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Los funcionarios de educación de California acordaron finalmente un plan para cumplir con los requisitos federales

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Dos años, una elección presidencial y muchas reuniones después de que la Junta de Educación del Estado de California comenzara a hablar sobre cómo cumplir con una importante ley federal de educación, sus miembros finalmente acordaron presentar un plan definitivo.

Así, votaron en una reunión especial, un mes después de optar para retrasar la medida. El plan, logrado después de meses de idas y vueltas con el Departamento de Educación de los EE. UU. liderado por Betsy DeVos, intenta satisfacer la norma conocida como Every Student Succeeds Act (ESSA).

“Ahora es urgente que actuemos”, señaló el presidente de la junta, Mike Kirst, antes de la votación. “Retrasar cualquier voto pondrá en peligro el flujo de dinero”.

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En 2017-2018, California recibió $8,100 millones en fondos para K-12 del gobierno federal, $2,400 millones de los cuales provenían de ESSA.

Every Student Succeeds es el reemplazo que la administración Obama, en 2015, hizo de la ley No Child Left Behind. Se supone que la norma responsabiliza a los estados de brindar a todos los estudiantes una educación digna. Mientras que No Child Left behind usaba principalmente los puntajes de los exámenes para evaluar el éxito de las escuelas, ESSA concede a los estados más flexibilidad para crear sus propios sistemas de responsabilidad.

Después de la elección de Trump, Kirst y sus compañeros miembros de la junta expresaron la esperanza de que DeVos -quien a menudo expresa su apoyo al control local de las escuelas- les daría más margen para interpretar la ley. Pero en diciembre, los funcionarios federales de educación le dijeron a los funcionarios estatales que su plan para cumplir con ESSA todavía necesitaba trabajo.

Los miembros de la junta prolongaron el proceso porque estaban decididos a centrarse en las prioridades de California, en lugar de dejar que la ley federal determine los planes del estado. Hablan del “estilo de California”, alegando que el estado necesita un plan exclusivamente adaptado a las necesidades de su población estudiantil heterogénea.

Los funcionarios se enfocaron en alinear su plan para cumplir con los requisitos de ESSA y con la Fórmula de Financiamiento de Control Local del estado. Pero mientras que la fórmula requiere que el estado identifique y ayude a los distritos escolares de bajo rendimiento, ESSA exige que detecten y ayuden a escuelas individuales.

En respuesta a las críticas del personal de DeVos, el plan final de ESSA establece que California informará por separado el rendimiento académico y el cambio en éste con el paso del tiempo, al gobierno federal.

Es probable que el estado no cambie su herramienta para calificar escuelas -los puntajes de desempeño académico seguirán siendo una combinación del estado actual y el cambio a lo largo del tiempo-, pero se agregarán calificaciones de exámenes estandarizados de onceavo grado a la combinación tenida en cuenta para escuelas secundarias.

Según ESSA, el estado debe identificar e intervenir para ayudar al 5% de las instituciones educativas con el rendimiento más bajo y a las cuales asisten poblaciones de gran pobreza. Pero los funcionarios federales dejan en gran medida a los estados definir qué constituye ese nivel inferior.

Los funcionarios de educación de California necesitaron mucho tiempo para descubrir la mejor manera de hacerlo. Querían desde el principio utilizar el tablero conocido como California School Dashboard, la herramienta estatal de calificaciones que emplea códigos de colores para calificar a las escuelas en numerosas áreas temáticas, que incluyen cuestiones académicas, asistencia, graduación, progreso de los aprendices de inglés, preparación para la universidad y ausentismo crónico. En el tablero, el rojo representa lo peor y el azul, lo mejor.

Los intentos anteriores de utilizar estas designaciones para definir la porción del 5% inferior de escuelas redundó en muy pocas o en demasiadas de ellas, lo cual llevó al miembro de la junta Ting Sung a considerar la medida como “el enfoque dorado”.

En California, encontrar el 5% más bajo significa identificar 303 escuelas.

La junta acordó incluir a las escuelas cuyos indicadores sean todos rojos; aquellas clasificadas en rojo en todas las categorías menos una; las que muestren calificaciones rojas y anaranjadas, y las escuelas con cinco o más medidas disponibles, la mitad de las cuales sean rojas.

El estado solicitó al gobierno federal una exención para usar su propia definición de lo que constituye el progreso para los aprendices de inglés, en lugar de la definición exigida por ESSA.

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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