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Tensiones raciales enardecen las elecciones del cuerpo estudiantil de UCLA; piden una mayor representación

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En la UCLA, el furor empezó con una foto del presidente del cuerpo estudiantil de pregrado, haciendo una señal con su mano asociada con la pandilla de los Bloods.

Danny Siegel es blanco; llevaba un traje y corbata.

Muchos estudiantes afroamericanos se enojaron por lo que consideraron un hombre de privilegio blanco, burlándose de su comunidad y despistado sobre la pobreza y la desesperación que llevan a algunos a entrar en las pandillas.

Por supuesto, hubo quienes pidieron que los ánimos se tranquilizaran; la foto era una broma.

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Pero la ira acerca de la imagen parece haber contribuido a la impresionante derrota del partido universitario de Siegel en las elecciones estudiantiles de pregrado de la semana pasada, y la intensidad de la reacción fue la última señal de descontento entre muchos de los alumnos de color de la Universidad de California, quienes creen que los administradores y algunos de sus compañeros los siguen menospreciando y descartando sus necesidades.

Aunque la UC ha aumentado constantemente la inscripción de estudiantes de bajos ingresos y de minorías, y ha invertido millones de dólares en servicios de apoyo académico y social para ellos, algunos universitarios sostienen que estos esfuerzos no son suficientes.

Alicia Frison, presidenta de la Afrikan Student Union de la UCLA, aseguró que los estudiantes afroamericanos se enfrentan a problemas en el sistema universitario de 10 campus. En UC Santa Cruz, la semana pasada más de 100 alumnos negros ocuparon Kerr Hall durante tres días antes de que el rector, George Blumenthal, acordara responder a sus pedidos de una garantía de cuatro años en vivienda en Rosa Parks African American Theme House, así como de más espacio para salas de estudiantes y la inclusión de la educación sobre diversidad en las orientaciones de alumnos.

Frison afirmó que los estudiantes afroamericanos de UC San Diego están molestos por las organizaciones nacionalistas blancas del campus y las víctimas negras de la violencia sexual en UC San Barbara se han unido a las protestas para presionar por mayores servicios. En UCLA, los estudiantes afroamericanos publicaron una lista de pedidos, entre ellos la contratación de más profesores de color. “Los problemas están en todo el sistema”, advirtió Frison.

Las tensiones de la UCLA y UC Santa Cruz han captado la atención nacional. Una organización de derechos civiles de Nueva York escribió una carta abierta a Blumenthal, exigiendo saber si UC Santa Cruz se estaba preparando para financiar el “separatismo racial” con la garantía de vivienda e imponerles a los nuevos estudiantes el “adoctrinamiento” racial con la educación de diversidad.

En una misiva del 4 de mayo dirigida a la comunidad del campus, Blumenthal afirmó que los administradores están “fundamentalmente de acuerdo” con los estudiantes de color en cuanto a que necesitan mayor apoyo. “Aunque hemos estado trabajando con las comunidades menos representadas... reconocemos que no hemos hecho lo suficiente para trabajar con ellas exitosamente”, escribió. “Los estudiantes de comunidades históricamente poco representadas abordan desafíos reales en el campus y en la comunidad. Entre ellas se incluyen cosas que muchas personas dan por sentado, como la búsqueda de vivienda, o incluso un sentido de comunidad”.

En las elecciones de UCLA de la semana pasada, el partido político Bruins United, de Siegel, no logró ganar una pluralidad en los 14 asientos del consejo estudiantil -por primera vez en muchos años- cuando los votos se contaron, el viernes por la tarde. Los estudiantes postulados como candidatos independientes -la mayoría de ellos negros, latinos y asiático-americanos- se alzaron con nueve de las bancas.

“La elección es una verdadera llamada de atención... Envía un mensaje de que el mantra de inclusión de Bruin United es falso”, aseguró el lunes Divya Sharma, exmiembro del partido y estudiante gay del sur de Asia, quien ganó el puesto de comisionado de asuntos académicos como candidato independiente.

En un comentario del Daily Bruin -al que también se señaló como responsable por influenciar la elección- la semana pasada Sharma escribió que se fue de Bruins United porque “Me di cuenta de que sólo les importaba que fuera su hombre homosexual de color, quien aportaría diversidad a su lista de candidatos”.

Bruins United se vio envuelto en otra controversia el año pasado, cuando se encontró un documento de la fraternidad Pi Kappa Phi que contenía insultos raciales contra los mexicanos y negros, en el Google Drive de un estudiante que era miembro de la fraternidad y del partido político del campus.

Siegel, el presidente saliente del cuerpo estudiantil, pidió disculpas públicamente por la foto y reconoció esta semana ante The Times que fue “tonto e inmaduro”. De todas maneras, resaltó que la foto había sido tomada hace un año pero que recientemente apareció en los medios de comunicación social, “filtrada estratégicamente a sabiendas de que aumentaría las tensiones raciales y les ayudaría en las elecciones”. También insistió en que Bruins United no tuvo nada que ver con el documento de la fraternidad, a pesar de los esfuerzos de muchas personas por vincularlos con éste.

Siegel resaltó también que desde que la foto se dio a conocer ha recibido amenazas, y que otro miembro de Bruins United fue agredido físicamente en el campus. Su partido, que se formó en 2004, mantiene una política de puertas abiertas para las reuniones, el reclutamiento de los candidatos y socios, y trabajó con éxito a favor de la equidad de financiación para todos los grupos de alumnos, incluyendo las fraternidades y hermandades, y los clubes republicanos y democráticos.

Algunos activistas estudiantiles, sin embargo, no creen en la equidad de financiación y pretenden presionar a los nuevos miembros del Consejo de la Asociación de Estudiantes de Pregrado para reasignar parte del dinero y apoyar más a los grupos históricamente subrepresentados.

Robert Gardner, un estudiante de cuarto año de ciencias políticas, cuya denuncia de la foto de Siegel fue ampliamente compartida en Facebook, aseguró que los afroamericanos generalmente son menos capaces que muchos de los adinerados miembros de las fraternidades y hermandades para pagar por los eventos estudiantiles. Él y otros activistas también quieren que el consejo estudiantil declare a la UCLA como un campus santuario para aquellos que se sienten vulnerables bajo la administración de Trump, incluyendo no sólo a los estudiantes musulmanes, LGBTQ e indocumentados, sino también a los afroamericanos. “Tener una nueva mayoría en el consejo nos da la oportunidad de hacer reformas importantes, especialmente para apoyar a las comunidades históricamente marginadas”, señaló Gardner.

Por su parte, Arielle Yael Mokhtarzadeh, quien ganó la presidencia del cuerpo estudiantil como candidata sin oposición por Bruins United, condenó “la descortesía y crueldad” de las elecciones de la semana pasada, aunque se comprometió a mejorar las relaciones. “El nuevo consejo debe dejar de lado sus inclinaciones partidistas para atender a todos los estudiantes en este campus”, escribió en un correo electrónico. “Debemos modelar todo el compromiso, la comprensión y la empatía posible para la UCLA”.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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