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¿Las medidas de seguridad escolar discriminan contra algunos estudiantes?

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Amy Guerrero comenzó a ser requisada aleatoriamente en su escuela secundaria de Koreatown, Young Oak Kim Academy, cuando tenía 12 años de edad.

“Me revisaban todo el tiempo, pero nunca vi a la enfermera, ni una sola vez”, relató Amy, quien tiene 15 años y es estudiante de segundo año en UCLA Community School, también en el área de Koreatown. “Cada vez que me sentía mal o me cortaba, me decían que la enfermera no estaba allí ese día. Sin embargo, veía a los oficiales todo el tiempo”.

A raíz del tiroteo escolar que cobró 17 vidas en Parkland, Florida, a principios de este mes, ha habido un gran debate sobre cómo hacer que los campus resulten más seguros.

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Algunos han pedido más policías, otros mejorar los servicios de salud mental para los estudiantes. El presidente Trump sugirió armar a los maestros.

Pero en Los Ángeles, el debate sobre la seguridad también se ha extendido en otra dirección.

Algunos alumnos creen que el sistema actual para registrar a los estudiantes en busca de armas es injusto, mientras que otros creen que colabora con la seguridad y quieren aún más medidas por el estilo.

En eventos consecutivos, alumnos y maestros de Los Ángeles aterrizaron en lados totalmente diferentes de un debate sobre las medidas de seguridad en las escuelas.

El viernes, en el oeste del Valle de San Fernando, docentes y alumnos le dieron a la policía escolar, e incluso a las inspecciones aleatorias de estudiantes, un voto de confianza rotundo.

Al día siguiente, en una reunión al sur del centro de la ciudad, los participantes criticaron un enfoque de seguridad que, dicen, criminaliza a los los alumnos, y que los victimiza más de lo que los protege. Allí, pidieron poner fin a las requisas; algunos activistas llamaron al fin de los oficiales de policía en el campus.

Estas opiniones encontradas tomaron una resonancia más profunda después del tiroteo del 14 de febrero en Florida, y de un incidente a principios de este mes en el que una pistola que se descargó, llevada al campus por una estudiante, hirió a dos alumnos de Los Ángeles en Castro Middle School, al oeste del centro de la ciudad. Desde los asesinatos de Parkland, la policía local ha respondido a varias amenazas serias y falsas, que alertaron a familias y comunidades.

No obstante, tales peligros no fueron el foco real de ninguno de los dos eventos locales. En cambio, los alumnos y maestros discutieron cómo los oficiales de policía y el personal escolar tratan a los estudiantes, y si los alumnos están mejor por ello.

“En Mulholland Middle School, sí necesitamos registros aleatorios”, aseguró Kameran Charles, de 14 años, en la manifestación a favor de la policía. “Quitar estas búsquedas es básicamente decirle a los alumnos que pueden llevar lo que quieran a la escuela”.

Mulholland tiene trayectoria de estar centrada en la vigilancia. “No son solo oficiales”, agregó Kameran, un estudiante de octavo grado. “Son grandes mentores.... Están allí para ti y pueden desempeñar un rol similar al de un maestro”.

La política en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) es realizar al menos una inspección de estudiantes elegidos al azar, en una clase también seleccionada de forma aleatoria, todos los días en cada escuela secundaria y preparatoria. La mecánica tiene como objetivo prevenir la discriminación y los estereotipos. Pero es difícil determinar qué tan de cerca el distrito ha seguido sus reglas debido a la falta de mantenimiento de registros.

Los administradores realizan las requisas y llaman a los oficiales cuando se descubre contrabando o armas. Estas últimas raramente aparecen en las inspecciones, lo cual podría significar que las búsquedas son innecesarias, o que la política funciona como elemento de disuasión.

Las preparatorias de Los Ángeles normalmente tienen uno o dos oficiales armados en el campus, afirmaron los funcionarios del distrito y del sindicato de la policía. Las escuelas secundarias generalmente tienen un oficial, que puede o no estar armado. Las primarias no tienen policía del campus, pero se supone que patrullas itinerantes deben permanecer cerca.

Ambas manifestaciones atrajeron una participación entusiasta. Cerca de 200 personas desafiaron el frío viento del viernes por la tarde en Mulholland Middle School, en Lake Balboa, mientras que varios cientos se acercaron el sábado al Los Angeles Trade Technical College.

La reunión para los críticos de la policía fue parte de una larga campaña. “Las inspecciones aleatorias nunca son al azar”, aseguró Sumaiya Sabnam, estudiante de tercer año en UCLA Community School. “De alguna manera, siempre soy la quinta persona que eligen. Me registran con una varita y hurgan en mi mochila. Lo único que pienso es: ‘¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me registran tres veces seguidas?’”.

“No hay ninguna razón para que un niño de 11 años deba ser criminalizado”, aseveró Grace Hamilton, estudiante de último año de Marshall High School, en Los Feliz. “Las búsquedas aleatorias erosionan la confianza y no nos hacen sentir seguros”.

La receta adecuada, dijeron, es proporcionar mejores recursos, incluidos más servicios de asesoramiento y salud mental. Según ellos, las escuelas necesitan desarrollar culturas más enriquecedoras para ayudar a quienes van por el camino equivocado, además de confiar en los estudiantes y el personal para reconocer amenazas reales que podrían justificar una búsqueda basada en una sospecha razonable.

Pero después de los recientes episodios de violencia, especialmente en Parkland, muchos han pedido una seguridad más estricta, incluyendo una mayor y más visible presencia policial.

“Si un campus está amenazado, ¿a quién se llama?”, preguntó Colleen Schwab, quien enseña inglés de séptimo y octavo grado en Mulholland. El oficial de policía escolar “es el individuo altamente capacitado que va a estar allí”.

Schwab ayudó a organizar la manifestación a favor de la policía junto con Scott Mandel, que dirige el programa de teatro musical en Pacoima Middle School. Su esfuerzo fue parte de un desafío consciente al liderazgo de Maestros Unidos de Los Ángeles (UTLA, por sus siglas en inglés), que copatrocinó el evento en Trade Tech, junto con grupos como Black Lives Matter, Public Counsel y la Unión Estadounidense de Libertades Civiles del sur de California.

Los líderes del sindicato de la policía criticaron la participación de UTLA, alegando que el gremio de maestros apoya implícitamente la eliminación de la policía escolar.

El presidente de dicho sindicato, Alex Caputo-Pearl, defendió el papel de copatrocinio y aseguró el viernes que es importante escuchar a los líderes estudiantiles. Al mismo tiempo, dijo, “UTLA no ha pedido ni exige recortes a la policía escolar”.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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