en sus propios distritos. “Todos los miembros de la junta involucrarán a las partes interesadas de varias formas”, aseveró García, quien también agregó que revisarán los comentarios públicos de la última búsqueda.

El miembro de la Junta Nick Melvoin señaló que ya tuvo sesiones informales en su distrito, y que planea realizar más.

Antes de la búsqueda que nombró a King, la Junta de Educación seleccionó a tres superintendentes sin un proceso formal de aporte o participación del público, aunque los líderes cívicos y filántropos ejercieron influencia detrás de la escena. Los Ángeles tuvo seis superintendentes desde 2008, contando a la superintendente en funciones, Ekchian. La junta escolar afirmó que ella permanecería en su puesto, días después de que King anunciara su renuncia.

La disposición en el contrato que condujo al nombramiento de King estableció su garantía de la siguiente manera: Si el superintendente se retira del puesto durante el primer año bajo cualquier circunstancia, o en un plazo de dos años si la mayoría de la Junta aún está en su lugar, HYA llevará a cabo una nueva búsqueda sin costo adicional, menos los gastos.

Los directores de HYA, con sede en Illinois, son exsuperintendentes de escuelas que cuentan con sus contactos, y su buena reputación, en materia de educación.

HYA podría haber intentado anular su garantía por un inconveniente técnico, porque King afirmó al renunciar que “se jubilaría antes del 30 de junio”, lo cual es mucho tiempo después de finalizado el período de garantía (después de tomar la baja médica, comenzó a usar los días de enfermedad pagados que acumuló durante su larga carrera).

Pero la empresa no podría haberse liberado utilizando la cláusula sobre la junta escolar. Desde que King obtuvo el puesto, solo dos de los siete asientos de la junta han cambiado de manos. Sin embargo, esa pequeña rotación provocó un gran cambio en el poder del grupo, lo cual podría haber amenazado la permanencia de King en el trabajo de haberse mantenido saludable.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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