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Un grupo de trabajo externo pidió más responsabilidad al LAUSD, especialmente con las boletas de calificaciones

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Las autoridades del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) afirman que el segundo sistema escolar más grande del país funciona bien, o al menos que muestra fuertes señales de mejora. Sin embargo, otros no están tan seguros.

Un grupo de trabajo que está analisando al distrito busca una forma clara de averiguarlo, y tiene dos sugerencias: las boletas de calificaciones escolares y una nueva comisión destinada a realizar dichas evaluaciones.

El Grupo de Trabajo Asesor del LAUSD ya reflexionó sobre qué hacer con los estudiantes que pierden muchas clases y cómo administrar las propiedades inmobiliarias del sistema escolar.

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Su último informe, publicado este jueves, afirma que el distrito compila una gran cantidad de información que podría ser útil para los padres, la comunidad y los funcionarios públicos, pero que “desafortunadamente, la mayor parte de ella queda enterrada en documentos ocultos y formularios complejos, que son inaccesibles a una persona común”.

Para Austin Beutner, copresidente del panel y exeditor de Los Ángeles Times, el informe no significa que los funcionarios intentan ocultar cosas o no cumplen con los requisitos de divulgación de información. “Pero hay una gran brecha entre el cumplimiento y ese paso adicional que debe darse para asegurar de que la información sea recibida y comprendida”, advirtió.

La superintendente interina, Vivian Ekchian, insiste en que el LAUSD ya va en la dirección correcta. Los planes futuros, que fueron aprobados, incluyen una aplicación móvil para padres de familia, un sistema de inscripción simplificado y un portal de datos abiertos, destinado a poner mucha información a disposición del público. “Queremos ser la organización más transparente del estado en lo que se refiere al aprendizaje de los alumnos, los resultados y la seguridad de nuestros estudiantes”, aseveró la funcionaria.

Las boletas de calificaciones escolares no son nuevas. El LAUSD las generó hace apenas dos años, cuando fueron víctima de las reducciones de personal después de los recortes presupuestarios. Ekchian estuvo de acuerdo en que los datos relevantes sobre los campus deberían estar disponibles de manera más sencilla.

La mayoría de los demás sistemas escolares grandes tienen algo parecido a las boletas de calificaciones escolares, pero no siempre se consideran éxitos significativos. Calificar a las escuelas con simples letras, por ejemplo, puede ser engañoso y proporcionar más información acerca de las circunstancias económicas de los alumnos, o de las fórmulas utilizadas para la calificación, que sobre qué tan bueno o malo es un campus individual.

California cuenta con un “tablero” complicado, con múltiples clasificaciones codificadas por color para cada escuela, que los críticos han juzgado como demasiado complicado e insuficientemente revelador.

La nueva idea del grupo de trabajo es una comisión con siete participantes, cada uno designado por un miembro de la junta escolar. El informe sugiere que los integrantes trabajen en términos de entre tres y seis años.

La comisión prevista emplearía un equipo profesional pequeño y se les daría acceso sin restricciones a los datos del distrito. El grupo podría financiarse, sugiere el informe, con dinero que actualmente se destina a una unidad de análisis independiente, que el distrito describe como el brazo de investigación independiente de la junta escolar.

La unidad -que revivió el año pasado después de haber sido eliminada del presupuesto hace casi una década- ha publicado informes en línea sobre temas que incluyen los costos actuales y futuros de los beneficios de salud de los empleados, mejorar los resultados de los alumnos en los grados intermedios y evidencia temprana de los efectos positivos de permitir el ingreso de alumnos más pequeños al jardín de infantes.

La miembro de la junta escolar Kelly Gonez señaló que aprecia al equipo de trabajo, pero también describió las tareas de la unidad de investigación ya existente como “sustancial y útil”.

Beutner afirmó que podría ser bueno preservar la unidad actual, pero que no es sustituta de un grupo externo, que estaría menos sujeto a la interferencia burocrática y política.

El informe cita a la Oficina de Presupuesto del Congreso, la Oficina del Analista Legislativo de California y a la Oficina de Presupuestos Independientes de la Ciudad de Nueva York como modelos.

Un tema que un grupo independiente podría abordar, explicó Beutner, es la revisión de las opciones de recuperación de créditos del distrito, que brinda a los alumnos una nueva posibilidad en los cursos donde inicialmente fracasaron. La recuperación de créditos contribuyó con tasas de graduación sin precedentes, pero algunos cuestionan que en esos cursos se está aprobando a los alumnos con demasiada facilidad.

Los miembros de la junta nunca solicitaron dicha revisión, que podría socavar el éxito de las tasas de graduación.

Nick Melvoin, integrante de la junta, consideró que las recomendaciones son coherentes y que tienen sentido para el distrito. “La transparencia es, a la vez, un fin y un medio para para el mayor rendimiento del distrito y para tener mejores escuelas”, afirmó. “Es el primer paso para generar confianza entre el público”.


Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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