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Los líderes educativos de California prometieron proteger a los estudiantes inmigrantes de la deportación

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Unos minutos después de que el gobierno de Trump anunciara el final de la protección para casi 800,000 jóvenes inmigrantes en el país que carecen de estatus legal, los líderes de los campus universitarios de California comenzaron una ofensiva furiosa.

Desde los recintos universitarios más grandes hasta los más pequeños en todo el país, los líderes de educación juraron unirse este martes para proteger a sus estudiantes más vulnerables.

California es hogar de la mayor concentración de alumnos, a nivel nacional -aproximadamente 214,000 desde el año pasado- que recibieron la protección temporal contra la deportación bajo la administración Obama, llamada Acción Diferida para Llegados durante la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).

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La presidente de la Universidad de California, Janet Napolitano, rápidamente anunció en una declaración que el sistema de UC, de 10 campus, que educa a aproximadamente a 4,000 estudiantes que viven en el país sin autorización, seguiría luchando para defender a sus alumnos más vulnerables. “Este pensamiento es atrasado, el movimiento de gran alcance amenaza con separar a las familias y descarrilar el futuro de algunas de las mentes jóvenes más brillantes de este país, miles de las cuales actualmente asisten o se han graduado de la Universidad de California”, afirmó Napolitano, quien fue una de las arquitectas del programa DACA mientras fungió como secretaria de Seguridad durante el gobierno del expresidente Obama.

El rector de Universidad Estatal de California, Timothy White, en un mensaje a la comunidad del campus aseveró que está “profundamente decepcionado” por la decisión, pero ratificó a los estudiantes inmigrantes que los cambios de la política federal no afectarían su capacidad de matricularse en escuelas de Cal State, pagar la cuota escolar estatal o recibir ayuda financiera estatal.

De los 480,000 estudiantes del sistema, distribuidos en 23 campus universitarios, aproximadamente 10,000 reciben los beneficios de la AB 540, promulgada en 2015.

Eloy Ortíz Oakley, rector del sistema de California Community Colleges, prometió en una declaración que trabajará con otros para presionar el Congreso para que amplíe las protecciones. “Acabar con el programa DACA es una decisión despiadada e insensata, que va en contra de los ideales estadounidenses y de la decencia humana básica”, manifestó Oakley, cuyos 114 centros universitarios educan a 2.1 millones de alumnos. Aproximadamente 61,000 de ellos calificaron para pagar una matricula de residente estatal en el marco de la ley AB 540, desde 2015.

Los tres líderes — junto con el superintendente de Instrucción Pública, Tom Torlakson y Kristen Soares, presidente de la Asociación de Colegios y Universidades Independientes de California- enviaron una carta a la delegación californiana del Congreso para que inste a la Cámara a proporcionar seguridad a largo plazo y vías para la ciudadanía para los estudiantes beneficiarios de DACA.

Mientras tanto, algunos alumnos inmigrantes, entre ellos Yael Pineda, de UCLA, anunciaron que están “indocumentados y sin miedo”. Pineda, nacida en México, fue traída a los Estados Unidos sin autorización cuando tenía 4 años. La joven se graduó de su preparatoria, en La Puente, con 4.5 de GPA. En UCLA logró mantener un promedio 3.5 de GPA, incluso con dos empleos y una activa participación en organizaciones dentro del campus.

“Este es el momento de salir a las calles y organizarnos. El DACA no nos define”, aseguró Pineda, de 22 años, quien se graduará este mes en psicología y estudios del lugar de trabajo. “Somos seres humanos que merecemos dignidad, paz y justicia, por sobre todas las cosas”.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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